25. Acoso de aquí a la china.

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He estado dos horas caminando al rededor de mi casa, no quiero entrar, tengo qué, pero no quiero.

Hace media hora más o menos, salió Thomas junto con Trevor. No estoy segura si salieron a hacer ejercicio o tal vez a realizar algún pendiente.
En cuento los vi atravesar la puerta me escondí detrás de unos arbustos. ¡Qué vergüenza! Parezco niña de cinco años.

En todo este tiempo, no he visto ni las luces de mi mamá y Dante tampoco a salido, cómo me frustra su cinismo.

Decidida a dar la cara y buscar una ruta que me favorezca para ponerle fin a esta situación de mierda.
Justo cuando iba a empezar a subir los escalones de mi hogar, el carro de la correspondencia se detuvo justo en frente, de él se bajo el sr. McKenzie, quién es el encargado de entregar el correo en el pueblo.

—Hola, hija, ¿Cómo has estado? — El sr. McKenzie se siente de alguna forma como un abuelo para mí, siempre ha sido amable y atento conmigo.

—Es un gusto verlo, hace mucho no nos encontrabamos. —Le respondo con una sonrisa.

—Sí, últimamente no te encuentro en casa. Siempre es Sonia quién recibe los paquetes. —Dice mientras extiende en mi dirección una caja y dos sobres.

Los recibo y le agradezco. —Bueno, tengo que entrar, nos vemos luego, De. McKenzie. Tenga buen día.

Dicho esto, retomo mi camino por las escaleras y subo. Empujó la puerta levemente al darme cuenta que está abierta, me dirijo directamente a la cocina pero me detengo al escuchar unas voces que al parecer están discutiendo.

¿Es mí mamá?

—Entendí, lo tengo claro, así que ya para de estar amenazando con contarle todo. —Suelta mi mamá en un tono furioso pero bajo.

—Solo quería asegurarme que no intentes echar a perder esto como siempre lo haces. Deberías estar agradecida de que no le haya contado todo ya y este odiandote, posiblemente.

—Eres una basura. ¿Cómo puedes ser tan descarado e insensible? De verdad, nunca te importamos en absoluto. Pero, hay una cosa que no entiendo, si según tú, tu interés es acercarte a Amelia, ¿Por qué me amenazas con contarle los motivos del porque te fuiste? Ella podría terminar odiandote. Podría resultar todo lo contrario a lo que esperas.

—Creo que ambos sabemos que te culparía a tí, tú también lo sabes, sino no estarías preocupada .
Y lo otro, no lo entenderías. Necesito tenerla cerca, es la única  familia que me queda después de todo, ¿No?

El tono en el que pronunció familia, me dio asco.

Y en primera, ¿De qué se trata esto? ¿O sea que mi mamá lo no acepto como creía sino que lo hace para protegerme de cómo me pueda sentir por toda la verdad?

Pero ya lo sé y en definitiva no la odio. Es ridículo, ¿Cómo podría odiarla? Es más, ¿Cómo podría si quiera aceptarlo de nuevo en nuestras vidas?

En este momento, aún que me encantaría cantarle en la cara que lo sé todo, no me conviene. Quería hablar con ella y decirle que sabía lo que había pasado pero ahora, tampoco me parece viable.

Si hablo con ella es posible que cambie su actitud con Dante, pero eso supondría un peligro, podría darse cuenta que lo sé todo y podría tornar las cosas peor de lo que ya están. Quedarme callada por ahora parece la mejor alternativa.

Al menos, por ahora tengo la certeza de que pase lo que pase es a mí a quién va a apoyar mi madre. Me tranquiliza no voy a mentir, me perturbó el pensar que Dante la había envuelto en su asquerosa labia.

Meet Me Now.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora