XIX

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Cuando el sábado llegó, Namjoon se levantó a las 6 de la mañana demasiado impaciente por el día que le esperaba. Cambió su atuendo al menos cinco veces, decidiéndose al final por unos pantalones cargo en color beige y una camiseta manga larga negra, perfecto para ese día de primavera.

Se cercioró de que el clima efectivamente estuviera soleado y no hubiera ningún peligro de lluvia y revisó otra diez veces su billetera en busca del dinero y tarjetas.

Y a las diez de la mañana emprendió el camino hacia el departamento de Jin y el pequeño MinJoon. A quienes encontró esperándolo en la acera con sonrisas de emoción dibujadas en sus rostros.

Namjoon se tomó al menos un minuto para admirar lo adorable que se veían ambos, vestidos a juego con jeans azul claro y sudadera rosa, la cabeza del niño adornada con un gorrito de pescador blanco y en su espalda una pequeña mochila de "paw patrol".

Apenas bajó del vehículo, MinJoon corrió en su dirección para estirar sus bracitos y que lo alzara.

-Hyuuuung, ¿habrán leones donde vamos? ¿Cebras, peces? ¿Un efelante?- comenzó a hablar sin parar haciendo reír a los adultos.

-Probablemente hayan todos esos animales y más- respondió Namjoon luego de darle un beso en la frente al niño y uno en los labios a Seokjin, quien enrojeció instantáneamente.

-Está muy emocionado, ayer no se podía dormir- murmuró el mayor con el fantasma de una sonrisa permanente en sus labios, fallando en el intento de ocultar lo ansioso que también se encontraba.

-Bien, entonces ¿Nos vamos ya?- Namjoon alzó una ceja y caminó primero para acomodar al pequeño en su sillita y luego abrió la puerta del copiloto para ayudar a Seokjin a subir.

El camino se hizo corto con MinJoon preguntando una y otra vez cosas como cuanto vivía una tortuga o si los "efelantes" comían por su trompa.

Y ya en el zoológico Namjoon tomó a MinJoon dejándolo sentado en sus hombros  y acomodándolo para que se afirmara de su cabeza después de que el niño se quejara de estar cansado cuando llevaban quince minutos caminando.

El peliplata dejó una mano libre a propósito para entrelazarla con la de Jin y no dudó en dejar un cariñoso beso en el costado de su cabeza.

Jin solo sonreía y suspiraba bajito tratando de que no se notara lo ilusionado que estaba, seguramente las demás personas los miraban como una verdadera familia.

Sobre todo porque Namjoon se preocupaba igualmente por ambos, en cada puesto de comida que MinJoon pedía algo, Nam se preocupaba de ofrecerle algo también a Jin. E incluso cuando terminando el recorrido entraron a una tienda de souvenirs, el doctor le compró al niño un peluche de león y le dio uno de una tierna alpaca blanca a Jin, a pesar de que este se había negado a recibir algo en un principio.

A las tres de la tarde ya habían almorzado y terminado de recorrer todo el zoológico, el pequeño MinJoon había terminado exhausto durmiendo en los brazos de Namjoon. Pero se entendía totalmente ya que había estado turnándose entre estar sobre los hombros del peliplata y corriendo acercándose a los letreros de información que explicaban el hábitat, alimentación y curiosidades de los animales, donde tironeando el pantalón de su padre le pedía que le leyera.

Los mayores volvieron al auto y acomodaron al niño en su sillita cubriéndolo con una manta para que siguiera durmiendo, para después tomar sus lugares.

Chocolate y galletas [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora