Abro despacio los ojos algo aturdida. Maldito Brun, ya me ha vuelto a drogar con sus pastillas para hacerme dormir.
Me remuevo en el pequeño sofá notando de que alguien me tiene agarrada por mí muñeca.
Alucino viendo a Kike sentado al lado mío.— ¿Qué haces aquí? — Pregunto mientras me siento bien en el sofá mirando a mi amigo.
— El señor Brun me ha llamado y me ha contado todo. Además, he estado hablando con Martín y los demás sobre lo que te ha sucedido con la foto y tú compañero.
Chica, ¡menudo día llevas!— Estoy bien gracias por preocuparte y ahora sí me disculpas debo de marcharme.
— Angie, ven conmigo. Daremos una vuelta y hablaremos con el resto del grupo. Si Martín no quiere ser tu amigo yo no tengo porqué no serlo. Todos tenemos un pasado, y reírse de los demás está de moda, pero una amistad debe de ser para toda la vida.
— Kike...— En ese momento me sentía vulnerable ante la mirada hipnótica grisácea de mi amigo. Lo abrazo sintiéndome más fuerte entre sus brazos.
— Ven, vayamos a tomar algo y después ya veremos qué hacemos. Por cierto, menuda siesta te has hechado en el sofá. — Río por las bromas de Kike mientras caminamos en busca de su moto.
Al llegar a la cafetería me encuentro con Aarón y el resto del grupo con caras algo largas. Me paro en seco, pensando si sentarme o no con ellos. Quizás deba de irme, y eso hago, o al menos lo intento si no fuera porque Kike me ha agarrado por mi brazo empujándome hasta la mesa.
Saludo con un simple hola, quedándome de pie mirando uno a uno a mis amigos.— Venga Angie, siéntate y pide lo que quieras para comer. — Me dice Aarón.
— Gracias, pero no tengo hambre.
— ¿Tendrás sed? — Insiste.
— Bueno, un vaso de agua no me vendría mal. — Sonrío tímidamente enfocando mi vista en Kike el cual mira la carta del menú.
— Angie, sentimos mucho lo que te ha sucedido esta mañana. Lamentamos no haber respondido a tu llamada y queremos disculparnos contigo. — Maika es la primera en disculparse, seguido lo hace Sonia, Aarón y Martín.
— No tengo nada que perdonar. Vosotros os habéis portado muy bien conmigo, y en parte no sé cómo agradecerles todo lo que hacen por mí. Yo no quiero causarles problemas y mucho menos que se vean en el foco de los rumores por mí maldito pasado. Algo de lo que me avergüenzo y quiero reparar de algún modo todo el daño que causé a la gente que me ama. — Evito no llorar aunque me siento muy triste por todo lo que me está sucediendo. Maika me agarra por mi mano expresando su amistad, seguido me da un abrazo donde todos los del grupo se unen a ese gran abrazo.
El camarero nos trae una pizza enorme y batidos. Comemos gastando bromas pasando un rato agradable.
Después de haber aclarado todo, Aarón me invita a dar una vuelta con él, miro en dirección donde se encuentra Kike y éste me hace una señal con su cabeza para que me vaya.
Aarón conduce hasta un lugar apartado y tranquilo.
Nos sentamos en la hierba mirando el pequeño arroyo que cruza por mitad en silencio.— ¿Porqué me has traído aquí? — Necesito saber cuál es el motivo por el que me ha traído aquí.
— Angie necesito que sepas que me gustas. Y me gustaría pedirte salir. — Siento mi cabeza darme vueltas cuando Aarón se acerca peligrosamente hasta mis labios dándome a probar el sabor de los suyos.
Sus labios son aterciopelados, con un sabor dulce y apetecible, pero no siento ese cosquilleo que se debe sentir cuando alguien te besa.
Me aparto de Aarón disculpándome.— Lo siento Aarón, pero creo que no me gustas. Te veo más como mi amigo. Lo siento mucho. — Siento mucha vergüenza, tanto como que no me atrevo a mirarle a sus ojos.
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DEMUÉSTRATE QUIÉN ERES
De TodoTan solo era una niña cuando Angie pierde de manera trágica a su padre y por presenciar la muerte de su padre todo comienza a cambiar en su vida. No sólo, opta por coger el camino más fácil cegada por la rabia de meterse en líos a lo que su mente le...