Capítulo 2

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"Aurea mediocritas"

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El omega no pudo dormir gracias a esos hermosos ojos azules que lo persiguieron en todos sus sueños, tenían algo, pero no sabía con exactitud que era, solamente sabía que eran mágicos.

A la primera hora del día sus amigos habían pasado por él para tomar juntos el almuerzo, como lo hacían antes. Cuando estuvieron solos bombardearon a Harry con preguntas respecto a que si se encontraba bien, ya que según ellos actuó muy raro ayer en la noche cuando se fue. El menor simplemente negó, y les comentó que se encontraba de maravilla, pero la ironía se salió de control y sus amigos no le creyeron del todo pero no hicieron más preguntas.

La mañana transcurrió realmente lenta y aburrida, su única salvación eran Niall y Camila, los cuales siempre encontraban algo divertido que hacer, a veces no les importaban las consecuencias o salirse del papel de gente refinada. Harry siempre los seguía, pues era él quien los sacaba de los problemas, nadie se podía resistir o negar a un omega tan lindo.

Su día "divertido" había terminado gracias a su hermano, pues le había pedido que le ayudara con el papeleo, Harry daba gracias a no tener que cargar con todas esas responsabilidad de primogénito. De por sí, el menor se quejaba todo el tiempo de las cosas que tenía que hacer, como se tenía que comportar, vestir, actuar, hablar; simplemente por ser un Scarborough.

A veces se preguntaba que hubiera sido de su vida si no hubiera nacido en la alta sociedad, siempre se imaginaba siendo feliz viviendo humildemente, y siendo libre...

Cuando fue al comedor de tercera clase se dio cuenta que haya afuera hay un mundo donde la gente si era feliz, tal vez no poseían riquezas, pero eran felices. No es que fuera infeliz, simplemente se sentía atrapado donde estaba, quería salir al mundo, conocer nuevas cosas, sin tener que estar preocupándose por ser un omega, o no tener que estar respondiendo las mismas preguntas de siempre. Era normal que lo subestimaran mucho, solo por ser un omega. Era muy bueno en los idiomas, su favorito era el latín, amaba aprender y estudiar, pero siempre le cerraban las puertas. Una vez les comentó a sus padres la idea de ingresar a Oxford, para poder ampliar sus conocimientos, ellos dijeron un no definitivo, utilizando la misma excusa "eres un omega, mejor consíguete a un alfa poderoso que te mantenga, estudiar no es de omegas".

Harry simplemente quería una vida plena sin todos esos lujos, quería ser feliz, no estaba buscando ningún alfa, ni lo necesitaba. Él quería salir al mundo, pero siempre lo detenían, estaba tan harto de eso.

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La noche llegó, al igual que el insomnio, lo cual era muy común en el menor. Podría pasar horas tratando de dormir en vano; todas las noches. Había sido un día tan largo que solamente quería dormir, odiaba que su hermano le pidiera ayuda ya que él siempre terminaba haciendo todo el trabajo, porque no le podía dar un no a Robert.

Cautelosamente se incorporó de su catre, procurando no hacer ningún ruido. Después de vestirse con lo primero que encontró se dispuso a salir del camarote, todo lo hizo en silencio.

Caminó por los pasillos del imponente barco, era muy tarde y no había nadie ni nada merodeando por ahí, lo cual agradeció. Salió a la cubierta, necesitaba aire fresco el cual lo envolvió en cuanto salió haciéndolo estremecer, no pensó que estuviera tan fresco. Caminó un momento sin rumbo, disfrutaba ese momento de paz oyendo como la marea golpeaba con delicadeza el barco.

The Olympic (l.s) ღ omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora