Capítulo 7

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Capítulo 09

Klay 

¿Planteabas descansar el fin de semana?

Pues ¿Qué crees? Te quedan mil cosas por hacer para la ceremonia. Así que, levanta ese culo Klay.

¡Maldita conciencia!

Mientras Iv disfrutaba del viaje de campamento, me aseguré de tenerlo todo listo para la ceremonia, antes de que regresara, aún quedaban algunas invitaciones por entregar, decorar el altar y hacer un par de compras.

Me acerqué a la mesa, en donde reposaban las invitaciones restantes y detuve la mirada específicamente en una de ellas "Antone Marchand".

El simple hecho de mirar su nombre escrito sobre el papel me provoca cólera pero, creo que después de todo, también él tiene derecho de asistir a la conmemoración de un ser amado.

El chirrido de la puerta me hizo salir de mis pensamientos, pegando un ligero brinco por el repentino sonido. Ol'ga entró a la cocina tarareando una extraña canción rusa y cargando algunas bolsas del súper mercado.

—Oh... Joven Klay ¿Necesita algo? —dijo poniéndolo todo sobre la barra de la cocina

—Hola Ol'ga —le dediqué una amable sonrisa — No, está todo bien, gracias.

—De a cuerdo, entonces... —tomó una pausa mientras observaba a su alrededor — Comenzaré a preparar la cena

Sin más que decir, comenzó a sacar algunas especies, carnes y verduras de las bolsas, entre otras cosas. Decidí que sería mejor idea dejarla hacer su magia en la cocina y comenzar a tocar algunas puertas.

Tú puedes Klay, él es sólo un hombre más en este mundo, nada especial.

¿Nada especial?

Si, nada especial.

Ese nada especial, es tú jodido...

¡Ya basta!

¡Jodida conciencia!

Tomé la torre de invitaciones y salí para subir a mi auto, me acomodé tras el volante, ajusté mi cinturón después de haber encendido el auto y comencé con mi agradable visita de "las siete casas".

Cuando toque la única puerta que faltaba para terminar con la repartición de invitaciones. Me encontré sudando frío, mi corazón latía con tanta velocidad que juraría que iba a explotar en mi interior.

Esperé durante algunos segundos, hasta que por fin alguien atendió la puerta. Se trataba de un chico de piel blanca y cabello negro, unos cuantos centímetros más alto que yo.

—¿Hutch?— pregunté eso más para mí pero, quedé bastante sorprendido al darme cuenta de quién se trataba

—klay...—su voz apenas se escucho—... ¿Que... Haces aquí? —dijo con el ceño algo fruncido

—¿Dónde está Antone? —ignoré su pregunta asomando la cabeza dentro de la casa

—El... Ya no vive aquí —dijo eso haciendose a un lado para dejarme entrar

¿Qué? ¿Como que ya no vive aquí?

—Por favor —dijo, haciendo un ademán con el brazo para que avanzara

—Claro —Sacudí la cabeza saliendo de mis pensamientos — Gracias —solté, mientras me dirigía a la sala de estar

Ya había estado bastantes veces en esta casa, así que la conocía perfectamente, incluso tenía una habitación aquí.

No Te EngañesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora