1

2.9K 301 85
                                    

ㅡEl retrasado se vuelve a quedar solo en el salón ㅡescuchan decir a uno de sus compañeros.

Felix no les prestaba atención (como siempre), él solamente seguía disfrutando de su almuerzo. Aunque cuando fue empujado la indiferencia desapareció

ㅡDéjenlo en paz ㅡhabló Jisung lo más tranquilo que pudo.

ㅡNo te metas, el asunto no es contigo ㅡdijo el líder empujando a Jisung.

ㅡY con Felix seguramente sí ㅡintervino Seungmin ㅡSupongo que no les ha hecho nada como para tratarlo de esa forma. Se burlan de su autismo llamándolo retrasado pero parece que aquí los únicos retrasados son un ustedes.

Los jóvenes lo miraron molesto y después abandonaron el aula. No querían más problemas y menos con el favorito de todos los profesores.

Jisung se acercó a Felix, quien yacía en el suelo luego de aquel empujón.

ㅡ¿Estas bien? Déjame ayudarte.

Jisung ayudó a Felix a ponerse de pie y después todos se sentaron en sus lugares correspondientes.

ㅡNo deberías dejar que te molesten así. ㅡhablo Hyunjin ㅡSi intentan hacerte algo de nuevo grita lo más fuerte que puedas y Jisung y yo llegaremos a defenderte.

ㅡ¿Y yo qué? ㅡpregunta Seungmin.

ㅡTu no te atreves a meterte a una pelea física por eso no estás incluido.

El menor comenzó a insultar a Hyunjin mientras este reía por la actitud tan tierna que su amigo tenía. Mientras tanto, Jisung notó como Felix sonreía divertido ante la escena.

ㅡ¿Quisieras estar con nosotros durante el receso de ahora en adelante? Digo, para evitar que te intenten lastimar otra vez ㅡpregunta Jisung.

Felix lo observó perplejo y parpadeo unas cuantas veces antes de asentir.

ㅡUstedes son buenos chicos. Gracias. ㅡrespondió. Los tres habían sido amables con él y no lo habían intentado lastimar anteriormente, eso le decía que eran buenas personas y que podía estar seguro con ellos. En especial con Jisung. Felix creía que era lindo.

Jisung regresó a casa con una sonrisa de oreja a oreja.

Subió corriendo los escalones para llegar al segundo piso y posteriormente llegar a su cuarto. Una vez estuvo ahí se quitó el uniforme y se puso ropa un poco más cómoda. Le ponía de buen humor saber que ahora podría ser más cercano a Felix.

Estuvo bastante alegre el resto del día, o bueno, estuvo así hasta que llegó la hora de comer.

Recordó que su madre había preparado lasaña la noche anterior, pero eso era mucha lasaña para dos personas ¿no? Si tomaba en cuenta lo poco que su madre comía, al igual que él, era demasiado para ambos. Pero si no comía su madre se daría cuenta. Decidió llevarles un poco a las señoritas Jung, un par de vecinas que además eran hermanas. Tenían unos 35 y 40 años pero se veían muy jóvenes aún.

La historia de como las conoció era curiosa. Fue cuando recién se había mudado a ese vecindario, luego del divorcio de sus padres. Él se encontraba jugando a la pelota mientras su madre terminaba de desempacar algunas cosas. En ese momento su pelota fue a dar a la casa de enfrente, corrió hacia ella pero no se fijo que iba pasando un carro. Para su suerte Sooyeon, la más grande de las hermanas, estaba regando las flores del jardín y había corrido hacia el para evitar que le pasara algo.

ㅡ¡Dios mío! ¿Qué te sucede pequeño? ¿No te enseñaron que debes fijarte antes de cruzar la calle? ㅡle reprendió.

Luego de eso apareció Soojung con su pelota.

De cierto modo le habían salvado la vida y le habían regresado su pelota favorita así que se sentía agradecido con ellas y todos los sábados iba a su casa para tomar el té o ayudarlas con el cuidado de su jardín.

Toco el timbre y Soojung apareció sonriente.

ㅡHola, Sunggie ㅡsaludó dejándolo entrar.

ㅡHola, les traje un poco de lasaña que hizo mi mamá ㅡinformó.

ㅡ¿Y tu ya comiste? ㅡpreguntó Sooyeon saliendo de la cocina.

Jisung no lo sabía, pero Sooyeon al igual que su madre habían estado notando comportamientos extraños en él cuando se trataba de comida.

ㅡSi, ya lo hice ㅡcontestó. Jisung a veces se sentía mal por lo bueno que era mintiendo, pero en momentos como ese lo agradecía.

Sooyeon, por suerte, había pasado por algunos problemas alimenticios en su juventud y recuerda que su hermana también los pasó, así que por mucho que Han mintiera ella no le creería.

ㅡDéjame oler tu boca ㅡdijo como madre investigadora.

ㅡApesta, le va a dar asco.

ㅡNo me importa, sopla ㅡordeno otra vez.

Jisung rodo los ojos acercando su boca a la nariz de Sooyeon. Esta última no pudo oler nada.

ㅡNo has comido, tu boca no huele a lasaña.

ㅡMe cepille los dientes.

ㅡTampoco huele pasta dental. Ahora te sentirás a comer con nosotras de la deliciosa lasaña que preparo tu madre y no quiero escuchar quejas.

Jisung era demasiado obediente, en especial si se trataba de ellas. No podía decirles que no así que se sentó resignado y comió, aunque no mucho

Cuando regrese a casa hizo algo que verdaderamente le disgustaba: vomitar  Era demasiado asqueroso pero por culpa de las hermanas Jung ahora se encontraba de rodillas frente al inodoro sacando todo lo que había comido anteriormente.

Tal vez su madre y Sooyeon tenían razón, llevaba comportándose extraño últimamente al momento de comer, pero es que luego de ver como las personas atractivas eran mejor recibidas en la sociedad no quería ser un marginado. Las chicas lo habían llamado gordo solo por tener mejillas regordetas y los chicos con los que intentaba salir terminaban enamorándose de Seungmin o Hyunjin. Y es que claro, quien no se fijaría en dos chicos tan lindos y amables como ellos, pero sobre todo altos y delgados. Jisung quería ser como sus amigos así que desde hace unos meses había reducido su alimentación y había comenzado a hacer ejercicios de estiramiento para crecer otro poco más; tal vez así sería lo suficientemente lindo para el mundo y no le volverían a romper el corazón ni lo volverían a humillar.

Han Jisung no quería ser un perdedor, él quería que la gente lo notará, y para hacerlo necesitaba ser hermoso.

(...)

Editado el 19 de diciembre del 2021.

Light › JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora