Capítulo 4

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||AVA||

—Sabes todo el estrés que tendrás después.—me informa Nes caminando a mi lado.

—Lo se. Pero es solo por un año o más.—digo más para calmarme a mi.

—Vas a tener dos trabajos, la universidad y si de por sí ahora es complicado, imagínate cuando tengas dos turnos todas las semanas.—cojo un sándwich de pavo, una manzana y una botella de agua, Nas solo coge una botella de agua.

—¿No desayunarás?

—Hoy tengo que estar en ayuno.—explica solo asiento y ambas nos sentamos en una de las mesas que están fueras del comedor de la universidad.

Las hojas de los árboles ya empiezan a caerse y a teñirse de colores otoñales. El aire está más fresco y templado. Lo cual hace que mucha gente empieza a llevar abrigos o camiseta de mangas largas y botas.

Miro mi vestido veraniego color azul cielo, con pequeñas flores blancas regadas, llega hasta arriba de la rodilla y tiene un poco de mangas, lo convine con mis botas blancas que compré hace un par de semanas. Si traje un abrigo corto de lana color blanco pero creo que ya tengo que empezar a usar ropa más abrigada para cuando acabe otoño.

No siempre me gusta ponerme vestidos o ropa corta, ya que solía vestirme tanto así...enseñando tanto y de todo que solo pensarlo me pone de mal humor el echo de que haya echo tantas estúpides y que para darme cuenta tuve que darme bastante fuerte para reaccionar de que estaba prácticamente desperdiciando mi vida, la mayoría de cosas que hacía solo era para complacer a los demás.

Ir a fiestas con ropa extremadamente corta solo porque mis "amigas" lo hacían. Besar a todos los chicos para parecer "cool". O tener un "novio" de alta sociedad para complacer a mis padres.

No les echo la culpa, porque soy una persona con capacidad y bien podía decir que NO a todas esas cosas, tomar decisiones por mi misma sin dejarme influenciar por otros, aunque esos otros sean la familia.

Porque aunque sea difícil aceptar hasta tu propia familia puede lastimarte. Y duele porque se supone que ellos sean los que te apoyen, que estén ahí para ti cuando creas que el mundo se te está cayendo encima. En cambio solo se detienen a juzgarte cuando haces algo mal y luego todas las cosas bien que hiciste se quedan tachadas...olvidadas solo por un error.

—Estoy muerta.—la voz de Dasha me saca de mis pensamientos.

Se sienta a mi lado, dejando su bolso en la mesa.

—Solo vine por una clase y aparte tengo que entregar tres PowerPoint que gracias a Steve ayer pude terminarlos.

—Creo que tú y Steve deberían de casarse ya.—comentó

—Verdad, yo también opino lo mismo.—concuerda Nes

—Ya tengo dos apoyos.—nos giramos para encontrando a Steve detrás de Dasha.—Solo falta la fecha.

Dasha se pone colorada y jala de un brazo a su novio para que se siente a su lado. Me echo más para el lado para que haya espacio.

—Steve tu calla.—él deja un beso en sus labios y luego se empieza a comer algo que trajo.—Y ustedes dos son mis amigas, así que me apoyan a mi no a él.—nos regaña

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