Capítulo 18Hutch
La noche después del juego, tuve una gran discusión con mi padre, puesto que el estaba tontamente aferrado a lo que quería hacer y yo me negaba a seguir con tal estupidez.
¡Joder hombre! A él solo le importaba cumplir su dichoso capricho por el que tanto me había obligado a venir a este lugar, para ser sincero acepté ayudarle en esta «misión» porque sabía que solo de esa manera podría protegerla.
En el momento en que me negué a seguir ayudándolo con toda esta mierda me dijo que me olvidara de que alguna vez había tenido un padre —lo cual fue irónico porque el nunca estuvo ahí para mi, solo le importaba tener a un imbécil que se encargara de los movimientos de su club lo demás no tenía importancia para él —y que me quitaría absolutamente todo lo que me quedaba.
«Olvídate que soy tu padre y que alguna vez viviste bajo mi techo, mal agradecido de mierda. ¡Y lárgate de mi casa!»
Fueron sus dulces palabras de despedida. Y ni siquiera me importaba, prefería mil veces dormir en la calle que seguirlo soportando a él, incluso cuando apenas si se había molestado en gritarme por teléfono, porque así era él, un maldito cobarde que no tiene las pelotas de venir y dar la cara a sus problema. Porque así era como siempre me había visto , como un jodido «problema»
Al finalizar la discusión, me atreví a acercarme a Bobby -me encontraba algo apenado pero era eso o dormir en una banca al aire libre le platique mi situación —omitiendo un par de detalles—, me comentó que justo debajo de la terraza se encontraba la habitación desocupada que anteriormente perteneció a su hermano pero este hizo su vida y no volvió a ser habitada por nadie.
Se ofreció a mostrarme el lugar y mencione que sería algo temporal, solo el tiempo que tardara en encontrar un lugar para vivir, por el dinero realmente no me preocupaba ya que tenía un fondo de ahorros que se me otorgó cuando cumplí los diez y seis, además al ser mayor de edad me correspondía una pensión gracias al tiempo de servicio que ofreció mamá como enfermera militar.
Aunque tampoco me iba a conformar solo con aquello, tenía que buscar empleo para tener algo extra si quería darme mis lujos y, vaya que estaba acostumbrado a consentirme.
— Si no te agrada puedo buscarte otra —dijo Bobby amablemente
— Está bien Bob, solo será un tiempo —dije colocando mi mano sobre su hombro—te lo agradezco hermano
— No hay nada que agradecer —golpeo mi espalda— Pero necesitaré unas buenas clases de lanzamiento —ambos sonreímos
—Iré por algunas cosas —Bob solo asintió con la cabeza y ambos salimos del lugar.
Conduje mi Jeep negra a casa para recoger algo de ropa y objetos personales que llevaría conmigo a la nueva habitación, no pude evitar mirar con nostalgia aquel espacio en el que había compartido tan bellos momentos con mamá y cada rincón me traía su recuerdo.
Me decidí por fin volver donde Bob, me dedique a ordenar un poco, la habitación se encontraba intacta y muy limpia, a pesar de que ya nadie la habitaba, seguían dándole mantenimiento, lo que más me gustó de esta habitación fue el lindo tragaluz que se encontraba al centro.
Al terminar, volví a la terraza para juntarme con los chicos y lo primero que miré fueron los ojos de la castaña mirándome como si hubiese visto un fantasma. Al parecer se quedarían ahí también, eso lo deduje por el estado de su amiga que parecía un gran bulto sobre un camastro cerca de la piscina.Tomé la libertad de preguntar si se quedarían, a lo que la castaña respondió que si.
Después que Bob les ofreció un cuarto de visitas para que se instalaran y procedió a llevar al bulto de pelos rubios a la habitación, mientras Iv se reía de algunas cosas que su amiga apenas lograba pronunciar. Decidí que seria buena idea llevar a mi bella doncella hasta lo alto de su torre.
Y no te referías precisamente a la habitación.
¡Ja! Estúpida voz en mi cabeza.
***
Habían pasado meses desde la primera que la besé, ella no se había negado a aquel beso y eso era algo que ya me esperaba, se que esa chica me desea tanto como yo a ella. Ese no fue el primer acercamiento que tuvimos, sin embargo, en este sí me había permitido besarle.
Hace tiempo que sentía atracción por esa chica, aunque ella no supiera de mi existencia yo había estado observándola desde ya hacía tiempo y esa noche en la cafetería en serio no tenía planeado encontrarme con ella, quería mantener mi anonimato y simplemente acechar en la distancia, esperando el momento preciso para atacar, pero no tiraría a la basura la gran oportunidad que la vida me había puesto en frente.
Después de lo que sucedió en mi habitación aquella noche, supe que me sería difícil sacarla de mi cabeza ya que la deseaba y lo que deseo, es mío y la castaña no sería la excepción.
Si hubiese querido, esa misma noche la castaña pasaría a ser mía como solía hacerlo con las chicas que se cruzaban por mi camino. Nací con la suerte de ser un chico atractivo y tenía a miles de chicas detrás de mi por lo cual era bastante fácil elegir con quien me podía divertir.
Nunca me he tenido una relación, son solo compañía de una noche —sexo casual le llaman— una sola noche para disfrutar de mi y del placer que puedo brindarles, yo no mezclo sentimiento y es su problema si ellas se confunden porque no volverán a probarme así vengan a rogarme, yo solo me encargo de mostrarles aquello que jamás volverán a obtener en su miserable vida y que después de mi, ningún otro hombre podrá brindarles tal éxtasis de placer. Porque jamás, nadie estará a mi nivel.
Ahora mi único objetivo era lograr penetrar la mente de esa chica para que aceptara estar conmigo, su novio no tenía importancia para mi, simplemente era un niñato al que ella ni siquiera amaba y por todo el tiempo que he estado cerca de ella sé lo único que siente es gratitud.
Eso todo el mundo lo sabe Jimmy, hasta ese mismo traidor.
Todo el mundo menos ella, y yo me encargaré de que por fin abra los ojos y se de cuenta quien es realmente el hijo de puta que tiene por novio.
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No Te Engañes
RomanceEl engaño rompe, destruye, quema y desgarra pero, es un método que te permite mostrarle al mundo esa cara dulce y angelical con la que logras persuadir a los demás. Sin embargo, es un arma de doble filo que si no sabes usar, terminaras siendo herido...