ONCE

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-Puagh – una voz insoportable rompe el momento – Chuuya una dama que buena broma – se ríe fuerte.

-Silencio – siseo, trato de controlarme.

-Yo no fui el que dijo la broma – se limpia las lagrimas que se le salieron ante el ataque de risa.

-No es ninguna broma – la voz sería de Dante corta la interacción – es obvio que no eres capaz de apreciar una belleza como la que tenemos frente a nosotros – le dirige una mirada de superioridad a Dazai – tan solo con verte me doy cuenta del tipo de persona que eres tan carente de clase

De inmediato la caballa se torna serio, su mirada se torna tan vacía y oscura.

Y sonríe.

Maldición las alarmas suenan en mi mente, algo planea, como siempre para avergonzarme.

-Bueno luego no digas que no te lo advertí – sonríe divertido – después de todo conozco a chibico desde los quince

-Silencio – frunzo el ceño – ni se te ocurra continuar caballa apestosa.

-Pequeña babosa, ya tan rápido te estas enojando, si solo digo la verdad, o es que, ¿acaso tu minúsculo cerebro no lo recuerda?

-No quiero recordar, el día en que mi vida se convirtió un infierno por tener que soportarte – aprieto mis manos en puños – joder

Gruño, ya que el dolor de cabeza está volviendo a mí.

-No me interesa lo que tengas que decir – lo corta Dante, me toma con cuidado del brazo - ¿estás bien?

-Es solo la resaca del petit adicto al vino – resta importancia Dazai.

-Solo es un dolor de cabeza – le sonrió, o al menos lo intento – pero vamos se hace tarde.

-Te pido de la manera más cortes posible – le sostiene la mirada a Dazai – que dejes de incordiar a mi futura prometida – me sonríe.

Oh por dios, lo dijo, le dijo a la caballa sobre los planes.

Un momento eso significa, que le gusto.

Siento mis mejillas arder, estoy sonrojado.

-Prometida, eh - siento la gélida mirada de Dazai en mí, es tal como la que tenía en los tiempos de Port Mafia.

Como antes de que conociera a Sakunosuke Oda

.

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El trayecto de regreso a Yokohama es tranquilo, demasiado tranquilo que asusta.

Dazai está muy callado y quieto.

Trato de concentrarme en conducir, así lo hago, Dante observa el paisaje a nuestro alrededor, cuando divisamos lo que es la entrada a Yokohama, me observa.

-Debemos ir primero con Mori – asiento.

-Entiendo.

-Nuestro acompañante no parece ser miembro de Port Mafia.

Aprieto el volante, me temía justo eso.

-No, no lo es – murmuro incomodo – pero es de fiar.

.

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Así que por eso la babosa no quería que viniera.

Se iba a encontrar con un amante.

Aunque por fuera no demuestro sentimiento, sino todo lo contrario, me muestro como hace años que no lo hacía; analizo la situación, no puedo solo creerle a este tipo con mal sentido de la moda, así como así.

Vidas ParalelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora