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— Entonces Tomura...

— Tuvo un arranque de celos hoy, me arrastró hasta aquí y me dejó con usted mientras murmuraba algo de apoyó psicológico para su persona.

— Lo siento mucho.

Se disculpó Kurogiri mientras Izuku comía unas galletas en la sala de estar.

— No hay problema, sé que lo intenta. Sus palabras el día de hoy me sorprendieron y me hicieron sentir feliz, aunque si lo digo enfrente del psicólogo lo va a tomar como una mala acción.

— ¿Puedo saber que dijo?

— Bueno. Prácticamente me habló sobre que no sabía que hacer, que se desespera cuando estoy con alguien y él me ve. Que sabe que yo le pertenezco y que él sabe hasta los huesos que me pertenece y que debe ser mi complemento así como yo soy el suyo.

El omega mayor reflexionó. Después de casi cinco meses de conocer al omega peliverde Tomura empezaba a ceder ante sus instintos o sentimientos, posiblemente al destino que los une o la insistencia de Izuku. Cual fuera la razón Tomura estaba cambiando.

— Entiendo, por eso fue con su psicólogo.

— Creó que sí, no estoy seguro del todo.

Kurogiri miraba su taza humeante, recordando el pasado.

— Cierto, señor Kurogiri mi madre y mi padrino le mandan esto.

La voz del peliverde le hizo regresar de sus pensamientos para ver el aparato que le ofrecía.

— ¿Un reloj?

Preguntó curioso.

— Sí, tiene un dispositivo que se conecta a su celular y al de sus hijos, es especial para saber su ubicación, ellos tienen unos similares y están vinculados a mi celular, aún cuando este apagado o sin señal.

Explicó el peliverde mientras ayudaba al pelinegro a usar el aparato.

— Creó que yo debe ser sincero contigo joven Midoriya.

El omega menor le vio curioso.

— ¿En qué?

— Tomura y los demás no son mis hijos de sangre.

— No entiendo.

Sincero, puede que en todo este tiempo jamás habló sobre apellidos y a todos los bautizó como la familia Shigaraki.

— Sí, hace tiempo yo trabajaba en un orfanato, recibía muy poco apoyó económico, pero se mantenía, los niños de ahí eran muy pocos, pero todos habían llegado por condiciones trágicas, siempre procuramos ayudarles, posiblemente por mi condición de omega me volví más apegados a todos ellos y cada historia era terrible, a veces llegaba a mi hogar a llorar de dolor e impotencia por ellos, la mayoría de los trabajadores era beta entonces no lograban hacerse tan apegados a los niños, posiblemente la mayoría de esos trabajadores a estas alturas ya los olvidó.

Izuku escuchaba, creí entender como era la situación.

— Un día el director llamó a todos los trabajadores, fue sincero con nosotros, el orfanato había caído en bancarrota, los apoyos ya no llegarían y no habría más sueldo. Muchos al escuchar esas palabras simplemente tomaron sus cosas y se fueron, el director simplemente siguió hablando aún cuando el personal se marchaba. Él también habló sobre la situación de los niños, nos recomendó desaparecer un tiempo, él destruiría los registros que nos involucraran, la decisión que iba a tomar era inhumana, pero pedía que no le juzguemos, simplemente todos se marcharían y dejarían a los infantes solos, tal parecía una importante empresa de nombre "All for one" había comprado unas hectáreas y entre esas hectáreas estaba el orfanato, nadie dijo algo más y simplemente se fueron, el director cumplió su palabra y todo documento que nos involucrara fue destruido, eso y el propio orfanato con todo y niños.

— ¿Cómo pudo hacer eso?

Preguntó asustado por el desenlace Midoriya.

— Parece que a sus ojos esos niños habían sufrido suficiente y les quería hacer un "favor".

— ¿Qué pasó con esos niños Kurogiri?

— Afortunadamente ese día por obra del destino, Dios o Buda, lo que te guste creer, un hombre estaba cerca, mejor dicho, el dueño de la compañía "All for one", él sin tener algún deber se lanzó a las llamas, yo llegué mucho después cuando los bomberos controlaban el fuego, antes de que hagas suposiciones, yo había asistido a pedir un préstamo a un banco para buscar un departamento más grande y poder vivir con los niños, ese era mi plan, sabía que el director estaría todavía ese día con ellos, pero jamás pensé que hiciera algo así. Todos los niños fueron rescatados, ninguno fue dejado atrás, pero el director murió en el fuego y él dueño de "All for one" tuvo demasiadas quemaduras de tercer grado, el último niño que fue rescatado me dijo que aquél hombre que a sus ojos fue su héroe fue el responsable de no dejar que el director del orfanato no pudiera escapar del fuego.

— Supongo que la policía lo arrestó por homicidio.

— No, aquél niño jamás confesó y esa verdad me la dijo años más tardé, después de haberme enlazado con aquél hombre, para ellos él en su padre, su maestro, su héroe y para mi es mi esposo, mi enlace, mi alfa.

— Esperé Kurogiri, ¿Los niños de los que habla son?

— Los mismos chicos que viven aquí.

— ¿Shigaraki es entonces?

— El apellido de la familia, aunque muchos de ellos al cumplir los veinte años le pidieron a él poder tener sus apellidos antes de llegar al orfanato.

— ¿Entonces él también?

— No todos, hubo algunas excepciones incluyendo a Tomura, él prácticamente fue registrado con un nuevo nombre, nuevo nombre, nuevo apellido y nueva familia.

— ¿Cuál era su nombre antes de llegar al orfanato?

Kurogiri miró la pared, parecía que su mente había escapado.

— Hay algunas cosas que no puedo contarte por más que seas el destinado de Tomura, eso le corresponde a él. Discúlpame, tengo que ir a ver a mi esposo.

Se despidió mientras se alejaba del peliverde, dejándolo con más dudas.

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