3. Nmms, ¡Que hiciste, Thomas!

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Estoy muerta. —Susurre al lado de Gari mientras me tiraba sobre ella en la cama de mi habitación.

Yo igual. Solo espero poder darme una ducha fría y acostarme a dormir lo más pronto posible. —Dice levantándose para coger su toalla.

Sí, es mi habitación pero hay tantas cosas suyas cómo mías en este cuarto. Es algún tipo de tradición entre nosotras, nunca sabemos cuándo puede pasar una situación inesperada así que, tenemos lo necesario y un poco más de cada una en nuestros cuartos. Ella duerme acá cuando quiere y yo hago lo mismo. Mi madre ama a Margareth como si fuera su propia hija, de la misma forma que Sonia me ama a mí. Agradezco tener personas tan especiales en mi vida.

O al menos eso me encantaría hacer. —Continua hablando. —Quedamos de vernos con Thomas, no podemos faltar. —Note cómo se le iluminaron los ojos. Ay, amiga, estas jodida.

—Si lo sé, por supuesto que no podemos faltar, no nos veíamos hace un poco más de un año. Tenemos mucho de que hablar. —Empecé a quitarme las zapatillas del trabajo junto con la polera.

—¿Cómo crees que estén las cosas es su casa? digo, ellos adoran a Trevor, pero no se que tan armonioso será que él esté allí. Siento que van a haber muchas situaciones un tanto incómodas y me preocupa cómo va a manejar las cosas Thomas. —Suelta Gari notoriamente preocupada, y cómo culparla. No sabemos lo que puede ocasionar la llegada de Trevor a ese hogar, solo espero que no vaya a destruir algo tan bello como esa familia, por qué soy tan capaz de arrancar su garganta junto a otras partes más dolorosas y dársela al perro de los Wester.

—Yo solo puedo desear que todo resulte bien para ellos. —Iba a tomar mi toalla para darme una ducha en el baño de mi madre cuando escuchamos una bocina. —Oh, está aquí.

—¿Podrías ir tú a abrirle? ya sabes, no estoy presentable. —Esta nerviosa, a kilómetros se nota lo idiota que está por Thomas. Desearía que lo de ellos pudiera ser, pero es un tanto complicado. Digamos que la última vez que Thomas se enamoró término con su corazoncito enterrado mil metros bajo tierra encerrado en un cofre con la llave pérdida. Es una historia desagradable, aún siento que se me sube la bilis al recordarlo. Fue una perra total.

Déjamelo a mí, iré a recibirlo con esta excelente vista. —Señale mí cuerpo en ropa interior. —Gari me dio una mirada de muerte. —Solo bromeaba, ya me tapo. —Dicho esto, me coloque una pijama de vestido que estaba a la vista y fui a recibir al galán de mil talentos que trae loca a mi mejor amiga y otras cuantas chicas más.

—Hola tú, estás muy guapo para tener solo una noche de amigos, sabes. —Le guiñe el ojo mientras lo hacía pasar.

Llevaba puesto un jean negro combinado con una camiseta Nike blanca y sus zapatillas crema Nike y una chamarra negra de cuero. Era bastante básico realmente pero se miraba extremadamente bien. Thomas es una guapura en todo el sentido de la palabra.

Realmente ni me esforcé, es parte de mi encantó, linda. —Sonrió metiendo sus manos en los bolsillos delanteros del jean. —¿En dónde está Gari? —Dijo mirando por las escaleras.

Ella está duchándose. ¿Qué, querías que te recibiera desnuda? —Le di una mirada pícara.

—Sería una excelente vista. —Solto una risa, mientras parecía pensar en algo. —Creo que lo mejor será contarles a las dos a la vez, así que esperaré a que esté lista.

—¿Contarnos qué? —Presiento que algo feo se va a venir.

—No comas ansías, solo hay alguien a quien quiero presentarles. —Miro su reloj. — ¿Crees que se demoré?

—No creo, ella es muy rápida al bañarse, por tanto debería estar lista en un mome... —Thomas, ya estas aquí. —Baja mi amiga por las escaleras interrumpiendo me y posicionando se a su lado luego de darle un beso en la mejilla.

Meet Me Now.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora