19. La primera.

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 Ya han pasado dos semanas a lo sumo desde que llego Alan. En todo este tiempo no he sabido nada de Trevor por imposible que pueda ser. Somos vecinos y no nos hemos topado ni por error. No se que le pasa, creí que estábamos intentando  tener una buena relación pero, ahora ya no se que pensar.

 Desde el día en que Alan me dejo aquella carta, no a respondido a ninguno de mis mensajes, he ido a buscarlo a su casa para pasar el reto, pero nunca lo encuentro. 

De verdad me estoy esforzando.  Esto no es fácil para mi y aun así estoy intentándolo de corazón. No se que quiere de mi entonces. La verdad no lo entiendo y ya me estoy cansando un poco de esto ¿por qué tengo que sentirme mal por esta situación? No es como si fuera mi culpa, esto es tan frustrante. 

Me prometí a mi misma que iba a mejorar respecto a como me relaciono con  los demás, no obstante eso no implica que voy a hacer el papel tonta esperando que se digne a darme un poco de su tiempo. Me parece ridículo y va encontrar de mis principios. Si le pasa algo conmigo prefiero que me lo diga sin tapujos en lugar de irse por las ramas. No estoy dispuesta forjar una relación poco cómoda. Suficiente toxicidad ya tengo en mi vida como para sumarle mas. Por eso, decidida voy a buscar (de nueva cuenta) a la única persona que puede darme una respuesta.

Esta vez fui un poco mas astuta y llame primero a Thomas para preguntar por el. Es su hermano si algo va mal no me lo va a decir, por eso tome la decisión de llamarlo, se cuando el miente y el lo sabe, eso reduce la posibilidad que niegue su presencia. Y ahora, como se que si esta. No voy a aceptar un no por respuesta.

 Mi parte orgullosa, esta que sale a flote para darme una cachetada por estar  detrás de una explicación, pero la otra, la que quiere ser mejor persona, mas noble, me dice que me lo tome con calma y espere una explicación para no mandarlo al carajo sin justificación. Dejando de lado eso, comienzo mi caminata de unos pasos a la casa del lado. Al llegar como es costumbre me recibe Polly.

—Oh, hola, Mel. —Me da una sonrisa amable como siempre. No obstante, encuentro que esta es un poco falsa. (No en el mal sentido). —¿Buscas a Trevor?

—¿Es muy obvio? —Arrugo un poco mi cara. Que vergüenza, parece que estuviera mendigando atención ¿Debería olvidarlo y darme la vuelta?

—Un poco, sí. —Se hace a un lado para que pueda ingresar. Creí que lo negaría como lo ha estado haciendo en las últimas semanas o tal vez, realmente no estaba. Ya lo averiguare. —Está en su recamara, sabes que estás en tu casa.

Como las veces anteriores, subo las escaleras para llegar al pasillo en el que están las habitaciones de los chicos. Uf, estoy un poco nerviosa. ¿Y si me dice algo que no me satisface? No debería darle tantas vueltas al asunto.  

Al estar frente a la  habitación decidida a tocar la puerta, antes de que mis nudillos hagan contacto con la madera, unas voces me detienen.

—Estas actuando de manera precipitada. Solo detente a pensar los problemas que nos traerá que hagas eso. —Al que reconozco como Trevor, esta un poco alterado hablando con quien sabe quien. 

—¿Puedes dejar de aparentar que te preocupa alguien mas que solo ella? ¡Ya estoy harto de todo esto! —Suelta la persona que ahora se que es Alan, con mas fastidio. ¿Debo detenerlos? no debería estar escuchando conversaciones ajenas. Me planteo hacerlo pero Alan vuelve a hablar. —Entonces ¿Debo quedarme de brazos cruzados, mientras tu y Amelia gozan de la felicidad a costilla de las desgracias de Margareth? 

¿Disculpa? ¿pero de que carajos esta hablando? 

—¡Sabes que las cosas no son así, por Dios! Entiende que lo que tu pretendes que sea una solución, solo va a traerle mas tristezas a las dos. Y no hablo solo de Amelia.  Solo trato que no cometas un error. 

—Y volvemos a lo mismo, eres el menos indicado en reclamarme algo cuando tu hiciste lo mismo e incluso fue peor. No seas hipócrita.

Como buena chismosa e intrigada por el rumbo de la conversación, pego mi oreja mas a la puerta para escuchar mejor. Pero una presencia inesperada y poco oportuna hace aparición.

—Amelia, ¿Qué haces aquí?

Uh, he sido atrapada con las manos en la masa. ¿Ahora como salgo de esta? pero mas importante aun, ¿Qué traman esos dos?

—Thomas, ¿Cómo estas? —Suelto con entusiasmo en un intento de parecer menos culpable. 

Este camina un poco hasta llegar a mi y se inclina hasta a unos centímetros de distancia.—¿Estaba interesante la conversación?

—¿Qué, cuál conversación? —Rio un poco nerviosa.

—La que estaban teniendo las dos personas detrás de esa pu... —Tapo su boca con mi mano y lo arrastro a su recamara, cerrando la puerta detrás de mi. 

—No seas tonto, no estaba escuchando nada. Solo estaba recogiendo —Miro mi anatomía un momento. —Mi anillo. Si, mi anillo. Se cayo, así que lo recogí eso es todo. —Ay, que torpe. Justo en este momento mis neuronas deciden irse de paseo. 

—El que te excuses de esa manera solo te hace ver mas culpable ¿lo sabes, no?

Suspiro. —¡Bien! sí, estaba escuchando, pero no fue de aposta. Vine a buscar a tu hermano para hablar con el y sin querer escuche un poco de su conversación. Eso es todo. 

Thomas se ríe pero lo deja pasar como el buen tipo que es. —Bien, te creo. Entonces, ve por el. —Me indica con la cabeza para que salga. 

—No quiero incomodarlos. Parecen estar, ya sabes... discutiendo. Mejor debería irme. 

Aun que no quiero irme. ¿Qué fue todo eso? ¿Estoy gozando la infelicidad de Gary? ¡JA! esta loco. Necesito saber que diablos significa eso, esto no me agrada para nada por absurdo que suene. ¿Qué ha hecho Trevor que no quiere que haga Alan? se escuchaba muy serio. 

—No, necesito hablar con el. —Asimilando mi decisión, comienzo a caminar a la puerta. — Por cierto. He estado aplazando esta conversación porque quería entender tu posición al ocultarme tantas cosas pero, igual me debes una explicación. Espero seas consciente de ello.

El solo asiente con un poco de culpa en su mirada. Ya, se que es su hermano y debía apoyarlo, sin embargo, me siento un poco traicionada y es un sentimiento horrible que por mas que intento que se vaya , se que no será posible hasta que hable claramente con el. 

—¿Por qué nunca me dijiste nada al respecto? Entiendo que es tu hermano pero, joder, hemos sido mejores amigos por mas de catorce años. 

—Discúlpame, nunca lo hice con una mala intención. Mi hermano puede ser un tanto idiota en ocasiones pero no es una mala persona y créeme cuando te digo que realmente le importas.

—Eso es aun mas difícil de entender. Es imposible que siente todo lo que dice, no puede decir quererme cuando solo me ha observado a la lejanía, lo que es un poco perturbador déjame decirte.

—Ya sé. Su manera es poco convencional y no te juzgaría si no quieres aceptarlo. Solo puedo decirte que sus sentimientos hacia ti son verdaderos, lo sé, puedo verlo. Jamás se había interesado ni preocupado por una chica de tal forma. Eres la primera.

¿La primera?




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