QUINCE

1.5K 170 106
                                        

-Y una mierda Dazai – gruño, esa voz es inconfundible, Dante frunce el ceño.

La caballa estúpida llega a la mesa, trae consigo a. ¿una chica? Llorando, y a Akutagawa.

-¿Qué mierda paso?

-Ese no es vocabulario para una señorita – comienza a burlarse – aunque la única señorita presente es Atsushi-kun

-Por favor, Dazai-san, no diga eso – chilla.

-Espera – observo con detenimiento a la chica, no hay duda – ¿tu mascota tigre?

-Nakahara-san, no soy una mascota aunque tampoco soy mujer

-Ahora estamos en el mismo barco, así que si eres mujer – le digo - ¿cómo diablos paso? – antes de que Dazai diga algo, observo a Akutagawa – rápido un informe verbal breve.

-En la misión de hoy, Jinko y yo estábamos al frente del combate cuando estábamos por capturar a una de las mujeres, aparecieron otras entre ellas una chica de cabello rosa, toco a Jinko y - tose breve con un ligero sonrojo – ahí está el resultado.

-Joder – murmuro, me sirvo otra copa de vino y la bebo – un momento ¿cómo sabían que estaba aquí?

-Oh mi pequeño perchero, que no se te olvide que conozco todos tus movimientos – una sonrisa maliciosa asoma en su rostro mientras le dirige la mirada a Dante – absolutamente todos

No puedo evitar mi sonrojo, se bien a que se refiere el muy maldito sin vergüenza.

-Muy bien, muy bien – intento relajarme - ¿Qué se supone que haga yo?

-Simple hazte cargo de Atsushi-kun – frunzo el ceño.

-Escucha se y entiendo que el niño no tiene la culpa de toda tu mierda e inutilidad, pero, estoy en una cita.

-Entiendo que con tu pequeño cerebro de babosa no lo comprendas, pero, déjame explicarte – observa a Atsushi – las únicas opciones ahora mismo somos Akutagawa, tu yo; Akutagawa solo piensa en asesinarlo así que esta descartado, yo pues como sabrás solo hay un motivo por el que convivo con una mujer en mi casa y no queremos que Atsushi-kun descubra mis encantos – sonríe.

-Y una mierda, no te atrevas a tocar al pobre – gruño y lo apunto con un tenedor, el alza las manos.

-Oh Chuuya siempre tan celoso – con mi habilidad impulso el tenedor para apuñalarlo, el bastardo lo esquiva – lentoooo – canturrea – ahora bien, regresando al tema, Yosano no es una opción – afirmo, esa doctora es tan espeluznante a veces como Mori, o incluso el chico tigre es demasiado inocente para su compañía – Naomi tampoco es tan buena opción y Kyouka es una niñaoh y sobre todo las tres están en tu casa, así que te toca llevarte a Atsushi.

-Yoyo puedo irme a casa. No quiero molestar a Nakahara-san – murmura, lo observo sus ojos están anegados en lágrimas.

-Mierda, Dante esto esta siendo un maldito caos y juro que lo siento – muerdo mi labio – pero no puedo dejar – dudo un momento – a la pobre chica, esos dos que vez ahí no saben como lidiar con una chica.

-Descuida – se levanta y saca una silla – siéntese joven dama por favor – le dice a Atsushi – creo que un vaso de agua le vendrá bien - sonríe amable, es un caballero.

-Todo un caballero – sonrió y jugueteo un poco con mi cabello.

-No es nada, digamos que los italianos sabemos tratar a las mujeres

-Tengo fascinación por los poemas italianos.

Dazai comienza a hacer muecas de asco.

-Bueno nos vamos, cuídate Atsushi-kun y no dejes que el chibico te induzca al vicio del alcohol.

Vidas ParalelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora