Capítulo 2

339 44 6
                                    

Como ya suponía, mi prima y yo no nos tenemos demasiada confianza. Más bien, ella me mira mal, debido a que es hija única y ha obtenido todo aquello que ha pedido por su boca. Ahora, yo era como alguien que había llegado a su casa y estaba invadiendo su espacio y quitándole esa atención que le prestan al cien por cien. Algo con lo que se manifiesta a través de miradas negras, algún que otro gesto grosero y palabras hirientes, con las que me callo por no tener problemas. Quiero que mi tía tenga confianza en mí, y mi conducta y respeto hacia ella por todo lo que le hice años atrás, es mi manera de rectificar y poder recompensárselo por todo lo que ella hace por mí.

Durante el desayuno solo hablamos de como será mi primer día en el instituto. Por supuesto, Cala, mostrándose muy educada y amable delante de sus padres me sonríe expresando de una manera falsa, como me va ayudar para hacer amigos.
Eso solo pasó el tiempo que duró el desayuno, porque la realidad iba a ser distinta.

Nada mas salir a la calle, Cala me deja dicho, más bien debo de tomarlo como una amenza, de que por ningún concepto, debo acercarme a ella y mucho menos nadie debe entererarse de que somos parientes.

Exactamente no entiendo su comportamiento y mucho menos por que me trata de ese modo, como si le diera vergüenza de mí. Hasta ella misma me lo afirmó cuando apenas quedaban unos cuantos metros para llegar a lo que sería mi zona de estudio.

Cala busca a sus amigas y empiezan hablar mientras yo me quedo parada agarrando una carpeta mirando para todos lados asustada por ver tanta gente reunida hablando en grupos, otros tocando algun instrumento, observando sus teléfonos.., y yo estaba allí sintiéndome trasparente. Como si cada paso que daba por aquel pasillo que me conduciría a mi aula, me lleva a una de las salas de pruebas del psiquiátrico.

Siento mi cuerpo temblar, mi piel erizarse nada más cruzar por la puerta y ver a chicas y chicos de mí misma edad gastando bromas, tecleando en sus Tablet o simplemente mirando sus teléfonos. Yo, por supuesto no tengo teléfono, de hecho, nunca lo he tenido ya que nos se estaba prohibido tenerlo. Nos comunicamos a través de cartas o deben de llamar a la clínica. Para mí todo aquello era nuevo, pues tenía doce años cuando dejé de asistir al colegio, y durante los años que permanecí en el psiquiátrico un profesor nos ha dado clases si estábamos en condiciones de hacerlo.

Miro aterrada apretando mi carpeta contra mi pecho buscando un lugar donde sentarme. Pregunto si puedo sentarme en dos ocasiones, me responden que está ocupado, una chica de pelo verde con piel blanca vestida de negro me dice que me siente al final, allí nadie se sienta. Asiento con mi cabeza agradeciéndole su ayuda.

Sí, ahora soy educada, antes no  era así, era muy mala educada, gritaba, golpeaba objetos y a personas sin importarme absolutamente nada. Salvo salir victoriosa e ir alimentando cada vez más mi odio.

Tomo asiento en la última fila de la clase. Me siento aún tensa, incluso torpe, mis manos tiemblan, mis piernas no dejan de moverse, creo que me va a dar un ataque de ansiedad. Respiro hondo varias veces, bajando mi vista hacia la carpeta donde comienzo a dibujar.
De siempre me ha gustado dibujar, y ha sido mi terapia y mi vía de escape en mis peores momentos.
Expresar todo lo siento por dentro a través de pinturas.

El profesor llega, comienza pasando lista, todos los alumnos nos levantamos haciendo una pequeña presentación.
Cuando llega mi turno, hablo poco, pues mi timidez y hablando medio tartamudeando solo consigo que mis compañeros se rían de mí.
Inmediatamente me pongo roja, trato de esconderme y hacer que no pasa nada, cuando en realidad siento como mis mejillas arden y mis ojos están al borde de las lágrimas.

En toda la clase he abierto la boca para nada, había muchos momentos donde me sentía cohibida, cuando observaba algunas chicas mirándome y murmurar algo entre ellas yo me siento más pequeñita, como que no valgo nada.

DEMUÉSTRATE QUIÉN ERESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora