III

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Seokjin apretó el agarre en la mano de Jimin haciéndolo dar un grito ahogado por el dolor en su extremidad, estaba muy seguro que ya estaba morada por la falta de circulación.

-Dios, este hospital debe ser carísimo...

-Tranquilo hyung, después pensaremos en eso, ahora vamos a ver a su hijo.

Preguntaron en recepción y un poco perdidos caminaron hasta urgencias donde un chico blanquito de cabello rubio muy claro tenía en sus piernas a un pequeño con ojos color avellana inundados en lágrimas.

-Mi pequeño ¿qué pasó? ¿Te duele mucho?

El niño asintió y estiró solo un bracito hacia su padre para que lo cargara. Pero Yoongi no se lo entregó.

-Lo siento Jin, hay algunas preguntas como su grupo sanguíneo e información médica que no pude dar, necesito que termines de llenar ese formulario para entregarlo a la enfermera.

Seokjin asintió y se sentó a un costado de Yoongi mientras escuchaba como este le relataba lo que había pasado en el parque. Según el bajito, MinJoon estaba feliz apilando hojas secas para después saltar sobre ellas, hasta que decidió ir a jugar al castillo gigante y por supuesto él lo acompañó, estuvo todo el tiempo pendiente, solo fue un momento que un joven empezó a hablarle y decirle que estaba ahí con el hermanito de su mejor amigo y le hablaba de forma dispersa sobre niños y perritos y videojuegos, cuando se volteó para decirle que no tenía tiempo, solo escuchó un grito. MinJoon estaba usando el resbalin para subir justo cuando un niño más grande decidió bajar y el resultado fue el esperado. MinJoon cayó fuerte al suelo y cuando Yoongi lo fue a socorrer el pequeño no podía mover su bracito y decía que le dolía mucho.

Yoongi se deshacía en explicaciones con la voz temblando, hasta que él mismo Seokjin le puso una mano en el hombro y le pidió que se calmase.

«Kim Minjoon pase al box 13»

Seokjin le entregó el formulario a Jimin que seguía ahí en un costado, esperando no ser una molestia y tomó suavemente a su hijo de los brazos de Yoongi, con cuidado de no mover su brazo.

Entró por las puertas de urgencias donde se leía con letras rojas "SOLO PACIENTES Y PERSONAL AUTORIZADO" y buscó impacientemente el número 13.

Cuando dió con dicho número, se dirigió a el y una mujer de unos treinta años muy bonita lo recibió. Se presentó como pediatra y comenzó a examinar al niño, quien se quejaba al mínimo tacto en su brazo.

-¿Usted es el padre?

-Si, si ¿que le pasa?

-Cálmese - la mujer trató de ofrecerle una sonrisa tranquilizante que no tranquilizó ni mierda a Seokjin - lo más probable es que sea una fractura pero no lo sabremos hasta que tomemos una radiografía.

La mujer tecleó algunas cosas sentada en el escritorio y esperó con paciencia a que una hojita saliera de la impresora para entregarla al castaño.

-Vaya con esta orden al segundo piso, al área de radiología, diga que va derivado de urgencias y entrega esta orden, los resultados los tendrán en 15 minutos, en cuanto los tenga vuelve conmigo para que los revise.

Jin asintió y salió sin hablar tratando de recordar el discurso que le había dado la doctora.

Afuera Yoongi se tomaba la cabeza con los codos apoyados en las rodillas, no podía creerlo, lo que más miedo le daba es que Seokjin nunca más le confiaría el cuidado del pequeño y MinJoon era como un verdadero sobrino para él, como si fuera de su propia sangre, había comprado sus pañales y celebrado sus tres únicos cumpleaños a su lado.

Se sentía tan culpable que estaba a punto de comenzar a llorar cuando un vaso humeando apareció frente a él. Alzando la mirada encontró al pelirrojo que había llegado junto a Seokjin y que debido al momento ni siquiera había mirado.

-Fue un accidente ¿sabes? Esas cosas pasan - habló Jimin mientras tomaba asiento a su lado y comenzaba a beber de su propio café.

-Pero me pasó a mi, que apenas lo cuido una vez a la semana o menos.

-Yaa pero no es tan terrible - el más joven dejó el vasito en el suelo y comenzó a subir su pantalón ante la atenta mirada del rubio - ¿ves esto? - apuntó una cicatriz en su rodilla.

-Mi padre estaba colgando algunos cuadros y no ordenó bien después, no se fijó en que quedaron algunos clavos en el suelo, bueno yo apenas aprendía a caminar y me caí, me enterré uno en la rodilla.

-Tú mamá debe haber querido matarlo - contestó Yoongi ahora más interesado en el tema.

-Bueno si, en un principio si - Jimin sonrió amablemente convirtiendo sus ojos en apenas dos rayitas - pero al final se convirtió en una anécdota y pude hacer una vida normal después de eso.

Ambos se dejaron llevar por la conversación y no se dieron cuenta del castaño que pasaba murmurando "radiología,resultados, box 13" . Y eso fue lo mejor para Seokjin porque no quería que nadie le interrumpiera.

Una vez en radiología convenció a su bebé para que se quedara tranquilo diciéndole que le tomarían una foto a su bracito por dentro y lo harían con "rayos x". MinJoon no sabía que era eso pero lo había escuchado en películas de superhéroes así que debía ser genial, aceptó gustoso después de que su papá le diera un besito en su pequeña nariz de botón.

Después con la carpeta de imágenes y el informe médico en sus manos, Seokjin bajó nuevamente a urgencias, donde la pediatra negó nada más ver las imágenes.

-Claramente hay una fractura aquí, pero el traumatológo es quien deberá evaluar si necesita cirugía o solo yeso.

Seokjin tragó en seco, en primer lugar no quería exponer a su hijo a una cirugía siendo tan pequeñito y en segundo lugar ese hospital se veía carísimo, cada cosa que le hacían al niño ya era una suma mental que estaba haciendo Seokjin y no quería que Yoongi pagara todo.

-No se preocupe señor Kim, tiene suerte de que el mejor traumatologo esté de turno hoy, estoy segura que está preciosura lo amará.

Y aunque Seokjin no estaba preocupado por el traumatologo, siguió a la mujer, fingiendo que era una persona con el nivel económico perfecto para estar atendiendo a su hijo en ese lugar.

Dieron muchas vueltas por varios pasillos, subieron y bajaron escaleras hasta llegar a un lugar tan blanco e igual a todos los demás, donde la mujer simplemente abrió una puerta con confianza.

Jin se mareó y apretó un poco más el agarre en su hijo, lo invadió un olor a chocolate, no cualquier chocolate, era "ese" olor y cuando entró a la sala un hombre con bata blanca y cabello color plata le devolvió la mirada, viéndose igual o más afectado que él.

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Chocolate y galletas [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora