VIII

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Dos semanas habían pasado desde que Namjoon había atendido a ese pequeño y seguía pensando en él y su padre, no sabía que era, pero no podía sacarlos de su cabeza, era algo más fuerte que él, pudo literalmente sentir el dolor del pequeño y el olor de su padre era el mismo que sintió aquel día que despertó solo en la casa del entonces  cuñado de Hoseok.

Pero era imposible que se conocieran, de haber sido así, aquel hombre lo hubiese reconocido ¿verdad? Su cabeza había estado hecha un lío, pero por fin hoy volvería a verlos ya que el pequeñin tenía control médico y él había armado toda una estrategia, partiendo por bloquear su agenda después de atender a los Kim.

Y mientras Namjoon se equivocaba emitiendo las recetas y al poner su firma en los papeles debido a los nervios. Jin se había puesto su camisa más nueva, una en un color azul oscuro que resaltaba su piel clara y labios abultados que había destacado con un bálsamo labial semi transparente, solo con un toque de rojo que hacía ver sus labios naturalmente de ese color.

Había pedido permiso para salir más temprano del trabajo y así alcanzar a llegar a la cita médica. Y cinco minutos antes fue al baño para volver a peinar su cabello, ¿frente descubierta? ¿Flequillo de lado? ¿Peinado hacia adelante? Habló solo hasta que se sintió estupido y suspirando con pesadez llevó sus manos nuevamente a su cabello para desordenarlo y que se acomodara como fuera.

Luego de pasar por MinJoon al pre escolar, esperó por el bus que lo llevaría hasta el hospital y con su hijo apoyado en su cadera tomándolo con un brazo mientras que con el otro se afirmaba para no caer, la pequeña mochila colgando de un hombro y su maletín acomodado en el suelo entre sus piernas tuvo que viajar por media hora hasta llegar a su destino.

Una vez en el lugar se maldijo porque había llegado justo a la hora y en el hospital público probablemente lo hubiesen regañado o incluso cancelado la hora por impuntual, pero en este sitio no había sido así, al contrario, la recepcionista lo recibió con una sonrisa y después de hacer el ingreso le pidió que esperara a que lo llamaran.

-Kim MinJoon pase a la consulta 19. Kim MinJoon consulta 19.

Jin apenas se había sentado para poder respirar profundamente y descansar un poco cuando ya lo estaba llamando el doctor. Otra diferencia con la salud pública, cuando él llevaba a su pequeño con su médico habitual esperaban en promedio 45 minutos para ser atendidos. 

Otra vez tomó al niño en brazos para poder llegar hasta la consulta, ya que sus pasitos eran muy lentos y el doctor se haría viejo esperando que llegaran. 

Una vez frente a la puerta de la consulta golpeó suavemente dos veces y una voz grave y un poco rasposa le indicó que pasara, el sonido le causó un escalofrío que lo recorrió de la cabeza a los pies y cerrando con fuerza lo ojos se armó de valor y entró al lugar.

-Doooooc

Jin no alcanzó a sentirse incómodo o nervioso ante la vista del médico ya que tuvo que afirmar a su hijo que casi se lanza de sus brazos para llegar hasta el peligris.

-Wow pero si es mi paciente favorito - reaccionó inmediatamente Namjoon alcanzando al menor de los brazos de su padre.

"Hipócrita, solo lo has visto una vez" quiso decir Jin, en cambio solo rodó los ojos mientras la frase se quedaba atorada en sus pensamientos.

Observó como el menor le sonreía a su hijo y el pequeño le apretaba las mejillas con sus pequeñas manitas. Se veían tan parecidos y encajaban tan bien juntos que Jin por un momento se quedó sin respiración.

La situación no mejoró cuando el Doctor lo pilló mirándolo y sin decir nada le sonrió convirtiendo sus ojos en un par de rayitas, el sonrojo llegó a las mejillas de Jin de forma automática y solo un pensamiento se instaló en su mente.

"Es adorable"

-Lo primero que haremos es tomar una nueva radiografía para ver si ha evolucionado la fractura - habló Namjoon adoptando un tono serio después de haber movido un poco el bracito del niño y haberle preguntado algunas cosas de su rutina diaria y como le había afectado el yeso.

Jin tuvo la intención de tomar al niño en brazos para ir a imagenologia, pero no se esperaba que el peligris alzara nuevamente al pequeño en sus brazos y se dirigiera a la puerta.

-¿No vienes? - preguntó Namjoon manteniendo la puerta abierta para que Seokjin pudiera pasar.

-Ehh yo si - Jin salió del lugar mirando hacia abajo  y tratando de no respirar ese olor a chocolate que le hacían sentir ganas de hundir la cabeza en el cuello del menor.

Pasaron por pasillos que Jin no conocía y todo se hizo mucho más fácil estando con un médico al lado. Namjoon pidió las radiografías rápido e incluso se quedaron dentro mientras redactaban e imprimían los resultados. Cualquier otro doctor o enfermero que veía al guapo doctor con el niño en brazos se sorprendía pensando que era su hijo o en último caso su sobrino, porque el parecido era innegable.

Cuando estuvieron nuevamente en la consulta Namjoon se acercó a Jin y le mostró las radiografías explicándole en voz baja cada detalle, su tono grave acunaba al niño que poco a poco cerraba sus ojos con su cabecita apoyada en el amplio pecho del alfa. Para Seokjin la situación era parecida, ya que sin darse cuenta se inclinaba hacia el cuerpo de Namjoon con el pretexto de mirar de mejor manera el examen.

Estaban tan cerca, el calor del cuerpo del alfa envolviendo a Seokjin que solo necesitaba inclinarse un par de centímetros para estar completamente apoyado en el doctor y casi como hipnotizado es lo que su cuerpo planeaba a hacer sin el consentimiento de su mente, pero un par de golpes en la puerta lo devolvió a la realidad y casi podría jurar que Namjoon murmuró una maldición.

-Doctor Kim, como este es su último paciente, me preguntaba si podría irme antes que empiece a llover - habló animadamente la mujer que se asomó dentro de la consulta.

-Está bien, puede irse.

Una vez que la asistente de recepción volvió a cerrar la puerta, Seokjin comenzó a actuar con nerviosismo y juntó rápidamente sus cosas para salir del lugar porque claramente la consulta había terminado hace un rato.

-Muchas gracias Doctor, dígame cuando vuelvo a traerlo - apuntó al niño que seguía en los brazos del peligris.

-Ehh si claro, claro - carraspeó un poco, recordando que debía seguir con su trabajo - todo va evolucionando bien, puede traerlo en un mes para evaluar quitar el yeso.

Seokjin asintió y quitando suavemente a su hijo de los brazos del doctor, se despidió para emprender una caminata rápida hacia la salida del hospital.

Chocolate y galletas [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora