XIV

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SeokJin se removía inquieto en la silla de su escritorio mirando su teléfono. ¿Estaría bien llamar a Namjoon? Él claramente le había dicho que cuando fuera momento de evaluar a Jonnie podría solo avisarle que iría y él estaría esperándolo, sin embargo no quería verse como un interesado.

-Ahhh- un grito exasperado provocó que las miradas de sus compañeros en los escritorios aledaños se dirigieran a él, así que hizo pequeñas reverencias hacia todos disculpándose y luego de un impulso presionó "llamar".

Jin no podía ser tan orgulloso en ese momento, si bien Yoongi había pagado la consulta de urgencias que había sido bastante costosa por su precario seguro médico. Todo lo demás había corrido por su cuenta, medicinas, radiografías y las consultas posteriores y aunque podía contar con su mejor amigo para eso también, Seokjin no quería dar ningún motivo a las personas para hablar mal de él, quería demostrar que un hombre o una mujer podían ser perfectamente proveedor y también educar un niño sano, con valores y principalmente feliz.

-¿Hola? - Después del tercer tono escuchó la voz grave de Namjoon.

-Hola yoo -alargó un poco la palabra, tímido e inseguro- Soy Kim Seokjin, me dijiste que te llamara cuando le tocara el siguiente control a MinJoon.

Se oyó una pequeña risita y después un carraspeo para aclararse la garganta- Por supuesto que se quien eres, reconocí tu voz al segundo "Seokjin"- Hizo su voz aún más grave, causando un estremecimiento por la espina dorsal del normbrado- Por favor, ven cuando quieras, solo avísame cuando estés en recepción y yo saldré a buscarte.

-Si, entiendo.

Luego silencio, dando por hecho que la conversación se había acabado, sin embargo antes de cortar, Seokjin interrumpió.

-¿NamJoon?

-¿Si?

-Gracias, estoy ansioso por verte, digo, MinJoon ya quiere verte.

Después la tarde se hizo corta tratando de dejar todo en orden, para poder irse dos horas antes. Y ese era precisamente otro problema que debía enfrentar Jin. Porque su jefe había sido comprensivo acerca de la salud de su hijo, sin embargo sería demasiado utópico que le dieran los permisos pagados. Así que en su liquidación de la remuneración mensual, irían varias horas de descuento.

A las 4 en punto se dirigió al preescolar de MinJoon para retirarlo temprano y como siempre tomó el autobus para hacer el largo viaje hasta el hospital, con el niño en brazos, ya que era difícil que le cedieran el asiento a un hombre joven como Seokjin, no importaba que en caso de un choque o una detención abrupta del vehículo, tuviera dificultades para afirmarse con un niño pequeño.

En cuanto llegó al hospital, el niño intentó bajar de sus brazos para irse corriendo hasta la consulta de Namjoon, pero Jin lo detuvo y maniobró con sus manos para sacar el teléfono en su bolsillo y llamar al doctor, quien se demoró unos cinco minutos en salir a la recepción para recibirlos con una sonrisa.

-Hola bebé- recibió al niño que prácticamente saltó de los brazos de su padre a los de él- Hola Jin- al mayor le revolvió el cabello, sin saber muy bien como saludarlo y aclarándose la garganta lo invitó a pasar a la consulta.

-Doctor Nam ¿Al fin mi bracito será libre?

-Claro cariño- Namjoon se puso sus anteojos de marco negro y sacó de un cajón una pequeña herramienta que prendió y zumbó con un sonido que asustó al menor.

-Ño, Ño- negaba con su cabeza mientras se hacía pequeñito en la camilla.

-Namjoon ¿no hay otra forma?- preguntó Jin asustado también al ver a su hijo tan nervioso.

Chocolate y galletas [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora