VIII

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Los días pasaban rápido, la mayor parte del tiempo me la pasaba con Mateo y Camilo.

Había días en donde las piernas me temblaban por ratos largos y otros en donde solo nos juntabamos a hablar, sin ninguna segunda intención.

Como hoy, a diferencia que estábamos con Belén sentados en su patio tomando mates.

-mañana tengo prueba de biología, genética y sociedad- bufé

-¿Estudiaste?- pregunto camilo con su mano en mí rodilla y asenti

La noche anterior me había desvelado haciéndolo y ya me sabía casi todo el tema.

-si la das bien salimos a comer algo- hablo ahora mateo y sonreí asintiendo mientras entrelazaba nuestros dedos con una de mis manos y la otra con la de Camilo, por otro lado, Belén había entrado a la casa hablando por teléfono- y después de comer un ronda de sexo- susurró y beso mí cuello a lo que reí tirándome arriba de Camilo quien me dio un beso en el pelo.

-ya estoy - volvió Belu con el termo, supongo que había ido a calentar el agua.

-tengo hambre-hable sentándome derecha en el suelo pero sin soltar las manos de los chicos

-en un rato cocino, ¿ Se quieren quedar a comer?- volvió a decir mí amiga a lo que los pibes asintieron y sonreí

Unos 20 minutos después nos levantamos del piso para volver a entrar a la casa y empezar a hacer las cosas

Claramente les tuve que avisar a mís viejos que otra vez me quedaba en lo de Belu y aceptaron sin problema.

Vamos a repetirlo, nunca me dan mucha bola.

- vana, anda a comprar cebolla así hago un tuco- pidió Bel

-ahora volvemos- avisé y salí con los chicos a la verdulería de la vuelta de la casa de la pelirroja

-quiero un beso- pidió mateo entrelazando nuestros dedos

-yo tambien- pidió el pelinegro y sonreí dándoles un pico a cada uno

Hacia un mes y medio que nos veníamos viendo y la verdad es que me sentía bastante bien.

Había dejado de tener sexo con otras personas al igual que los chicos ya que así lo habíamos hablado.

Más allá de que era raro ver a una chica con dos pibes de la mano en la calle a mí me daba igual, ambos me hacían feliz día a día.

Haciendo boludeces o apareciendose en la esquina de mí casa por la madrugada solo para llevarme unas papitas y darnos besos un ratito, para que al final cada uno volviera a su casa.

¿Los quería?

Difícil de responder.

Somos Tres. - TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora