Karma x Nagisa, FRENTE A MI.

Capítulo 5. Lágrimas.

El agua fría recorría mi cuerpo, estaba tan perdido en mis pensamientos que no escuché cuando Karma entró -¡Nagisa!- me puse a la defensiva rápidamente creo que ya es costumbre, pero perdí el equilibrio cayendo de espaldas con la cortina de baño enredada en un intento de sostenerme de algo.

-¡Auch!, Karma pudiste haber tocado.

-Toque y hasta te hablé, pero no me escuchaste por lo visto- sonrió, note un leve sonrojo en él, me pare con la cortina de baño cubriéndome de la cintura para abajo.

-Gracias Karma- me entrego la toalla -Pero podrías por favor salir- no quería que me siguiera viendo me estaba comiendo con la mirada y eso me ponía muy nervioso.

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Salí del baño no es que quisiera, pero si seguía ahí no me hubiera podido controlar más «Desde cuando Nagisa tiene un cuerpo tan perfecto» solo pensaba en eso, el sonido de la puerta abriéndose me saco de mis pensamientos solo para meter nuevos a mi mente pues salió Nagisa con un short corto de color rojo, una playera blanca larga que casi cubría el short por completo y su cabello suelto aún húmedo, «por Dios se ve tan bien» fue demasiado para mí así que solo me metí casi corriendo al baño.

Cuando salí del baño con solo un short negro puesto vi a Nagisa acostado, la luz de la luna hacia contraste con su belleza podría jurar que parecía un ángel me recosté a su lado sin dejarlo de observar de pronto se removió en la cama, lágrimas comenzaron a salir mientras pequeños susurros salían de su boca, lo único entendible fue "Déjame" y "No quiero" de repente se levantó podía notar su respiración acelerada.

-Nagisa ¿Estás bien?- me miró con los ojos llorosos para después sonreírme -Claro Karma- pero notaba en su mirada que no era así, esa misma mirada de aquel entonces cuando su mamá lo hacía conservar ese cabello largo, no mentira está vez sus ojos demostraban un sentimiento de dolor más profundo «¿Qué te habrá pasado en estos 9 años para hacerte llorar por las noches?» sin pensarlo más lo abracé acurrucándolo en mi pecho, fue un acto impulsivo pensé que me apartaría o que se molestaría, pero se aferró a mí con fuerza y comenzó a llorar en silencio como si estuviera cuidando de un niño pequeño.

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Me desperté como en muchas noches anteriores con la respiración agitada y lágrimas que amenazaban con salir, el pecho me dolía profundamente sentía como si apuñalaran mi corazón, siempre era el mismo sueño el mismo recuerdo de aquel hombre -Nagisa ¿Estás bien?- me pregunto Karma se me había olvidado que no estaba solo -Claro Karma- le conteste aunque no lo estaba, llevo años sin poder dormir bien, de repente me abrazo sentía una seguridad que anhelo desde siempre entre sus brazos me aferre a él con fuerza sentí que si no lo hacía se iría, ya no podía detener las lágrimas que salían por si solas.

Sentí la mano de karma acariciando mi cabello para después secar mis lágrimas -Tranquilo no te harán daño mientras estés conmigo- esta escena se me hacía conocida, ya la había vivido cuando estábamos en la clase de Asesinato, era de noche y yo había salido corriendo de mi casa después de una fuerte discusión con mi mamá no tenía a donde ir así que llegue a casa de Karma, me recibió estuve triste ni siquiera lo miraba a los ojos evadía sus preguntas en la noche cuando íbamos a dormir me dijo exactamente lo mismo rompí a llorar y lo abrace fue la primera vez que le conté a alguien sobre eso aunque esta vez era diferente aquel hombre había desaparecido totalmente.

Con el sentimiento de seguridad que Karma me brindaba me quede dormido sin darme cuenta, cuando desperté estaba aún abrazado a Karma me puse rojo de la vergüenza de nuevo le había mostrado mi lado más vulnerable, no quería levantarme estaba totalmente cómodo y muy feliz había dormido con el único chico del que me he enamorado, sentí un impulso por querer besarlo «no se daría cuenta seria un pequeño beso solo para poder enterrar de nuevo estos sentimientos» me acerque un poco más a sus labios, cuando estaba a unos centímetros de su poder lograr mi objetivo Rio entro al cuarto sin tocar y gritando.

-Karma tenemos hambre y no encontramos nada en tu cocina- se paró en seco al percatarse de la situación -perdón por interrumpir yo mejor me voy- salió del cuarto y yo estaba rojo como un tomate.

Salí del cuarto casi enseguida de Rio iba a hacer el desayuno para todos, no pude besar a Karma mi valentía se esfumó en cuanto Rio entro por la puerta, había mucha comida en el refrigerador supuse que nadie quería hacer de comer.

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Un delicioso aroma me despertó, mientras bajaba las escaleras pensé que estaba soñando ahí estaba Nagisa haciéndome el desayuno, aún estaba en pijama y estaba tarareando algo mientras movía sus caderas, la voz de Okuda me saco de mi trance.

-Karma ¿Has visto mi bolsa? Es de color café tengo que ir a una junta importante con el profesor Karasuma y ahí está todo mi maquillaje.

-Yo la vi, está en aquel sillón- Nagisa interrumpió nuestra plática -Pero antes vénganse todos a desayunar- nos dijo con una sonrisa en su rostro.

Solo veía a Nagisa sentado en el sillón se le notaba irritado pues Okuda estuvo corriendo por toda la casa junto con Rio para arreglarse, por lo visto se hartó porque se paró y gritó -¡Ya basta!- tomo la bolsa de maquillaje -¡Okuda siéntate!- y comenzó a maquillarla.

-¡Nagisa tú no sabes maquillar deja ahí!- grito Rio desde las escaleras.

-¡Tú cállate que la dejaste como payaso! Ella debería llevar un maquillaje más natural.

La verdad hasta a mí me dio un poco de miedo que Nagisa gritará y al mismo tiempo me gustó -Listo- Nagisa no había terminado de decir esa palabra cuando Okuda corrió al baño a verse en el espejo.

Cuando salió con un vestido gris, unas medias negras, tacones negros y el cabello suelto hasta yo me sorprendí se veía hermosa -Valla Okuda sí que te ves linda- un escalofrío recorrió mi cuerpo y cuando voltee estaba Nagisa matándome con la mirada, no sabía que le pasaba así que solo lo ignore.

-Valla Nagisa sí que sabes hacer esto- dijo Rio viendo detenidamente el rostro de Okuda -¿Dónde lo aprendiste?

-Eso no importa, ¿Dónde está Terasaka?- evadió totalmente la pregunta, siempre lo hace cuando no quiere hablar de algo, cada vez me daba más curiosidad este pequeño, peli azul y claro que investigaré como un adolescente enamorado.