XXXVII

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Seokjin parecía un chiquillo berrinchudo apoyando un codo en la mesa mientras revolvía el helado ya derretido en su copa.

Y es que aunque hubiese dicho que no le importaba que Namjoon no supiera de su cumpleaños, llegado el día si le dolía un poquito pasarlo sin él. Además justo se le había ocurrido hacer un turno extra en urgencias y ¡Namjoon jamás trabajaba tiempo extra!

—Perfecto, su mejor amigo lo invita a tomar helado y así le paga, con el látigo de la indiferencia —Murmuró Yoongi por lo bajo. Sin embargo haciéndose oír para la persona frente a él.

—Lo siento Yoongi —Respondió Jin entre dientes, sin sentirlo realmente.

—Ya no importa —Terminó diciendo con un suspiro para luego sacar su teléfono y teclear rápidamente. —Vamonos, tengo que ir por Jiminie.

—Perfecto, me dices que no te presto atención y aun así eres tu él que se va por ahí con su novio el día de mi cumpleaños.

Yoongi se encogió de hombros y sacó unos billetes de su bolsillo para pagar por los helados —No es mi culpa que le hayas escondido el día de tu cumpleaños al tuyo y ahora estés de mal humor.

—¡Oye, no estoy de mal humor! —Se quejó Seokjin cruzándose de brazos y haciendo morritos con los labios.

—Ajá.

Yoongi avanzó hasta el estacionamiento sin esperar a Jin y este sin otra opción lo siguió, aunque siguió enfurruñado por el resto del camino a casa, poniendo los ojos en blanco cada vez que el silencio era interrumpido por la vibración del teléfono del rubio.

—Llegamos —Dijo Yoongi dando un aplauso en cuanto se detuvo frente al edificio de Jin y apagó el motor para bajar del vehículo.

—¿No estabas apurado por ir con Jimin?

—Nooo —Yoongi alargó la palabra y después sonrió felinamente —Subiré contigo y esperare para ver como llega mi sobrino después de haber estado con ese chiquillo.

Jin le dio un suave golpe en el hombro y comenzó a caminar a un lado de su amigo —Tae es un buen tío, estoy seguro que cuida de Joon tan bien como tu.

—Eso es imposi... ¡¿Que?! No puede ser —Yoongi pataleo como un niño cuando se encontró con el letrero de "descompuesto" en las puertas del elevador, no era posible que la cosa se haya vuelto a descomponer después de una semana.

—Bienvenido a mi mundo —Jin se encogió de hombros y resignado fue hacia las escaleras.

En cuanto llegaron al cuarto piso, Seokjin rebuscó las llaves en su bolsillo, pero Yoongi lo adelantó y con seguridad abrió la puerta, estirando un brazo para indicarle a su amigo que podía entrar.

Curioso y un poco confundido Jin entró en el lugar y una ovación de gritos y ¡Feliz cumpleaños! En distintas voces lo acogerieron. Ni siquiera alcanzó a reaccionar cuando Minjoon corrió con un globo verde en las manos y se envolvió alrededor de sus piernas. Después tomó al niño en brazos y recibió con una sonrisa y cara de impresión a Jimin, Yoongi, Taehyung, Jungkook, Hoseok, JungHong y también Yeo-Sang, un buen compañero de trabajo que había llegado con su novia.

Y al final, cuando todos por fin se apartaron, estaba Namjoon, sonriendo sin mostrar los dientes, con los ojos entrecerrados y esos hoyuelos que lo hacían ver tierno mientras se removia inquieto en su lugar, con la esperanza de haber sorprendido a su novio.

Chocolate y galletas [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora