26. El resto de mi vida.

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—¿Qué quieres?

—Linda, esa no es la forma de hablarle a tu padre. —Responde de manera jocosa.

Cuánto descaro puede haber en una sola persona.

—Eres un asco. No me interesa nada de lo que tengas que decir, así que, bien puedes irte por dónde veniste. —Añado de la forma más cortante que puedo.

—Uhm, quizás a ti no te interesen mis asuntos pero, cómo buen padre mi deber es interesarme en los tuyos.

¿Qué...? Espero no haya escuchado de mas. 

—¿Tu deber? Es demasiado tarde para tomar consciencia.  No vengas con discuros y actos baratos, te funcionará con mi madre pero conmigo absolutamente no.

Reiteró, es un alivio que con ella tampoco.

—Voy a ser clara contigo; nada de lo que digas puede hacer cambiar el mi percepción de ti.  Estás muerto para mí desde que nos abandonaste como si fueramos una bolsa de basura y eso jamás te lo voy a perdonar.

Crecí y me queda claro que cada quien está dónde quiere estar y ninguna circunstancias es lo suficientemente grande como para dejar a la deriva a las personas que dices amar. Ya no soy una niña como para llorar la ausencia de una escoria como tú.

No lo dejo responder e ingreso a mi hogar cerrando con seguro la puerta a mi paso.

Tengo que trazar un plan a seguir con urgencia. Escucharlo, verlo, hace que mi estómago se revuelva y no creo soportar tanta hipocresia y descaro.
Cantarle sus verdades y verlo en las ruinas es mi mayor deseo en este momento.

La venganza es mala, envenena el corazón y calcome el alma. No lo hagan, no desperdicien su vida intentando hacer sufrir a otros para aliviar su corazón y rabia.

Aunque soy plenamente consciente de esté hecho, no puedo permitir que arruine más mi vida y mucho menos la de mi madre. Esto se va a acabar y estaré tranquila al fin.

Pensé en hablar un poco con mi madre, pero creo que no sería conveniente. No quiero arriesgarme a nada.

Por tanto, pasó de ella y me dirijo a mi habitación a ducharme  para alistarme e ir a hablar con Trev personalmente.

Media hora después,  estoy parada frente la masion de los Wester.

—Oh,  eres tu Amelia.  Sigue,  estas en tu casa.  —Me recibe amablemente polly

—Gracias, ¿Los chicos están,  verdad? 

—Asi es.  Trevor esta en el despacho  y Thomas en la piscina, creo. 

—Gracias,  ire a ver a Trevor.  —Le informo con tono amable.

—Son muy cercanos ahora,  jamás pense ver esto.  —Añade claramente burlandose de la situación.

¿Cercanos?  El me ayuda como nadie y estoy agradecida,  ¿pero de verdad somos cercanos? —Si,  bueno,  la vida da muchas vueltas.

Le respondo para seguir con mi camino. Llego a la gran puerta de madera y doy tres toques.
Inmediatamente escucho un "Adelante"  de adentro,  asi que cojo la cerradura y empujo.

—Hola. —Saludo tranquilamente el chico que se encuentra reposando el una gran silla con un par de documentos en las manos. 

—Eres tu, ¿Sucedió algo? 

Ingreso hasta esta frente a el. 

—No precisamente,  digamos que no quiero estar en mi casa.

—Entiendo,  pues esta es tu casa,  siéntete bienvenida de estar todo el tiempo que desees.  Incluso puedes vivir aquí si asi lo deseas.  —Me dice con una sonrisa, pero por el tono se que habla muy enserio.

Aun asi,  bromeo sobre el asunto. 

—¿vivir acá con ustedes?  Estas loco y de remate. No estoy tan desesperada—Me burló.
Seria imposible, no pienso darle paso libre a esa basura que irrumpir en mi casa. —No necesito especificar de quien hablo porque Trevor lo sabe muy bien.

—Igual te dejo la oferta.  Nunca se sabe que pueda pasar y quiero que tengas presente que tienes un lugar al cual acudir. 

—Gracias.  —Respondo honestamente.
—Bueno,  ¿Escuchaste lo que dijo? ¿Crees que tenga idea de lo que esta pasando?

—Lo escuché todo.
Me da la impresión de que no confia en ti. Asi que mantente alerta cuando estes cerca de el,  no puedes hacer nada que le de una certeza de lo que pasa. 

—Si,  entiendo.  Pero si desconfia dw mi quiere decir que lo tendrw vigilando mis movimientos.  Eso no es conveniente.  ¿Y si trato de ser un poco mas docil con el y finjo que le creo la mierda que suelta.

—No,  despues del recibimiento que le diste,  eso serian aun maa sospechoso. 
Solo ignoralo y procura no estar muy cerca de él.

Asiento entendiendo la situación. 

—Es verdad, seria un giro inconsciente.  En fin,  dejando eso de lado,  hay un lugar al que quiero que me acompañes.

Me mira extrañado y a la vez interesado.  —¿tu llevándome de paseo?  ¿No querras dejarme en algún acantilado o algo similar?  —Bromea.

Giro los ojos.  —¿vienes o no?  —Finjo molestarme.

—Claro,  jamás me perdería una excursión contigo. —Me da la sonrisa mas hermosa que he visto.

Mi corazón da un pequeño brinquito y siento mis mejillas sonrojarse.

—Mueve el trasero o te dejo botado.
Salgo a paso apresurado al jardín para llegar al estacionamiento y esperar en la camioneta de Trev.

—¿Me vas a dejar botado cuando vamos en mi camioneta?  —Llega a mi lado con una sonrisa sarcástica.

Alzó los hombros.  —Tu carro es mas cómodo. 

Subo al asiento del copiloto y me ajusto el cinturón.

—¿Listo para pasar la tarde más emocionante de tu vida?  —Le digo con una sonrisa.

—Contigo estoy listo para pasar el resto de mi vida.

Doble boom.

Mi corazón brinca como loco y solo le doy una sonrisa de vuelta.

¿A donde voy a llegar contigo, ah?


Meet Me Now.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora