|| AVA ||
_3 Octubre, 2024_
El reloj empieza a sonar justo a las siete de la mañana y me tapo la cara con la almohada para evitar escucharlo.
Sigue sonando y me desespero, lo tomó de la mesita de noche y lo tiro contra la puerta de mi habitación.
Se rompe por completo, me relajo, acomodándome en las mantas para seguir durmiendo.
—¡Carajos, Ava!—la puerta se abre violentamente.—Son las siete de la mañana, y ese reloj es el quinto que compras en estos últimos dos meses.
—Dasha, cierra esa puerta y déjame dormir.—me quejo
—Y una mierda dormirás.—la pelirroja abre las cortinas, provocando que el sol ilumine toda la habitación.—Siempre dices "cinco minutos más" y terminas levantándote una hora después y llegando tarde a las clases.
—Juro que esta vez solo dormiré cinco minutos más y ya.—digo algo que ambas sabemos que es la mayor de las mentiras.
—El día que eso sea cierto haré una fiesta durante toda una semana.—va hasta la puerta.—Recoge esto antes de irte.—me dice señalando el reloj roto en el suelo.
—¡Finn ya se fue, así que tendrás que tomar el bus o el tren!—me grita desde afuera.—¡Me voy en unos minutos!—avisa lo cual me dice que hoy no hará desayuno.
Maldito Finn.
Maldita Dasha.
Me volteo varias veces en la cama antes de decidir que tengo que levantarme de una vez.
Tomó la ropa para darme una ducha pero antes bajo las pequeñas escaleras para ir al piso de abajo, en donde queda la cocina, un baño, la sala de estar, el comedor, y dos habitaciones que son las de Dasha y Finn. En el piso de arriba que es donde está mi habitación en donde tengo un baño bastante diminuto en mi habitación, solo queda el cuarto de lavandería y un pequeño armario para guardar lo que sea que la mayoría de cosas que están ahí son de mis compañeros de piso.
Cuando llegue ya ellos vivían aquí y estuvieron de acuerdo que tomara la parte de arriba.
Es un pequeño apartamento pero lo bastante cómodo para nosotros tres y cuatro ya que el novio de Dasha se queda casi todo el tiempo o ella se queda casi todo el tiempo allá con él en su departamento.
Depende que como este el humor de ambos.
Si mis padres o mis hermanas vieran donde estoy viviendo de seguir les daría un infarto a cada uno.
Mi madre solo me miraría con ganas de insultarme, mi padre no diría nada y mis hermanas dirían que parece que vivo debajo de un puente.
Lo cual es estúpido porque este piso me gusta, no es tan grande pero lo suficiente para que se sienta como un hogar.
Hogar.
Una palabra bastante desconocida para mi estos dos últimos años de mi vida.
—¡Ava!—miro a Dasha.—Te quedaste ahí de pie sin decir nada y te llevo hablando un buen rato.
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EXTRAVIADOS
Teen FictionElla estaba sanando. Él aún tenía heridas. Ella quería borrar sus dos últimos años de su vida. Él quería avanzar pero no sabía cómo. Ella sonreía. Él tenía cara de "no me hables o lo lamentaras" Ambos se encontraron en el mismo camino o tal vez fue...