Capítulo 16

18 2 5
                                    

Capítulo 16

Hutch me arrastra escaleras abajo sin soltar mi mano, cruzamos la sala de esta y pasamos por el pasillo por el cual tuvimos que caminar para llegar a la terraza, sin embargo, esta vez no subimos las escaleras de la terraza sino que pasamos junto a ellas y dimos vuelta a la izquierda adentrándonos por el pasillo, estábamos justo debajo de la terraza, no había notado este camino cuando subimos por ellas. La música aún suena en la terraza, es una canción muy agradable.

Por fin nos detenemos delante de una puerta de color beage con una linda manija de cristal.

¿Será un cuarto de castigo? Mmm... al estilo Christian Grey
¿Irá a castigarme por qué huí de él cuando quiso hablarme hace un rato?
Porque yo no tendría ningún problema con que lo hiciera.

¿Qué te pasa pervertida? Sólo quiere hablar contigo

Ahg estúpida conciencia agua fiestas.

Hutch suelta mi mano para abrir la puerta, enciende la luz y simplemente entra sin decirme nada, decido seguirlo con cautela mientras observo el interior.

Es una habitación bastante linda, no diría que es una habitación de invitados, mucho menos de servicio, es una habitación que posiblemente le pertenecería a un hombre joven, con un gusto muy particular por la música. Había un estante con discos de vinilo en una esquina y un toca discos justo encima, la cama estaba en el centro de la habitación con unas sábanas de color azul y un montón de almohadas encima, un tragaluz justo en el medio del techo y las bombillas que iluminaban la habitación se encontraban en la pared justo por encima de la cabecera de la cama, había un closet al lado derecho de la misma y una pantalla plana empotrada justo frente a la cama.

Del lado izquierdo de la habitación había un lindo ventanal que dejaba una vista hermosa del patio trasero de la mansión. 

Hutch se sentó sobre la cama sin decir nada, supongo que se dio cuenta como analizaba el lugar, después de unos minuto, fue él quien rompió con el silencio incomodó que se había formado.

— ¿Te gusta? —preguntó removiéndose en su lugar

— Si, es linda —dije dirigiendo mi atención hacia él, quien solo esbozó una ligera y casi imperceptible sonrisa — ¿De quién es? —pregunté, al notar que no pretendía seguir con la conversación

— Por el momento creo que es... mía —dijo haciendo de lado la cabeza

— ¿Tú vives aquí, con...Bobby?

— Es temporal —dijo sobándose la nuca— Bobby me la ofreció, es mejor que dormir en la calle ¿No?

— No entiendo, ¿No tienes casa?

— Si la ten... —se lo pensó durante unos segundos— la tenía... hace unos días

—¿Y luego? —pregunté arrugando las cejas

— No vinimos aquí a hablar de mí, Jollie

— ¿Qué quieres? —pegué un suspiro al escuchar que me llamaba "Jollie" de nuevo.

Pero no me desgastaré más pidiéndole que no me llame de esa manera así que decidí ignorarlo

Hubo un momento de silencio y se podía escuchar la música en la terraza, era una canción que me agradaba bastante, "Religion"

— Cierra la puerta, por favor —me crucé de brazos extrañada por su petición —más bien orden, así había sonado— y pude notar que arrugue un poco ambas cejas, miré la puerta entreabierta y entonces me dirigí a él

— Ciérrala tú, es tu habitación ¿No? —me dedico una rápida mirada y se dejó caer sobre su espalda llevando ambos brazos detrás de su nuca.

Ese solo movimiento hacía que sus músculos se marcaran de una manera tan perfectamente, ese tatuaje en la parte interna de su brazo izquierdo lo hacía ver tan jodidamente sexy.

Espera ¿Cómo que tenía un tatuaje y nosotras no sabíamos?

Basta conciencia, no es el momento

Oh siempre es buen momento, móntate encima suyo y pídele que te muestre mejor esa linda polilla.

Suspiré pesadamente al notar que él no haría nada y caminé hacía la puerta para cerrarla.

Hace un momento el chico se encontraba tirado sobre la cama y un segundo más tarde había saltado de su sitio. Justo cuando la puerta cerró, un peso detrás de mí me estampo contra la misma.

—¿Qué...qué estás haciendo? —mi voz apenas se escuchó

La pregunta quedó en el aire ya que no se dignó a responderla, el silencio que se había formado entre nosotros era ensordecedor, incluso pude notar que la música afuera sonaba aún más fuerte.

Quizás era porque ni siquiera estaba respirando, me había quedado helada con lo que acababa de hacer.

 Él seguía sin decir palabra así que me obligue a salir de mi trance y retomar la respiración antes de ponerme del color de Barney y comenzar a hablar como si tuviera una severa congestión nasal.

—Dijiste que tenías algo que decirme —su mano subió hasta mi hombro derecho y él hizo un ademán de retirarme el cabello, dejando el hueco entre mi cuello y hombro desprotegido.

Ese simple movimiento me hizo cerrar los ojos, al momento que me erizaba cada centímetro del cuerpo.

—Prefiero mostrártelo, que decirlo —y sin más comenzó a trazar un camino de besos desde el lóbulo de mi oreja lentamente.

Con cada beso que dejaba, mi cuerpo se relajaba un poco más, cuando llegó a la parte externa de mi hombro ya tenía mi cabeza completamente recargada sobre su pecho, las palmas de mis manos estaban clavadas sobre la puerta cerrada frente a mí.

Mi pecho subía y bajaba al ritmo de mi respiración acelerada, con la mano que no me sujetaba el cabello comenzó a recorrer desde mi muslo hasta llegar a la altura de mi ombligo y me jalo hacía él, permitiendo que mi cadera se pegara mucho más a su abdomen bajo, inconscientemente mi mano derecha subió hasta su cuello cuando detuvo los besos, su respiración era un desastre al igual que la mía.

—Hutch —apenas pude pronunciar su nombre

—¿Mmh? —pegó sus labios nuevamente a mi cuello

—Te... tengo nov... —ni siquiera pude terminara la frase, cuando su mano tomo mi barbilla y giró mi cara para besarme.

Solo podía escuchar el sonido de nuestra respiración y la bella canción de fondo que me hacía dudar, sobre si era verdad que las coincidencias no existen y absolutamente todo tiene una razón de ser.

Pues eso no lo sé.

Sólo sé que estoy a punto de cometer un gran error en este momento, pero es un error del cual estoy segura que, no me arrepentiré jamás.





Nota de la autora: 

¿Qué tal les parece la canción de estos dos?
Sé que ahora no les hace mucho sentido pero, conforme vaya avanzando la historia entenderán por qué he elegido este tema para ellos. 


No Te EngañesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora