-Maldito bastardo – le gruño, le lanzo otro golpe – defiéndete
Golpes, patadas, todos los esquiva, se mueve por los escritorios esquivando mis ataques, sus compañeros nos observan extrañados, excepto por un chico de cabello oscuro que come dulces sobre un escritorio.
Cuando estoy por golpear el rostro de Dazai empujan al chico tigre, con lo cual queda a centímetros de mi puño, por suerte me detuve a tiempo.
-Por favor señorita si nos explican podríamos ayudarle – coloca sus manos frente de sí.
-Idiota – observo a Dazai que ya se puso tras el chico – se útil e inutiliza este poder.
-Oh Chuuya pero si así estas mejor, siempre haz sido como una mujer incluso en lo pequeñito.
-Te voy a matar – un aura roja envuelve mi cuerpo, bueno al menos mi poder no fue afectado.
-Dazai-san por favor deje de hacer esos comentarios, por favor señorita cálmese.
-Muy bien ya me aburrieron – el que hasta hace un momento no prestaba atención a nada, se nos acerca – señor sombrero elegante por si no lo has notado Dazai ya te tocó y sigues siendo una señorita.
Oh no, no, no, me niego.
Estoy en shock, me toco el cuerpo y en efecto sigo siendo mujer.
-No, no, no, me niego – cubro mi rostro con las manos, creo que incluso puedo llegar a llorar.
-Mi poder no tiene excepciones – dice molesto la caballa suicida.
-No, no las tiene.
-Ranpo-san podría explicar lo que sucede
-Claro que un gran detective como yo podría explicar algo así Atsushi-kun – sonríe y abre otra bolsa de frituras – pero creo que será mejor si él señor sombrero elegante lo explica.
Vuelve a su lugar.
-Tu bastardo – tomo del cuello de la camisa a Dazai, actuó con rapidez que no puede escapar – si no me eres útil no veo porque deba dejarte vivir.
Saco la navaja de mi pierna que es en donde la llevaba oculta bajo la falda, la coloco en el cuello de mi rival.
-Vamos Chuchu hazlo – sonríe y se empuja un poco más en el filo, provocándose un leve corte, con lo cual un pequeño hilillo de sangre brota – por fin moriré y a manos de una bella dama, al menos en apariencia – su tono tiene burla – después puedes suicidarte y así moriremos juntos como un par de apasionados amantes.
-Me das asco imbécil – le doy un puñetazo en el rostro y lo suelto.
-Eres blando Chuuya – canturrea.
-Entonces ella es Nakahara Chuuya de la Port Mafia – sorprendido afirma el rubio de lentes.
-Toda la razón Kunikida-kun.
-Nakahara-san – el albino me acerca una silla – tome asiento por favor
Respiro, no quiero derrumbarme frente al enemigo, sin importar si estamos en tregua siguen siendo enemigo; dejo caer mi peso en la silla.
Permanezco en silencio, debatiéndome si decir lo que sucede o intentar arreglarlo yo mismo, ya que el plan A fallo estrepitosamente.
-Creo que es mejor que me marche – estoy por tomar mis cosas, pero una voz grave me interrumpe.
- ¿Qué es todo este escándalo? – ahí frente a mi esta el presidente de la agencia.
Su fría mirada se posa en mí.
-Chuuya estaba por decirnos – quiero asesinar a Dazai, y me arrepiento de no haberlo hecho hace unos instantes.
-No mientas desperdicio humano – me levanto – yo estaba por irme.
-De acuerdo – Fukuzawa, de rostro impasible, me acorrala – hablare con Mori-sensei sobre el revuelo que provocaste en la agencia y como casi provocas que la tregua termine – se gira con tranquilidad.
-No – aprieto mis puños – el boss no sabe nada de esto y planeaba que Dazai pudiera deshacerlo sin necesidad de hacerlo más grande, ya falle una vez no puedo volver a fallar.
Él mayor se detiene, y asiente sin siquiera mirarme, pero me da a entender que no dirá nada si me explico.
-Estaba en una misión – comienzo antes de arrepentirme – fui en solitario, un nuevo grupo quería invadir el territorio de la Port Mafia, así que me enviaron a mi para terminar con todas, y así lo hice pero – busco un cigarrillo en el pequeño bolso que compre para la ocasión, lo enciendo – cuando estaba por marcharme del lugar me tope con una pequeña niña – observo a Dazai y niega, sabiendo perfectamente mi debilidad por los niños – me pareció sospechoso – le doy una calada a mi cigarrillo – me acerque para matarla de forma rápida cuando ella me toco, un resplandor nos invadió, perdí el conocimiento, al despertar yo ya era una chica.
-Oh esto es impresionante – exclama la doctora de la agencia – deberíamos hacerle estudios – sonríe de forma tétrica.
Dazai coloca su mano en el mentón, analiza la información que acabo de proporcionar.
-Así que dejaste tu orgullo y viniste a buscarme – asiento – tuviste un error en tu misión por tu poca inteligencia, sigues confiando demasiado en tu poder Chuchu.
-Fue un maldito error, era una niña pequeña, maldición – mi enojo provoca un leve daño en el suelo.
-Por favor calma Nakahara-san; yo entiendo que no quisiese lastimar a una niña – los demás apoyan al chico con un asentimiento de cabeza.
El jefe de ellos que había permanecido en silencio, se gira y de nuevo solo me observa a mí.
-¿Qué planeas hacer?
-La verdad es que no lo sé, tengo una semana de descanso y quiero solucionarlo antes de que deba presentarme al trabajo – en cuanto termino de decir aquello sonrió, se me ha ocurrido una idea, quizás sea una locura, pero a tiempos desesperados medidas desesperadas – los quiero contratar para que resuelvan este caso en menos de una semana, el dinero no es problema.
-No podemos aceptar dinero de la mafia – alega de inmediato el rubio.
Ignoro esa queja y solo observo al presidente, nuestro duelo de miradas permanece por un par de minutos.
-De acuerdo – cede, yo sonrió más que feliz – además debemos averiguar porque la habilidad de Dazai no funciono – el nombrado chasquea la lengua con molestia – esta misión será la prioridad de todos, deben esforzarse al máximo.
Sin más se retira, no les dejo paso a ninguna replica.
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Vidas Paralelas
FanfictionUna misión... Un nuevo poder... ¿Qué puede salir mal? Eso fue lo que pensó Nakahara Chuuya uno de los ejecutivos de la Port Mafia, sus misiones si bien siempre implican un gran riesgo nunca fueron problema para él, todo debido a su inmenso poder, ha...