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Bakugo miraba al peliverde, este simplemente veía su intravenosa, Inko había ido por agua y Toshinori estaba en caminó al hospital, la puerta fue abierta y de ella ingresó un hombre con claro cansancio en su rostro.

— Muy bien, antes de dar el diagnóstico debo aclarar unos datos.

El silencio reinaba en la habitación, pero poco le importó y siguió hablando.

— Nombre del paciente: Izuku Midoriya, genero: Masculino, subgénero: Omega, tipo de sangre: O, edad: Veintisiete años, prácticamente los acabas de cumplir este mes, ¿Correcto?

— Esta en lo correcto doctor.

Habló el peliverde.

— Fuiste internado por haber presentado vómito y estar inconsciente.

— Sí, aunque creó que fue una exageración el terminar internado aquí. 

El hombre suspiró.

— No es una exageración en tu condición.

Sincero llamando la completa atención del omega y el alfa.

— ¿Cuál es su condición?

Preguntó con notable interés Bakugo.

— Muy bien Izuku y compañía, antes de decirte que te sucede debo y estoy en la obligación de ponerte al tanto que tú caso llamó la atención de mis colegas y mía, eres un omega sano de apenas veintisiete años que muestra dos enlaces.

Izuku agachó la mirada ante eso.

— ¿Dos enlaces?

Preguntó confundido Bakugo.

— Así es, lo normal es que el cuerpo omega solo acepté un enlace, un segundo enlace significaría la muerte en el omega. Sus cuerpo no se adaptan a la combinación de las sustancias que son expulsadas ante una segunda mordida, el cerebro entra en confusión juntó con el cuerpo, al no saber exactamente que deben hacer ante esta segunda mordida el cuerpo omega entra en un estado de "limpieza", tratando de encontrar a un imaginario enemigo, en caso de estar o quedar embarazado el cuerpo rechaza al feto hasta expulsarlo del cuerpo y después se ataca así mismo, las células mueren y el cerebro en su estado de confusión sufre un colapso. En resumen, mueren. 

Bakugo miró aterrorizado a Izuku, saber que él este provocándole dañó al peliverde le iba a llevar a la locura. 

— ¿Moriré doctor?

Preguntó Izuku.

— No.

Bakugo levantó la mirada viendo al doctor pelinegro, no estaba entendiendo.

— Pero, usted dijo...

— Sé lo que dije y también te dije al inició que tú caso llamó la atención de mis colegas y mío, tu cuerpo acepta los dos enlaces, tu cuerpo produce el triple de testosterona y estrógeno, que un omega promedio, es por eso que creemos que acepta los dos enlaces, aunque es una hipótesis.

— ¿Pero el vómito y el desmayó?

Preguntó Katsuki ya confundido por la información.

— Eso se debe a que estas embarazado, en palabras simples tienes tres meses. Esperó que estes preparado porque iniciaste las náuseas y vómitos.

— ¿Embarazo?

— ¿Yo?

— Sí.

Bakugo sonrió, no sabía porque, pero sabía que aquél niño que estaba esperando el peliverde era suyo, lo sabía, lo sentía. Midoriya llevó las manos a su estómago, no pudo evitar sonreír, iba a tener un bebé, un pequeño bebé, levantó la mirada y sus ojos vieron la felicidad del alfa a su lado, pero poco le duró el gustó al caer en cuenta de la realidad, estaba esperando un hijo de Katsuki, un viejo amor que tuvo en secundaria, sus manos temblorosas fueron a dar hasta sus inestables labios, sus ojos se llenaron de lágrimas, su cuerpo e instinto estaban felices por la noticia de un bebé, pero su razón gritaba que no estaba bien, la mirada carmín de cierto alfa llenaban su cabeza, Bakugo hizo una mueca ante el repentino dolor en su pecho, pero el gritó de negación del peliverde le asusto.

— ¡No puede ser, no es posible!

— Midoriya, debes calmarte, afectaras a tú bebé.

Trató de hacerlo razonar el doctor, pero Izuku solo pudo caer en un ataque de ansiedad.

— ¡No!

El doctor se movió rápidamente, lo primordial era que su paciente no se lastimara, tomo sus brazos y lo recostó contra su voluntad, procurando no hacer fuerza.

— ¡Llama a una enfermera!

Bakugo hizo casó y corrió gritando por alguna enfermera, una chica de cabellos largos y oscuros fue la que acudió a su llamado, entró a la habitación sin hacer preguntas e hizo casó a todas las indicaciones del hombre pelinegro, Bakugo solo veía como Izuku iba calmando sus acciones y lentamente cerraba sus ojos, el doctor le dijo unas palabras más a la chica y esta asintió, se acercó a la puerta ante la atenta mirada del alfa y la cerró sin decir algo más.

[...]

La enfermera fue la primera en salir diciendo que el doctor sería el encargado de hablar con ellos.

Y fueron otros veintiún minutos de espera para los cercanos a Izuku, el doctor salió y cerró la puerta de la habitación suspirando viendo a los presentes.

— Esta estable, él y el producto.

— ¿Podemos pasar a verlo?

Habló Inko, ella y Toshinori estaban al tanto de la situación gracias a Bakugo.

— Pueden, pero estará durmiendo un buen rato.

— Gracias doctor.

Hablaron los omegas al mismo tiempo, él se disponía a irse, pero la voz del alfa llamó su atención.

— Doctor.

— Te lo dije, el producto esta bien.

— Agradezco la información, pero es otra mi inquietud.

— Dime.

— Desde muy joven mi instinto alfa se sobre pone ante cualquier medicamento, siempre fue así, prácticamente podía jurar que Izuku era mi destinado desde secundaria. — Bakugo miró al doctor que le miraba con cansancio. — Lo siento, lo que quiero decir es que Midoriya probablemente reaccionó a mi lado alfa y entró en un celo fuera de lo normal y yo siendo honesto me aproveche de él.

— Sabes que con esta información Midoriya puede denunciarte al ya ser un adulto, hasta yo como su medico puedo proceder a la denuncia.

— Lo sé y no tengo problema en que lo haga, sé que mis acciones fueron incorrectas y no puedo justificarme, también es por eso que acudo a usted para saber si hay algún psicólogo o especialista que le pueda tratar.

— Tenemos una variedad de especialistas, pero estos tienen un precio elevado.

— La cuenta del hospital esta cubierta por la empresa One for All, pero yo cubriré los gastos del psicólogo de mi paciente.

— Muy bien, sígueme para llenar el formulario.

— Si.

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