17. Todo mal se pega, aún que sea un poco.

7 1 0
                                    

CAPITULO 17.Seattle- Washington. 

—¿Ya te vas? —Pregunte al ver como comenzaba a empacar su maleta.

—Sí, Trevor me necesita en Carson. Hay asuntos que deje inconclusos antes de venirme, tenemos varios proyectos por llevar a cabo. —Sonrió dulcemente haciendo que se le marcará el hoyuelo de su mejilla.

—Entiendo. ¿Podrías llevarle esto a Amelia y a Thomas? —Digo extendiendo las cartas que hice para ellos. Los extraño tanto pero es mejor estar aquí . Así solo tengo que preocuparme por mi. No digo que me moleste, al contario, su bienestar es igual de importante para mi. No obstante, este es mi tiempo de sanar.

—Claro. ¿Ya hablaste con tu mamá hoy?  —Indaga un tanto preocupado.

Asiento. —En cuanto me desperté. Sabes que soy muy cumplida a la hora de hablar con ella.

—Lo sé, solo quería asegurarme. Mm, ¿tus pastillas, ya las tomaste? —Asiento otra vez. — ¿Todavía tienes? Puedo comprar  otro frasco antes de irme si quieres.

—Alan. —Lo llamo para que deje de citar las cosas de las cuales tengo que estar al día. —Voy a estar bien. No te preocupes tanto. Si necesito algo, yo iré a buscarlo. No estoy invalida ni nada por el estilo. —Le soy una sonrisa para tranquilizarlo.

—De acuerdo. De todas formas, llámame si necesitas algo, atenderé enseguida. -Se acerca a mi para darme un pequeño abrazo y un beso en la frente. —Pórtate bien.

—No soy una niña, Alan. Pero, para tu tranquilidad, lo haré.

—Para mi eres tan frágil como una. Cuídate mucho. -Me siento mal por hacerlo preocupar de esa manera. Se ha portado tan bien con migo que me sabe mal hacerlo pasar por tanto.

—Que te vaya bien. Nos vemos pronto.

—Así será. En cuanto termine allá, volveré. -Asiento despidiéndome con la mano.

Alan, ha sido tan bondadoso conmigo desde el primer momento en el que nos topamos. En esa oscura noche cuando quise acabar con todo, con el sufrimiento, la decepción, la rabia y  la soledad que envolvía mi alma.

Un mes atrás.

Después de despedirme de Amelia, comencé a caminar en la oscuridad de las calles del pueblo. ¿Qué debo hacer? ¿Me sentiré mejor? ¿Es lo correcto? Esas y muchas otras preguntas cruzaban por mi cabeza. Después de todo, nadie me necesita. 

Soy consiente que la razón por la cual mi madre sigue con mi padre, es por mi. Por no querer hacer de mi una chica sin padre. Lo cual es una estupidez, no sería la primera ni la ultima. Amelia y Thomas tienen sus propios mundo, sus propias preocupaciones. Yo solo soy una carga.

Mírenme, no puedo lidiar con todo el dolor que tengo, cómo podría ayudarlos a ellos. Así será mas fácil para todos. Seguí caminando durante varios minutos o horas. No lo se. Me detengo en lo que fue mi punto de partida, el edificio en donde trabajo.

 Tomo la llave de acceso y entro. Esta tan vacío, lo único que acompañan el lugar es la tenue luz de los pasillos. No tengo prisa, por eso me tomo la libertad de subir hasta el ultimo piso por la escaleras. En el trascurso del camino, por mi mente solo pasaban recuerdos de las personas que mas amo y respeto. Las peleas diarias y sin sentido que tenia con Amelia, su ceño fruncido desde que se levantaba hasta que se dormía. Es tan cascarrabias. -Suelto una pequeña risa acompañada de una lágrima. Es tan cruel y seria por fuera, pero por dentro es la persona mas dulce y atenta que he conocido. Solo esta herida, atada por las desgracias de su vida.

Meet Me Now.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora