El engaño rompe, destruye, quema y desgarra pero, es un método que te permite mostrarle al mundo esa cara dulce y angelical con la que logras persuadir a los demás. Sin embargo, es un arma de doble filo que si no sabes usar, terminaras siendo herido...
El primer día fue demasiado aburrido sin los chistes de mi mejor amiga.
Mery nunca venía el primer día, decía que era aburrido.
«Odio el discurso repetitivo de tu suegro» eran sus palabras cada vez que le preguntaba por qué no había asistido al primer día.
Y lo hacía con una mueca demasiado extraña en la cara y haciendo movimientos de princesa descuento, muy exagerados.
Me dirigí al estacionamiento y la vista que tuve al poner pie en el fue la mejor.
Mi novio Cody, recargado en su lindo Mercedes color gris. Está con los brazos cruzados sobre su pecho y su mirada ya me ha ubicado.
-¡Por fin! -dice con una gran sonrisa, yo le depósito un sutil beso en los labios, él abre la puerta del copiloto para mi y yo me dispongo a entrar en el auto, cierro la puerta mientras el rodea el auto para tomar su lugar tras el volante - ¿Que tal el regreso a clases? -pregunta encendiendo el auto
-Bien, creo -suspiró antes de continuar -. La próxima semana tengo examen de álgebra y esa materia me preocupa, sabes cuánto odio las matemáticas y lo mal que se me dan.
-Todo saldrá bien Iv, podemos estudiar juntos -me miró con una ligera sonrisa en los labios -, además ambos sabemos que de los dos, yo soy el mejor para las matemáticas. -dijo eso imitando la voz de un profesor de la materia.
-Relájese señor matemático -dije de manera sarcástica, el simplemente sonrió -, sólo necesito que me expliques algunas cosas. Cod asintió con la cabeza dedicándome una linda sonrisa. Continuamos el camino escuchando una canción muy alegre sin hablar más y solo disfrutamos del trayecto.
Llegamos a casa y nos despedimos con un beso en los labios, baje del auto y el se fue a casa. Recorrí el jardín para entrar por la puerta principal caminé en dirección a la cocina por algo de beber. El ama de llaves la señora Ol'ga me recibió con una gran sonrisa y me ofreció un vaso de agua de fresa con hierbabuena -es mi agua favorita desde pequeña-, y me llena de alegría llegar y ser recibida de tan especial manera.
-Estaré en mi habitación Ol'ga, gracias por el agua. -Dije subiendo las escaleras.
Ol'ga es una bella mujer de casi cuarenta y siete años, es de origen Ruso y apuesto que en su juventud era como una bella modelo de pasarela, llegó a trabajar con nosotros cuando yo tenía cinco años y desde entonces se volvió como una madre para mi.
Por cuestiones de la vida, no tuve la dicha de compartir tiempo suficiente con mamá -ella murió cuando recién cumplí los cinco- y lo único que tengo de ella es un par de pendientes y el pequeño collar -es una linda daga en oro rosa la cual lleva tallado en ella el apellido de la familia «Mayers» - que llevo puesto siempre y el gran parecido entre nosotras es impecable, soy el vivo retrato de mi madre.
-Claro señorita Iv, la llamaré en cuanto esté la comida. -respondió volviendo a su lugar en la cocina.
Entre a mi habitación y dejé mi mochila sobre el escritorio, me dirigí a la cama y me recosté dramáticamente sobre mi espalda con mis brazos a los costados, di un largo suspiro y giré mi cabeza hacía ese retrato sobre el pequeño mueble junto mi cama. Es una fotografía de mi familia, estamos papá, Elizabeth- que fue la segunda esposa de papá, después de mi madre- , mi hermano mayor Klay y yo en una bella playa. Sonreí ante el recuerdo y volví la vista al techo.
-Señorita Iv -dijo Ol'ga tocando del otro lado de la puerta - la señorita Mery vino a visitarla. -me puse de pie para entonces abrir la puerta de mi habitación y encontrarme con la mirada dulce de Ol'ga.
-Gracias Ol'ga. -dije tomando su mano de forma sutil dedicándole una sonrisa. Me dirigí a las escaleras y ahí justo en la entrada estaba mi mejor amiga. Corrí hacia ella para envolvernos en un cálido abrazo que casi nos hizo caer al suelo.
-¿Que hay Mery, por qué no has ido al primer día de clases? -dije haciendo un puchero y revolviendo su cabello para molestarla- Te extrañé, no sabes lo aburrido que fue escuchar el discurso de bienvenida del señor Anders sin ti para distraerme. -dije jalando de su mano para llevarla a la sala.
-Lo siento -dijo echando la cabeza para atrás y pegando un ligero bostezo -, me he quedado dormida, además solo de imaginar el largo discurso del director no me dan ganas de regresar ni siquiera mañana. -soltó una ligera risa y se tiro en el sillón de manera perezosa.
-Claro y me dejaste vivir esa tortura sola. -me tiré del otro lado del sillón y ambas estiramos nuestras piernas en dirección a la otra.
Platicamos durante algunas horas sobre lo que hicimos en el verano, Ol'ga nos trajo algunos bocadillos y algo de beber, miramos la TV por un rato y en seguida llegó Klay del trabajo y, nos preparamos para ir a comer.
Mary siempre ha estado enamorada de mi hermano, Klay tiene veinte y es tres años mayor que nosotras, él tuvo que dejar la Universidad para continuar con la empresa de papá. Ella dice que se ve mucho más maduro y sexy con los trajes que lleva puestos cada día, mi hermano es un chico bastante alto, mide casi lo mismo que mi novio, tiene el cabello rubio, es de piel pálida, fornido sin llegar a exagerado. Lo único que tenemos en común mi hermano y yo, son los lindos ojos color verde, herencia de mamá.
-¿Que tal el primer día chicas? -dijo Klay desde la cabeza de la mesa, Mery por supuesto que se puso nerviosa y casi se atraganta con la sopa, mi hermano le echó una mirada curiosa curvando sus labios en una media sonrisa algo pícara, el sabe del enamoramiento de Mery y disfruta ponerla nerviosa.
-Mery no fue hoy a clases Klay -respondí echándole una mirada a mi mejor amiga y ella me la devolvió en forma de agradecimiento-. Nada nuevo, el típico discurso aburrido del director y el paseo por el campus de los alumnos de primero. -me eché otra cucharada de sopa a la boca y continuamos disfrutando de la comida.
Al terminar Klay se despidió subiendo a su habitación y nos dejó a Mery y a mi. Antes de caer la noche Mery volvió a casa en su lindo Beattle color azul recordando pasar por mí al día siguiente para ir juntas al Instituto.
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Nota de la autora: ¡ Bienvenidos a este pequeño universo lleno de locura ! Espero disfruten de "No te engañes" y estén emocionad@s tanto como yo. La historia se actualizara cada viernes sin falta, estaré subiendo un nuevo capítulo por semana y si me emociono pueden ser incluso dos.
Gracias por permitirle un espacio a mi historia y nos estaremos viendo muy seguido por aquí.
Con cariño de una autora loca para mis lectores impasiblemente loc@s.
