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— Suéltame.

Exigió mientras intentaba alejarse del peliverde.

— Esta bien.

Le soltó y permitió que el alfa se alejara cierta distancia de él, había un silencio incómodo entre los dos, algo que a los casi ocho meses de conocerse jamás había pasado.

— Lo siento por hablar así en la casa de tú madre.

— Esta bien.

— Lo siento por salir de esa manera de la casa de tu madre.

— Tranquilo.

— Lo siento por hacerte correr.

— Esta bien.

— Lo siento por levantarte la mano, mañana llamaré a mi psicólogo para tener una nueva sesión.

— Shigaraki, esta bien, sé que no fue tu intención, lo sé, ven, relájate.

Izuku daba un pasó mientras Tomura se alejaba con dos, así fue hasta que dio un pequeño salto que les hizo por poco caer, Shigaraki lo había atrapado, no permitió que el omega cayera y eso significó mucho para Izuku.

— Todo esta bien, sé que tu y mi padrino se dijeron muchas cosas, pero estoy seguro que al regresar él te va a pedir una disculpa por hablar así de tú padre.

— No me pienso disculpar.

Habló mientras se aferraba al cuerpo más pequeño en aquél abrazo que no quería terminar.

— Nadie va a pedirte que lo hagas, pero si tendrás una disculpa por parte de mi padrino a ti.

— Él no entiende nada... Solo dijo todas esas cosas de mi maestro y...

Izuku quería llorar al escuchar como su voz se quebraba.

— Vamos, sigue, yo estoy aquí.

Le habló contra su oreja en un pequeño susurro, las piernas del alfa habían dejado de tener fuerza y simplemente cedieron al peso de los dos, Izuku solo dejo que su contrario se aferrara a él, no importa, de todos modos en ese parque casi nadie pasaba.

— Mi maestro fue él único que nos ayudó, él y Kurogiri, pero mi maestro me salvó la vida y me dio una vida. Yo estuve en un orfanato.

Midoriya quería murmurar un: "Lo sé", pero optó por guardar silencio.

— Mi verdadero nombre no es Tomura Shigaraki o al menos no lo era cuando era niño. Yo tenía un padre, una madre y una hermana mayor, fuimos hijos de una pareja destinada, mis padres eran destinados, pero eso poco le importó a mi padre, él era una persona cruel, egoísta, se había enlazado con mi madre solo por el dinero que podía obtener, mi madre había heredado una fortuna y mi padre la obligó a poner todo a su nombre, ella era consecutivamente maltratada, mi hermana y yo también, si nos portábamos mal él solía encerrarnos en una caja por días, sin agua, sin comida, ni baños y si lográbamos salir era por la ayuda de mi madre, aunque ella misma terminará siendo mascarada por él. Recuerdo que muchos niños querían ser mis amigos, por mi enorme casa, siempre en la escuela procuraban darme buenas notas esperando que mi padre un día hiciera una buena donación, odié con mucha intensidad mi nombre y mi apellido, odié a mi padre y roge incontables noches por su muerte.

Midoriya no sé quejó por el dolor de sentir los dedos de Tomura empezar a encajarse en su piel, era un sacrificio que si podría hacer por el alfa.

— Fue una tardé regresando del colegio, mi madre estaba en el suelo, cerca de las escaleras, le habían atravesado con un cuchillo incontables veces, subí las escaleras aterrorizado, creyendo que podría encontrar a mi hermana, pero el sonido de algo crujir de la recámara de mis padre hizo que mis pasos fueron directo a ese lugar, la imagen que vi fue y seguirá siendo asquerosa, aquél monstruo que decía ser mi padre estaba abusando de mi hermana, yo solo pude soltar un quejido que le hizo parar de su asquerosa acción y en un parpadeo me estaba arrastrando al bañó, donde azotó mi cabeza contra la tina, según el reporte del perito, mi padre estaba muy borracho, creyó que había muerto con ese golpe, pero lo único que provocó fue que me desmayara, mi hermana murió durante su abusó y mi madre murió tratando de defender a mi hermana, él simplemente se lanzó de una ventana del tercer pisó. Todo eso fue provocado por su enojó y tristeza por perder todo el dinero en una mala inversión. Todo por una empresa de nombre "One for All", que había ofrecido más dinero que él.

— No puede ser...

Murmuró, pero su voz fue ignorada, Tomura seguía atrapado en sus recuerdos pasados.

— Después de eso, solo fui llevado a un orfanato, ahí algunos empleados se dedicaban a molestarnos, era divertido "jugar" con los bastardos que nadie quería, niños sin hogar, sin familia. Toga estuvo apuntó de ser abusada más de una vez, su personalidad siempre era fría y distante, pero cuando llegaba Kurogiri cambiaba, todos lo hacían, menos yo. Y un simple día todos se fueron, kurogiri dejo sus cosas y prometió volver por nosotros, pero ese mismo día el director del orfanato enloqueció y dijo que nos iba a dar un descansó eterno, todo eso mientras prendía fuego alrededor, cuando el humo estaba matándonos apareció mi maestro y nos rescató, aunque el director intentó impedirlo en medió del fuego, yo fui el único que vio como aún sin importarle quemarse mi maestro se quedaba para asegurar que ese hombre no iba a poder salvarse, no fue un policía, no fueron los bomberos y no pudo ser Kurogiri, fue mi maestro quién se volvió mi héroe y mi padre, fue él único que me permitió tener una nueva vida, un nuevo nombre y poder decirle adiós a la muerte.

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