Capítulo 16: Esto no es un adiós

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Narra Autor

Continente desconocido, bosque desconocido.

Se puede ver a nuestro querido protagonista llegando a una cueva ubicada en el continente que limita con Ishgar, luego de un largo viaje de obtener información de secuestros en varios pueblos, todas las pistas lo guiaron a esta cueva. Tras unos pocos minutos por fin llegó a su objetivo, pero algo está perturbando el ambiente.

As: Este lugar, no me trae una buena señal. Dijo en voz baja mientras se adentra en la oscuridad de la cueva.

El demonio de cabellera plateada se percató de unas antorchas apagadas, que se encuentran en las paredes de la cueva, pero este decide seguir con su camino al corazón de la cueva, debido a que no necesita luz, ya que puede ver a través de la oscuridad, como si fuera de día. Camino durante unos cuantos minutos llegando al corazón y final de la cueva, pero lo que más le sorprendió a la vez que molesto, es ver en el suelo los pequeños rastros de sangre, que formaban un símbolo el cual él sabe lo que significa.

As: Llegue tarde, alguien abrió la puerta. Dijo mientras con su mano toca el suelo.

As: Tengo que averiguar, cuantos demonios salieron de ese pequeño portal. Mencionó para luego cerrar los ojos, mientras inhala para luego exhalar, localizando con facilidad dos rastros de dos firmas demoníacas.

Pero nuestro protagonista demoníaco abrió rápidamente sus ojos al identificar a quienes pertenecen esas firmas de energía demoníaca, aunque solo le intereso a la vez que sorprendió solo una de esas energías, ya que pensó que no la volvería a ver nunca más, o en el peor de los casos la dio por muerta.

As: Ai, sigues con vida, entonces tú saliste por la grieta. Dijo con en voz baja, con una pequeña sonrisa casi imperceptible en su rostro.

As: El otro es un demonio, ¿un general de bajo rango?, es muy aburrido, mejor acabo rápido con él. Suspiro pesadamente para ponerse de pie y comenzar a salir de la cueva.

As: "Ambos se están dirigiendo a la misma dirección, pero parece que Ai lo está siguiendo, tal vez deba darme prisas, si ocurre algo que este continente tome como agresión, tal vez otra guerra estalle, aunque no sea nada en comparación a la que ocasione hace tiempo". En el transcurso en el que nuestro querido protagonista demoníaco estuvo perdido en sus pensamientos, terminó saliendo de la cueva.

Una vez fuera miro al cielo y pudo ver que definitivamente, algo cambio en esa cueva debido a que cuando llegó el sol estaba saliendo, y ahora se está ocultando, lo que lo hace mantener su teoría es que solo estuvo veinte minutos dentro de la cueva. Pero ignorando este pequeño acontecimiento cambió la dirección en la cual estaba mirando, ya que ahí se encuentras las dos firmas de energía demoniaca.

As: Por lo que siento, están bastante lejos, será mejor que valla a toda velocidad o perderé las firmas. Mencionó con algo de aburrimiento.

Alrededor del demonio de pelo plateado un impresionante calor comenzó a sentirse, pero eso no es todo, debido a que desde la espalda de As, tres pares de tentáculos de fuego comenzaron a surgir, que lentamente fueron creciendo y cambiando de forma a unas inmensas alas de fuego azul.

As: Esta va a ser la primera vez en siglos, puede que acabe mal. Dijo sin mucha importancia.

El agente del consejo, flexiono un poco sus rodillas, para que de un momento a otro este se impulse, alcanzando una gran altura, permitiendo que este comience a volar con rumbo a la ubicación de esos dos demonios.

En menos de un minuto y a una gran velocidad, siendo percibido tan sólo como un rayo de luz atravesando el cielo, As llego aterrizó de una manera elegante a la vez que imponente para cualquier ser vivo que lo viera. Lentamente las alas de fuego fueron disminuyendo su tamaño hasta convertirse en pequeños tentáculos de fuego azul que desaparecieron en la espalda del antiguo monarca de los demonios.

Pecados de un ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora