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El primer domingo sin Minjoon se sintió extraño y solitario. Jin pensaba que un día sin su hijo significaba tiempo para él, podía ver alguna serie, limpiar la casa sin tener que interrumpirse cada 15 minutos porque Joon tenía hambre o quería jugar.

Pero no fue así, solo pensaba en que estarían haciendo Namjoon y su hijo, si acaso les hacia falta o estaban mejor sin él, tal como lo estaba su familia.

Se sentía triste y por imposible que sonara su dolor habia pasado a un nivel físico, estaba todo el tiempo cansado, no quería comer y su rostro dejaba ver dos enormes ojeras bajo sus ojos, además lloraba con frecuencia, tanto así que a veces de la nada un recuerdo le venia a la mente mientras estaba trabajando y los números comenzaban a verse borrosos en la pantalla del ordenador, todo gracias a las lágrimas que empañaban su visión.

No podía decir que estaba preocupado por cómo Namjoon cuidara de su hijo, porque sabía que era un hombre atento y preocupado. Además confiaba plenamente en él, lo que era extraño después de su pasado, después de que le inculcaron que los alfas no valían la pena, que eran bruscos, posesivos y violentos.

Pero se sentía como un idiota, porque él mismo no era el omega que su familia describía, él no era sumiso ni alguien dependiente de los demás, no era débil ni tonto. Era como todas las personas, con virtudes y defectos.

Tal vez se había equivocado en no contarle a Namjoon, en negarle su derecho a ser padre pero había estado tan jodidamente aterrado, si hubiera sabido que el doctor era alguien bueno y comprensivo hubiese corrido a sus brazos hace tanto tiempo.

Además todo se había vuelto un lío en su cabeza y comenzaba a analizar cada una de las palabras de Namjoon. Empezando por que hubiera pasado si aquel sábado no hubiese ido al trabajo, si Minjoon no se hubiera accidentado y terminado en aquel hospital.

Probablemente el niño habría crecido y en algún momento comenzaría a preguntar por su padre y Jin le habría dicho que no tenía idea de quién era, pero eso sería horrible, no podía decirle algo así a su hijo.

¿Decirle que los abandonó, que estaba muerto? Como sea Minjoon hubiese querido averiguar hasta dar con Namjoon y hubiese encontrado un hombre bueno y probablemente odiaría a Seokjin.

Si, estaba siendo dramático, pero al final su mente estaba llena de "supuestos", algunos mejor que otros porque también se preguntaba como sería su vida ahora de haber buscado al menor antes.

¿Namjoon hubiese besado su barriga para después decirle que seguia viéndose hermoso? ¿Hubiese salido corriendo a buscar sus antojos?

Inevitablemente Jin imaginó una realidad alterna y sus ojos volvieron a inundarse de lágrimas mientras miraba al vacío, sentado en su sofá.

Lo quería, lo quería tanto que sentía el pecho oprimido mientras cerraba muy apretados sus ojos y trataba de acallar sus sollozos que eran inevitables. Solo seis meses le habían valido para enamorarse de Namjoon y a pesar de lo que estaba viviendo no se arrepentía. Imposible hacerlo cuando vio como su hijo se despedía de él moviendo su manito con una enorme sonrisa que marcaba esos hoyuelitos heredados.

Estaba tan ensimismado, procurando calmar su llanto que no escuchó los golpes en la puerta hasta que se hicieron cada vez más fuertes y era acompañados de la voz de Yoongi.

De forma brusca secó sus mejillas con la manga de su sudadera y fue a abrir, encontrándose con su mejor amigo y el  novio de este.

Jimin entró directamente al baño mientras Yoongi lo abrazó y le acarició el cabello de la nuca solo con una mano mientras la otra sostenía una bolsa con pollo frito.

Chocolate y galletas [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora