Breathless When He Smiles// A Dealor Shipp Story //Terminada//

Good luck, Roggie

Pasaron varias semanas para poder terminar de construir la batería de Roger. Los chicos ponían todo de si para que está quedara sensacional y así fue.

Una batería que ejemplifica el esfuerzo, la amistad y la unión de tres chicos.  Era perfecta ante sus ojos inocentes aún infantiles, aunque era un montón de latas, playones oxidados, charolas usadas muy bien improvisadas.

Roger era el más feliz del mundo cuando por fin estuvo lista y con los palos de madera de encino viejas que tenía entre los cachivaches de su  sótano, encontró lo que serían sus baquetas.

.- Gracias, chicos... Es simplemente espectacular.- Comentaba Roger.

.- Sabía que lo lograríamos si teníamos una mano experta cómo la mía.- Murmuró Brian

.- Pero muchas gracias, Johnny... Tu más que nadie me apoyaste en su construcción y tenías el mismo entusiasmo que yo.- Lo felicitó Roger al pequeño castaño.

Brian no pudo evitar sentirse desplazado, ya que Roger ahora pasaba más tiempo jugando con el pequeño Johnny... Eran días maravillosos. Juntos se sentaban a leer cuentos en el parque en los hermosos días soleados que ambos disfrutaban.

En un pequeño instante, Roger pudo apreciar que el rostro de su amigo era perfecto y totalmente pulcro... Cómo si fuese un trozo de madera ylo hubiesen pulido varios carpinteros con una lija hasta dejarlo perfectamente liso y sintió la imperiosa necesidad de acariciar el bello rostro de John.

-¿Qué haces, Roggie? ¿Por qué me acaricias las mejillas?.- Preguntó inocentemente.

.- Es que parecen ser como de mármol muy fino... Son muy suaves.- Respondió Roger.

A John parecía gustarle las caricias y las manos de su amigo rubio.

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Pero esos momentos tan lindos de la infancia estaban contados, Brian ya había entrado a la preparatoria.

Y John tenía algo que decirle a su querido amigo Roger y es que su mamá había conseguido empleo en otro estado cerca de Norfolk y ya le había encontrado una nueva escuela.

.-¿Entonces no te volveré a ver?.- Le preguntó el pequeño Roger.

.- No sé, pero yo trataré de escribirte... Jamás he tenido un amigo como tú.- Respondió Roger quien solo pudo reaccionar pegándole en la nariz para después abrazarlo con fuerza  y llorando a mares.

.- Nunca te olvidaré, Johnny. Te quiero.- Y le dio un beso en la mejilla.

.- Yo también te quiero, Roggie... Eres muy especial para mí.- Y el le devolvió el abrazo, pero también le dio un golpe en el estómago.

.- Vaya despedida.- Dijo Roger sonriente.

.- Tu así me enseñaste... Debo irme, pues mi mamá me está esperando.- Se despidió John.

.-¡Nunca te dejes, John!.- Le gritaba Roger con una amargura que se hundía en su corazón tierno.