||AVA||—Mierda.—digo al ver el papel en mis manos.—Mierda, mierda.
Y otra vez mierda.
Los demás salen del aula apresurados, unos con buenas caras y otros no tanto y yo estoy en ese segundo grupo.
Espero que todos salgan y cuando estoy en la puerta la profesora Todd habla.
—Señorita Alvey.—me volteo hacia ella y trato de tener la mejor cara pero de seguro parece más una mueca que otra cosa.
—Si, diga.
—¿No es la calificación que esperaba?—niego.
—Esperaba al menos un ochenta pero un setenta y uno.—le enseñó el examen en mis manos.—Estoy por debajo de él promedio que debería tener para mantener mi beca en los próximos tres años de estudio que me quedan.
—Tal vez un poco más de esfuerzo para la próxima.
—Si, suena bastante sencillo.—digo sin ningún atisbo de gracia.
—La universidad puede ser difícil en ocaciones, no lo voy a negar. Pero cuando somos jóvenes y lo tenemos todo pensamos que un solo error nos arruinara todo por lo que hemos luchado y la verdad es que así es. Por eso siempre tenemos que dar el cien por ciento de nosotros, no menos que eso.—en parte sus palabras tienen razón pero también me enojan.
—¿Cree que todos en esta aula no damos en cien por ciento de nosotros?
—En parte, pero es más fácil para aquello que tienen padres ricos que con solo una llamada podrían resolver el promedio.—en papel en mis manos se estruja.
—¿Disculpe?
—Hace unas semanas fui a Europa, a Irlanda en específico, es imposible no ir allá y escuchar los maravillosos hoteles de lujo qué hay. Su familia está en la carta hotelera más prestigiosa e incluso para las semanas de fin de año inaugurarán otro hotel.—aprieto mis dientes hasta que siento que podrían romperse.—Solo llame a casa y diga lo que quiere a sus padres.
Una sonrisa, palabras adecuadas y algo de paciencia resuelven mucho. Y Ava, acuérdate siempre de la elegancia, está en ti.
Es lo que siempre dice mi madre. Y hasta ahora no le había encontrado mejor significado.
Doy mi mejor sonrisa al hablar.
—No se equivoca. Mi familia es rica, muy rica para ser exactos. Tanto así que perfectamente podrían hacer una sola llamada y tendría mis calificaciones perfectas, la estudiante ejemplar.—doy unos pasos más a la puerta y me volteo antes de irme.—Como también podrían hacer una sola llamada y usted en los próximos minutos ya no tendría empleo.
—No se atreva a amenazarme.—pierde la compostura y su cara enrojece.
Al contrario de la profesora me mantengo firme y educada.
—Jamás lo haría. Solo compartía con usted las grandes ventajas de tener una familia rica como bien dijo al principio de nuestra conversación.—enfurece más todavía.
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EXTRAVIADOS
Fiksi RemajaElla estaba sanando. Él aún tenía heridas. Ella quería borrar sus dos últimos años de su vida. Él quería avanzar pero no sabía cómo. Ella sonreía. Él tenía cara de "no me hables o lo lamentaras" Ambos se encontraron en el mismo camino o tal vez fue...