Colgando en tus manos |CARMUEL|

28 [C.R]

No puedo creer que Lu de verdad fue capaz de traicionarme de esa manera, no sé como descubrió pero no tenia ningún derecho meterse en esto ni mucho menos decirlo en frente de todos, incluyendo a mi padre.

No me sentí avergonzada, solamente preocupada.

Vi a Lu sentada en escaleras, mandando algún video o algo, de inmediato me acerque a ella.

-¿Cómo pudiste hacer una cosa así? – cuestione molesta

-Carla, por favor, estoy ocupada...

-¿Has pensado alguna vez en alguien más que tú misma? – grite

-Te van a oír.

-¿Y qué importa?

-¿Qué manía tienes con los muertos de hambre? – cuestiono

Esa pregunta me hico enfadar mucho, no tiene ningún derecho cuestionar lo que yo hago o dejo de hacer con Samuel.

-Perdón, corrección... ¿Por qué defiendes a ese puto camarero de repente?

-¿Quieres saber por qué?

-Si, explícamelo, quizás podría entenderlo.

-Porque es el más bonito que me había pasado en la vida – dije de manera sencilla

Lu quedo callada, no dijo nada, ni siquiera me pidió perdón.

-Eres imposible, la verdad – dije

-¿Carla?

Oí voz de Samuel, di vuelta mirándolo en frente de mí, se veía preocupado.

-Llego el camarero, claro – comenta Lu

Ella se fue, dejándonos solos.

-Mi papa debe estar por aquí – dije

-No puedes irte sin antes decirme como estas y que piensas hacer.

-¿Crees que debía ignorarlo todo en frente de el?

-Te estoy preguntando qué quieres hacer, yo te apoyo en todo.

Joder.

Lo amo.

Más que nadie en mundo...

Me acerque a él, le abrace.

-¿Te vas a ir a tu casa?

El asienta con cabeza, vi a Polo paseándose por allí, por eso le dije que se vaya y que lo llamare luego pero él no quería.

-Samuel, por favor, vete.

-Hay algo que no me estás diciendo y creo que ya sé que es...

-Samuel...

-Tranquila, nos vemos – dijo

Creo que volvió estar enojado conmigo pero no puedo seguir corriendo detrás de él ahora ya que mi papa debe estar esperando, baje y me encontré con papa.

-¿Dónde estabas? Vámonos ya de aquí...

-No tienes por qué estar tan frio – dije

Me toma por el brazo.

-¿Te das cuenta del escándalo que acaba de ocurrir? Todos sabrán que mi hija está metida con ese puto...

-¡Ni te atrevas faltarle el respeto! – dije al levantar mi mano

Sin embargo el seguía callado, se veía serio, eso me asusta, el coche llego y nosotros nos acercamos, el entra al coche y yo quise entrar pero vi a Samuel al lado de su bicicleta, preparándose para ir a la casa.

Es ahora que me di cuenta que quiero mandar a la mierda mi familia e irme con él, quiero correr hacia él, abrazarlo e irme de aquí aunque él tendría que llevarme en su bicicleta.

Es cursi y tierno pensar en eso.

Samuel se da cuenta de mi presencia, me mira.

El entiende que no puedo hacer nada, absolutamente nada.

Volví mirar hacia el coche, entrando con mala gana y mucha tristeza, no deje de mirarlo mientras nos alejamos del lugar y en  un gran silencio que surgió.