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Midoriya se despertó, llevó sus manos a su cara y limpió sus lágrimas, tenía el rostro empapado de lágrimas, con cuidado se giró al cuerpo contrario con quién compartía cama, tocó su frente comprobando el exceso de sudor, efectivamente, Tomura pasaba por una pesadilla. Con mucha delicadeza llevó sus manos a la frente ajena y con suaves murmullos empezó a llamarle mientras besaba su rostro y labios.

- Vamos amor, despierta, es un sueño.

Murmuró provocando el efecto deseado, su pareja abría los ojos y en menos de un parpadeo se levantaba bruscamente de la cama.

- Shh, estás a salvó, estás con nosotros.

Le hablaba con paciencia mientras extendía sus brazos para tocarle.

- Tuve un sueño, él llegaba y los mataba, a ti y nuestro bebé, yo no podía hacer nada, no podía impedirlo, solo veía como volvía a matar a mi familia.

Habló aterrorizado, cubierto en llanto, buscando refugió en su estómago ya algo grande, su bebé que pocas veces se movía lo hacía en ese momento, tal parecía que sentir alterado a su otro padre le hizo despertar y tal vez intentar darle algún tipo de consuelo o eso pensaba al sentir como su bebé se movía exactamente donde Tomura recargaba su rostro.

- Amor, mirame, por favor. - Suplicó mientras levantaba el rostro de su pareja. - Estamos bien, esa persona no nos podrá hacer dañó, recuerda lo que el psicólogo dijo, los muertos no pueden volver. Mirame, estoy bien, vamos, calmate, siente, nuestro bebé pide tú atención.

Shigaraki dejo de ver fijamente las esmeraldas y aún en penumbras pudo notar como ese bulto se movía inquieto, haciéndole soltar una ligera risa.

- Por favor, hablale, me esta provocando náuseas.

Le suplico y Tomura le ayudó a volver acostarse para acercarse más a ese bulto, acarició con la yema de sus dedos la piel provocando un escalofrío del peliverde, después besó cada lugar que se movía, veía cada movimiento con ilusión y amor.

- Vamos, deja dormir a tú mamá.

- ¡Oye!

Se quejó por el apodo.

- Bueno, deja que duerma, ya calmate, estoy bien, hiciste un buen trabajo, rescataste a tú papá, estoy mejor.

Hablaba con paciencia y afectó, muy cerca de la piel, miraba fascinado como aquél ser no nato calmaba sus movimientos hasta dejar de hacer algo.

- Gracias.

Agradeció un agotado omega.

- Gracias a ti por darme una familia, por quedarte, por buscarme, por todo lo que hiciste, jamás podré pagarte todo lo que hiciste por mi.

- Te amo.

- Yo los amo más.

Afirmó mientras acomodaba al omega entre sus brazos, a él en particular le gusta dormir de cucharita y le gustaba ser la cuchara grade, Izuku se limitó a suspirar, le gusta el olor que emanaban las cobijas, olían a su unión, olían a los dos, aunque también suspiró por aquél sueño de su pareja y él, bendita marca que les hacía soñar cosas similares, en lo personal hubiera preferido soñar con el día que Tomura le confesó su deseó por tener una familia propia a todo lo demás que soñó.

Vínculos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora