10 [C.R]

1K 50 2
                                    

Cada día se me hico mas difícil esconder mi relación con Samuel, mi padre podría empezar sospechar pronto. Hay mucha tensión en la casa desde que deje a Christian, de hecho desde que ocurrió lo que ocurrió con Marina y putos relojes.

No tengo ni idea porque le conté a Polo lo que sucedía, debía haberle dejado a mi padre encargarse de situación, ahora ese reloj está destruido y el no me deja en paz, quiere que sigo controlando toda la situación aunque yo ya no tengo suficiente fuerza para vivir una vida doble.

Lo que más me preocupa es Samuel.

Lleva raro últimamente, creo que sigue intentando ayudar a Nano igual que Christian quien podría hablar en cualquier momento, creo.

No puedo dormir por las noches, siento tanta angustia que no sé ni que hacer.

Mientras cenamos recibí varios mensajes por parte de Samuel, eso me alegra la noche.

SAMUEL: HOLA, PRECIOSA.

Mis padres estaban discutiendo algún asunto que no tiene nada que ver conmigo así que decidí responder el mensaje, ya me tenía como loca, sonriéndome.

CARLA: HOLA, GUAPO, TENGO TANTAS GANAS DE VOLVER A VERTE.

-¿Carla? – me llama mi padre

-Dime.

-Te pregunte algo.

-Perdóname... estaba respondiendo a un mensaje.

-¿Es Christian?

-No... eh, le prometí a Lu que iba a dormir en su casa esta noche.

Mi padre me miraba muy sospechoso, dudo mucho que me creyó, esto se está saliendo del control pero debía recordar que yo tengo el control de toda la situación, honestamente. Podría ir ahora mismo a la comisaria y decir todo lo que se...

-¿Lu? – cuestiona de manera sospechosa

-¿Hay algún problema, papa?

-No, cariño. – responde

-¿Y que querías preguntarme?

-Quería saber si quieres ir de vacaciones a Paris para el navidad.

Si hubiéramos sido la normal familia quizás sí pero en estas circunstancias me conformo con unas macarrones bien recalentados y una película.

-No sé, papa.

-Pensé que te gustaría ir a Paris.

-¿Estas tratando a comprarme o tratando a estar convencido de que no hablara? – cuestiono

Mi madre seguía comiendo, no le importaba volver meterse en uno de estos asuntos, la miro y no puedo creer la mujer en la que llego convertirse.

¿Cómo puede seguir casada con él?

-No sé ni cómo responder a esta pregunta... - murmura

Yo tomaba mi móvil, mandándole otro mensaje a Samuel.

CARLA: VENGO ESTA NOCHE, LE MENTI A MI PADRE, LE DIJE QUE VOY A PASAR LA NOCHE EN CASA DE LU. NOS VEMOS PRONTO, GUAPO...

Me levanto de la mesa, quería prepararme lo antes posible. Mi padre me seguía, eso causaba muchos nervios en mí pero yo sé como tenerlo todo bien controlado.

-Pásate bien en casa de Lu. – suspira

Ese tono fue tan desconfiado que se que pronto podría descubrirlo todo...

Poco tiempo después salí de casa, estaba muy feliz porque iba pasar toda la noche en casa de Samuel. Es justamente lo que necesito, su madre trabaja toda la noche así que sabias que tenemos toda la casa para nosotros.

En cuanto entre en su casa el me saludo con un beso, acaricia mis mejillas, me hace sentir segura y amada.

-¿Todo bien? – cuestiona preocupado

-Claro. – miento

-Ven aquí. – dice, abrazándome

Pongo manos sobre su espalda, sintiéndole.

-Necesitaba volver a salir de esa casa de locos.

-Aquí puedes estar segura.

Los dos sentamos en la sofá, a él también le noto un poco extraño, eso es algo que debe tener que ver con Nano.

-¿Y tú, porque estas tan estresado? – cuestiono

Pongo mano sobre su cabeza, acariciándolo, dejándole caer en mis brazos, sintiendo esas caricias profundas, los dos lo necesitábamos.

-Nada importante.

Sé que está mintiendo, algo pasa y a pesar de que respeto mucho que no quiere decírmelo quiero saber lo que sucede.

-¿Es por tu hermano? – pregunto

Samuel cierra los ojos, el sigue acostado sobre mi cintura mientras le sigo acariciando pero no dejo de seguir su mirada, si él no quiere decir nada se que tan solo mirarlo voy a saber si me miente o no.

-Son muchas cosas, la verdad.

-Tengo miedo de que mi padre podría descubrirlo todo pronto.

Samuel se levanta, ahora solamente va preocuparse aun mas, no debí haberle dicho nada.

-¿Qué quieres que haga? – pregunta inquieto

-Nada.

El me toma por la mano, mirándome profundamente en los ojos.

-¿Vas a quedarte esta noche?

-Esa fue la idea...

Tan rápido logramos pasar de un tema al otro.

-Pues, me encanta la idea. – suspira

Toma mi otra mano, acercándome a él, yo siento sobre sus rodillas a horcajadas, el mueve una parte de mi pelo detrás de oreja, nos miramos en los ojos. Pongo ambas manos sobre su rostro, besándolo mientras el pone manos sobre mi espalda, acariciándome suavemente.

Ambos nos perdimos en esas caricias inocentes...

Colgando en tus manos |CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora