DIECINUEVE

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Mierda, es un bastardo atractivo y sexy, lo admito, pero no frente a él, solo en mi mente.

-Un placer – le dedico una semi sonrisa discreta - Lev Nikoláievich Tolstói jefe de la Bratva.

-Alguien está bien informado – se burla.

-Por supuesto – con un gesto de mi mano le indico su lugar – aunque, no es algo realmente impresionante, después de todo en nuestro mundo, ¿Quién no conoce al líder de una de las mafias más grandes del planeta?

-Me alaga tu comentario – se acomoda en el lugar – no es para tanto, Port Mafia se ha posicionado muy bien estos años, desde que Ougai Mori ascendió al poder

-Boss, siempre busca lo mejor para la corporación – comienzo a servirle té, justo como me enseñó Ane-san, es un arte, una ceremonia – además debo al menos saber los nombres de los candidatos a mi mano.

-Preciosa y mordaz – sonríe tomando un poco de su té – me disculpo, lo más adecuado es precioso y mordaz.

-Como gustes, ahora mismo soy una mujer completamente – le guiño el ojo.

-Eso parece – con un par de sus dedos empuja mi mentón hacia arriba, examinando mi rostro – me gusta lo que veo, no es un rostro vulgar, ni uno simple con facciones asiáticas – bastardo, es tan imbécil – una verdadera joya exótica. Lo admito Ougai Mori sabe jugar bien sus cartas.

Observo con atención sus movimientos, saca su celular y marca a un número.

-Hola, Ougai, estoy dentro – cuelga con una sonrisa.

Enarco una ceja.

-Mi presencia aquí no significaba que estuviese de acuerdo con todo – explica más tranquilo – primero debía conocerte, y me agrada lo que he visto, me convenciste Chuuya.

-No me agradas – suelto sin más, a lo que él se ríe.

-Una fiera me pregunto, ¿Qué tan leal eres a Port Mafia?

-Daria mi vida por Port Mafia – aseguro con firmeza.

-Veo – tararea – eso lo hace más interesante.

-Nada puedes ofrecerme que sea suficiente para traicionarlos.

-No planeo que los traiciones, no me mal entiendas – se queda en silencio un momento admirando el paisaje – quiero una esposa, una mujer fuerte con alguna habilidad aún más fuerte y especial. ¿Por qué no tocas una poco de música?

-No, puedes ser claro, ¿verdad?.

Me levanto y tomo el instrumento, me acomodo y comienzo a tocar.

-Podría ser claro, pero aún no es el momento.

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Así que el jefe de la mafia rusa, una rata rusa más.

Es tan repugnante ver a mi perro servirle a otro, que no es su amo, sin duda tengo que interrumpir esa cita.

Aunque aún no es el momento, Tolstoi no es como los demás, los rusos solo dan problemas, Mori solo complica las cosas.

Me reacomodo en mi posición, sé que él me ha visto, solo fueron un par de segundos, su mirada se topó con la mía, sin duda un rival formidable, y quizás mi mayor competencia, pero no ganara.

-Ane-san será una excelente aliada

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Vidas ParalelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora