Desde esa noche, una cosa de nuestra convivencia ha cambiado.
«Si reprimo mi vergüenza, se siente genial, es por lo que está bien...», piensa Jin mientras mira el reloj, ya casi serían las cinco de la tarde y él se encontraba sentado sobre el sofá, tomando un delicioso café junto a Namjoon mientras comían unas deliciosas galletas con chispas de chocolate que había preparado el castaño.
«Debo preparar la cena pronto...», se dice observando nuevamente el reloj.
Cuando finalmente termina su galleta, se gira hacía el moreno, quien se encontraba observando en la televisión un programa llamado Weekly Idol un programa donde participaban algunos grupos idols y realmente lucia divertido, pues, a cada instante soltaba carcajadas cuando se equivocaban en los bailes en grupo, o cuando les tocaba imitar o bailar canciones de otro grupo, el moreno parecía que nunca se perdía aquellos episodios.
– Nam, ¿qué te gustaría para cenar? – Pregunta el castaño al moreno.
– Ngh... ¿qué preparar? – Pregunta el pelinegro despegando entre lapsos su vista de la televisión para prestarle atención al castaño que lo observaba en espera de una respuesta – Fuimos de compras hace poco, así que podemos cocinar lo que queramos... – Pone una mano en su barbilla, pensando hasta que una ligera sonrisa aparece en su rostro – ¿Qué tal bibimbap*? tenemos carne, ¿no?
– Mhm, si tenemos – Sonríe.
– Está bien, entonces ¡hagámoslo!
Juntos se encontraban yendo hacía la cocina después de unos minutos. Entre risas y platicas amenas que se daban entre los dos, ambos cocinaron. El moreno muchas veces era torpe y terminaba tirando algunas cosas, o quebrando otras, o en todo caso quemando otras más. Pero el menor solo reía y volvía a decirle cómo hacerlo todo de nuevo, con paciencia y paso a paso.
El moreno muchas veces se avergonzó por ser tan torpe, pero le gustaba –y tal vez realmente encantaba– la sonrisa que mantenía el castaño por sus tonterías, aquella risa tan peculiar le hacía reír más y, tal vez, solo tal vez, agradeció por un momento ser algo –tan– torpe si podía ver aquella hermosa sonrisa plasmada en su rostro.
El castaño sonreía embelesado con las expresiones de concentración que ponía el moreno cuando después de varios minutos al ver que terminaba quemando y tirando muchas cosas lo puso a cortar los vegetales. Al principio batallo, pero luego de que el castaño le enseñara a hacerlo, el moreno le había tomado el gusto y él castaño había estado encantado de verle tan feliz, cortando unas cuantas verduras y pensó, que era agradable esa situación. Ellos dos juntos, haciendo algo que el otro disfrutaba, y sonrío.
Sonrío por que se sentía realmente en casa.
[...]
Mientras ambos casi terminaban de cocinar todo el timbre del departamento sonó en todo el lugar y el moreno miro extraño al castaño, quien le observo y ambos se limpiaron las manos.
– ¿Sera el correo? – Pregunta y se acerca al intercomunicador que se encontraba casi al lado de la puerta de entrada.
El castaño espero pacientemente dentro de la cocina terminando la comida hasta que un grito le hizo sobresaltarse y brincar en su lugar.
– ¡¡SEOKJIN!! ¡¡MIS TONTOS AMIGOS ESTAN AQUÍ!! – Grita el moreno exaltado llegando hacía la cocina.
Seokjin le mira extrañado.
– ¿Tus amigos? ¿qué significa? Cielos... me asustaste – Refunfuña el castaño.
– No sé por dónde comenzar... deben de haber escuchado de mi matrimonio – Comienza explicando – ¿Es posible que las invitaciones ya se hayan enviado? – Pregunta casi preocupado.
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• No te asustes • | Namjin
Fanfiction«La historia entre un escritor totalmente atractivo y un precioso... ¿joven?» Park Seokjin es un joven de 17 años que es obligado a casarse con Namjoon, un escritor totalmente atractivo de 24 años. ¿Quién diría que Seokjin escondía un secreto?