Capítulo 21

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Han pasado tres meses desde que supuestamente estoy casada.
Durante este tiempo no he vuelto a ver a Enrique, aunque hablamos por teléfono de vez en cuando comentando me cómo va el papeleo para la adopción.
Por su voz puedo llegar a imaginar de lo feliz que debe sentirse y yo también me alegro de haber contribuido en algo tan bonito.

Esa misma tarde hablo con la madre superiora, a pesar de no verlas durante todos estos años, sigo en contacto con ellas y con los niños.
De hecho, me ha dado una gran noticia. Teresa va ser adoptada pronto. La preocupación de la madre superiora era de que Teresa ya no iba ser adoptada como algunos de los demás niños debido a que tiene trece años.
Aún así, es todo una alegría poder compartir este milagro y al hablar con ella, su voz suena tan entusiasmada que no puede evitar sollozar.

— Teresa mi amor, tu sueño se ha cumplido, vas a tener una familia. Me imagino que estarás muy contenta con la gran noticia.

— Sí. En cierto modo, ya perdí las esperanzas de poder encontrar una familia que quiera adoptarme. Espero poder caerles bien y que ellos sean mis padres y me quieran. — Escucharla hablar con tanta nostalgia se me parte el corazón en dos.

— Estoy segura de que te querrán mucho mi princesa. Tú eres muy dulce y cariñosa. Estoy segura de que podrás adaptarte bien con la que será tu  familia.  — Aunque trato de animar a Teresa, siento una punzada dentro de mi pecho al imaginarme de no volver a poder hablar con ella.

Durante estos años, no he podido viajar a mi país, pero si he estado en contacto con ella y las monjas.
En cierto modo me alegro por Teresa de que al fin haya podido encontrar un hogar donde la quieran como se merece.

Yo comienzo a pintar lo que será mi tercer cuadro que expondré en la galería.
Esta noche van a asistir personas muy importantes relacionadas con la artesanía y donde valorarán mi trabajo.
La última vez tuve bastante éxito, dado que vendí todas mis obras y espero que esta noche se repita.

A las mismas ocho de la noche, me encuentro cruzando la puerta de la galería saludando a mis invitados. Algunos los conozco a otros no tanto.
Carolina se encuentra a mi lado mostrándome cómo debo de actuar.

— Está noche tú eres la protagonista Gabriela. Disfruta de tu éxito, ahora eres una pintora que poco a poco quiere ser reconocida. Y estoy segura de que lo serás.

— No lo hubiera conseguido sin tu ayuda Carolina. Siempre te estaré agradecida.

— Para nada. Yo solo he visto en tí a una artista que se ocultaba, ahora eres la mujer que siempre quisiste ser.

En ese momento somos interrumpidas por varios caballeros.
Hablamos durante unos minutos sobre mis obras contándome que ellos son dueños de una empresa de arquitectura, son padre e hijo y les gusta el arte.
De hecho me han encargado dos de mis cuadros.
Les agradezco mucho su interés hacia mis obras, seguimos hablando durante unos minutos más hasta que soy nuevamente interumpida por varias personas.

La noche ha sido especial para mí. Todas mis obras han sido vendidas y pronto se me concederá una entrevista para un periódico muy importante.
Me siento tan feliz que no dudo en llamar a Enrique para contarle la noticia. Él me felicita alegrando se por mí.
Me gustaría poder preguntarle cuando lo volveré a ver. Prefiero morderme la lengua y no hacerlo, él mismo me explicó en que consiste nuestro matrimonio.
Sólo representa un papel, él hace su vida con normalidad y de eso hablamos, me comenta que ha comenzado a salir con una famosa actriz, y que nada más obtenga la adopción nosotros vamos a divorciarnos. Por supuesto, me obsequiará por haberle hecho el favor.
Aunque me duela admitir que soy estúpida por tratar de ver que tengo alguna posibilidad con Enrique, recapacito y digo que no hay nada entre él y yo.
Sólo pasemos una noche juntos, se porta muy bien conmigo eso es todo.
Yo tengo la culpa de crearme  ilusiones falsas.
Debo de seguir adelante con mi vida.
Estoy escalando en una pirámide muy inclinada donde todo lo que estoy obteniendo es por demostrarme a mí misma de que soy capaz de hacerlo, de que a pesar de haber tenido que nadar a contracorriente, he podido obtener lo que tengo.
Éxito, talento, una galería de arte y poder enseñar a otras personas que carecen de recursos para poder estudiar y tienen talento, mediante el arte han descubierto su vocación y la puerta que les muestra la felicidad.

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