Capítulo 17
Después de lo que sucedió en la fiesta de primavera, no estaba muy segura de querer volver a hablar con él, ni siquiera podía mirar a los ojos a Cod, él ha sido muy bueno conmigo, él no se merecía esto.
Pero ¿Por qué no me sentía culpable? ¿Por qué sentía que era algo que pasaría tarde o temprano?
Porque a él no lo amas tonta.
Estúpida conciencia.
Ahora que lo pienso, nunca le he dicho un "Te amo" a Cod, a pesar de que él lo ha repetido tantas veces que he perdido la cuenta, la primera vez que le dije que lo quería lo hice porque me sentía un poco presionada y creía que se lo debía por haber estado para mí cuando más lo he necesitado, aún creo que se lo debo.
Es que solo estas con él porque sientes que le debes algo babosa, entiende.
¡Hey!
¿Por qué uno no puede elegir del cuerpo de quién ser conciencia?
¡Agh!
El día de clases iba bien, sin embargo todo el tiempo estuve evitando a Cody, en serio no podía darle la cara.
Es que todo lo sucedido el fin de semana se había sentido tan jodidamente bien, era como si Hutch y yo nos conociéramos perfectamente, cada movimiento, cada roce, absolutamente todo fue perfecto; tanto como si fuese lo que estaba esperando hace tanto tiempo y sin buscarlo llegó a mi vida, poniéndola totalmente de cabeza.
Él no solamente me había besado esa noche, se encargó de darme tanto placer que enloquecí en un segundo, no tuvimos sexo pero ¡Dios! la manera en la que me besó, como me tocó, esa forma de abrirse paso entre mis pliegues con sus calientes dedos.
«Estas tan lista para mi Myers, que podría follarte en este mismo momento —dijo moviendo dos de sus dedos justo en ese pequeño botón lleno de terminaciones nerviosas por encima de ropa y eso estaba volviéndome loca— Pero quiero que seas tú, quien me ruegue para que lo haga. —susurró en mi oído—Quiero que salga de esos lindos labios tuyos, cuánto quieres que te folle.»
Cuando lo conocí creí que era simplemente el típico chico malo, como esos que solo salen en las películas pero, esa noche me demostró que es totalmente lo contrario, es un verdadero caballero, con ese chico ser tierna era algo muy fácil, no tenía que esforzarme y simplemente me salía serlo.
A la hora del almuerzo fui a la cafetería con Mery y tomamos asiento en la mesa de siempre, se puso a hablar de no sé qué cosas sobre la escuela y un profesor que la hacía sacar de quicio ya que según ella era muy lento y la lentitud era algo con lo mi mejor amiga jamás podría lidiar, decía que hablaba como el perezoso ese de la película «Zootopia» me hizo gracia cuando trato de imitarlo mostrando como era que daba sus explicaciones. Valla con esas explicaciones hasta yo preferiría colgarme de un árbol o saltar de un puente.
Estaba en medio de una fuerte carcajada cuando de repente mi mirada fue a la entrada de la cafetería y pude visualizar al chico recargado en el marco de la misma, mi carcajada se detuvo y yo trague grueso al notar que me miraba fijamente.
Mi mano se tensó alrededor de mi jugo de uva y estuve a punto de derramarlo, cuando Mary me detuvo.
—Oye ¿Estas bien? —Dijo alternando la vista entre el chico y yo- ¿Qué... qué pasa?
—Si to... todo está bien —volví a mirarla y jugué un poco con la pajilla
— Estas toda roja —dijo siguiendo mi mirada.
— Shhh ... nada
Ok me había tensado un poco con su presencia, es que ese chico despertaba tantas cosas dentro de mí.
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No Te Engañes
RomantizmEl engaño rompe, destruye, quema y desgarra pero, es un método que te permite mostrarle al mundo esa cara dulce y angelical con la que logras persuadir a los demás. Sin embargo, es un arma de doble filo que si no sabes usar, terminaras siendo herido...