Colgando en tus manos |CARMUEL|

67 [S.G]

Viendo a Carla en esa piscina ahogándose me hico sentir muchas cosas, lo primero que se me paso por la cabeza es salvarla porque no creo que podrá vivir sin ella. Lo que me molesto fue que no fui el primero en notarla, el primero fue Polo y eso me anda molestando.

Sin embargo, Carla sigue muy agradecida hacia él a pesar de todas las cosas, debe ser porque el mato a una persona y eso le sigue atormentando.

Cuando padres de Carla llegaron sentí mucho miedo por todo lo que podría ocurrir, no confiaba en su padre y además quería seguirá junto a ella pase lo que pase.

-Sabía que iba encontrarte aquí, junto a mi hija – dijo Teo

-No pienso dejarla sola.

-¿Qué te paso, Carla? ¿Sabes lo que nos dijeron afuera? – cuestiona su mama

La mujer parece muy preocupada y al menos no le importa que yo esté aquí, ya demostró que la felicidad de su hija le significa mucho.

-Me avergüenzo de mi misma – respondió Carla

Yo le aprieto por la mano, para saber que no está sola.

-¿Vas a seguir aquí? – pregunto su padre

-No la dejare sola...

-Es mejor que salgas por las buenas, porque por las malas...

-Papa, por favor.

-No, tranquila, que a mi puede seguir amenazándome toda la vida, ya no le tengo miedo.

Teo se sorprendía de que yo reaccione de esa manera, supongo que espero que le tuviera mucho miedo.

-¿Podríamos hablar de manera civilizada? – pregunto su mama

-Señora, lo siento mucho, yo a usted le respeto y le prometo que lo que paso en la fiesta no es culpa de nadie.

-Ya, de seguro es tu culpa. ¿Qué le diste?

Su padre ya empezó con acusaciones graves, ya se volvió loco.

-No le di nada, no seré capaz de hacer una cosa así a la persona que quiero, no se confunde.

-¿Sigues mirándome en la cara sin vergüenza? ¿Recuerdas lo que tu hermano hico?

-¡A mi hermano no lo mencione!

Por su culpa Nano tenía que irse de aquí, si no fuera por putos relojes y cobardía de Polo...

-Solamente Nano tenia la culpa de muerte de Marina, y tú por no detenerlo.

-Hostias, de verdad este convencido de eso.

-Papa, déjalo.

-Déjame decirlo algo, yo no pienso alejarme de su hija, estoy enamorado de ella y usted no puede hacer nada para hacerme cambiar opinión. ¿Entiende?

-Idiota...

-Voy a salir afuera, Carla – dije con mucha ternura

-Quédate conmigo, por favor.

Le bese en la cabeza y le prometí volver, ella también necesita hablar con sus padres.

Cuando salí vi que casi todos están afuera, todos llegaron para saber cómo esta Carla.

Lo que me molesto es volver a ver a Valerio, quien es acerco a mí.

-¿Cómo esta?

-¡Vete a la mierda!

-Solamente quería averiguar si está bien.

-Todo esto no hubiera pasado si tú no le hubieras dado la droga en primer lugar.

-Lo siento.

-¿Lo sientes?

-Mira, lo hice en el club, pero anoche no lo hice yo, no le vendí nada.

-Da igual quien le vendió, tú le hiciste ser adicta por tus idioteces de vender mierda por los baños del club. ¿Sabes que nunca te perdonare eso?

-Vale, pues pronto ya no volverás a verme, me piro de aquí.

-¿Qué?

-Voy a Londres con Cayetana.

-¿Te salvaras, no?

-Samu, tío, de verdad lo siento, lo siento mucho.

Le creí pero aun estaba enfadado con él, algo malo le pudiera haber pasado a Carla y es algo que no le puedo perdonar de noche a la mañana.