• XX. Sí hay salvación •

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– ¡¡SEOKJIN!!

Algo en el destrozado mundo de Seokjin que poco a poco se iba hundiendo en aquel pozo, se vio salvado. Aquella luz y aquella voz que llego a sus oídos fueron como una salvación. Como aquella luz que le llamaba desde la oscuridad. Como aquella mano que le jalaba, fuera de aquel rincón oscuro del que quería salir.

Los ojos que había mantenido cerrados fuertemente por el dolor que sentía al tener medio miembro dentro de él, se abrieron totalmente ante aquel grito eufórico por parte del moreno.

«Esa voz... ¿Namjoon...?», se dijo a sí mismo, con las mejillas hinchadas al igual que los ojos por las lágrimas.

Aquel peso sobre el desapareció por completo y se sintió lleno de tranquilidad cuando se cubrió con la ropa rasgada y las sabanas, mientras Namjoon tomaba a Hoseok del cuello de la camisa, gritándole con furia.

– ¡¡¿CÓMO TE ATREVES A TOCARLO?!!

– Ugh... – Se quejo, por lo apretado en su cuello – ¿En... en serio te quieres casar con un hombre? – Pregunto asustado por el enojo que emanaba el moreno. Después de todo se habían atrevido a tocar aquello que le pertenecía. Porque sí, Seokjin era completamente suyo desde el primer momento.

– ¡CALLATE! – Gritó el moreno – ¡NO IMPORTA SI ES HOMBRE O MUJER! – El más bajo se achico en su lugar – ¡LO HARE CON QUIEN YO QUIERA! ¡¿QUÉ HAY DE MALO EN ESO?! ¡¡¿AH?!!

Hoseok estaba en shock.

– Pero... es... un hombre, ¿sabes...? – Dijo, como si aquello repentinamente le hiciera reaccionar y salir por la puerta.

– ¡Tú eres el que ataco a Seokjin! – Le gritó en el rostro.

– Ah... – Hoseok se quedó pálido en su lugar y una expresión de tristeza apareció en su rostro – Yo... yo... – Las palabras se atoraron en su garganta, al igual que aquel nudo en su garganta, aquel que quemaba.

Estaba afligido.

Namjoon le soltó y Hoseok se quedó aun pasmado en su lugar, mientras observaba sus manos. Por un momento pensó en lo que había hecho. No estaba en sus cinco sentidos. Repentinamente se sintió sucio, por haber tocado aquel cuerpo tan puro del chico y esposo de Namjoon. Por haber actuado tan mal. Observo a Seokjin en la cama, tiritando y con lágrimas aun en sus ojos y estos mismos rojos e hinchados.

Se sintió un monstruo.

Con su cuerpo tembloroso y las lágrimas bajando sus mejillas regreso la mirada a sus manos y se odio. Se odio totalmente por dañarlo y por estar a punto de abusar de él.

Por eso mismo, tomo sus cosas, abrocho sus pantalones y huyó de ese lugar, totalmente roto.

Seokjin y Namjoon observaron aquello. Al menos solo el moreno quien observaba a un tembloroso Jin abrazándose a sí mismo, con la piel más pálida de lo normal, con los ojos rojos, hinchados y su cuerpo temblando de miedo, sin poder formular palabra alguna.

Eso destrozo su corazón.

– ¿Jin, estas bien? – Pregunto el moreno, con la voz demasiado serena, intentando relajar al castaño, con una voz tranquila y relajada a pesar de que un fuego crecía con fuerza en su interior.

– Uh... – Jin se sobresaltó ante la voz, como si repentinamente Namjoon también fuera a atacarlo. Pero sabía que eso no le daría miedo.

Porque era Kim Namjoon después de todo.

Era su Kim Namjoon.

– ¿Te hizo algo? – Pregunto, intentando relajarse. Seokjin salto en su lugar y asintió lentamente mientras nuevas lágrimas salían de sus mejillas, rememorando todos aquellos momentos tan perturbadores y aterradores que hacían a su cuerpo temblar nuevamente de miedo. Namjoon sintió nuevamente su cuerpo arder de enojo e intento relajarse nuevamente. No quería asustarlo – ¿Qué te hizo?

Seokjin le miro por unos instantes y volvió la mirada a sus muslos, miro sus manos que rasguñaban sus piernas insistentemente.

– Me... me toco... – Susurró con lágrimas en sus ojos. Namjoon tuvo que hacer su oído más sensible para poder escucharlo. Sentía que si se acercaba en este momento lo asustaría y no quería – Y puso... sus... de-dedos de...ntro... – Sollozó recordando todo.

Recordando que no fue capaz de defenderse él mismo a pesar de ser un hombre.

Se sentía sucio.

Demasiado sucio, a pesar de haber visto aquel arrepentimiento palpable en las lágrimas de Hoseok. A pesar de ver como se había destruido por dentro al saber lo que había hecho.

– ¡Maldición! – Gruño Namjoon haciendo sobresaltar a Seokjin quien se asustó ante el grito del moreno.

Se vio sorprendido y totalmente pasmado cuando unos brazos fuertes lo tomaron en brazos como un costal de papas, sentía el enojo del moreno y sentía como sus músculos de la espalda –que quedaba dando hacía sus ojos– se tensaban por la frustración.

– NO- – Grito por inercia y comenzó a removerse sobre el hombro del moreno, quien no cedía ni un poco ante sus movimientos – ¡¿Qué haces?! – Preguntó, totalmente confundido y una parte de él asustado. No podía olvidar todo tan rápido.

– Baño... – Murmuró molesto y Seokjin seguía sin comprender. Al parecer lo sintió porque al instante continúo hablando – ¿Esperas que deje todo así cuando ese tipo te toco? – Pregunto ligeramente molesto y Jin dejo de removerse.

– ¿Qué...?

– Limpiare cada parte de ti que él se atrevió a tocar.

Dijo el moreno antes de adentrarse con Jin al baño.

• No te asustes • | NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora