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Septiembre, Inicio de clases.

Un largo verano, sesenta y dos días en la cuales se había divertido con sus amigas, y como no, Roseanne Park había irrumpido en sus pensamientos cada vez que podía.

Jennie había planeado olvidarla pero, ¿cómo hacerlo? Solo podía pensar en su beso, la atormentaba todo los días y en las noches soñaba con el sabor de sus labios.

Sus labios, su sabor, su tacto, todo seguía en su memoria y lo añoraba aun más, pero sus amigas siempre le recordaban que Rosé tenía novio y que en todo caso, estaba jugando con ella.

Jennie sabía que tenían razón pero, la forma en que Rosé la había besado, era diferente.

Igual le alegraba que ahora su amiga Lisa no pudiese reñirla, ya que ella también estaba colada por la capitana del grupo de las plásticas, Jisoo.

Cuando alguna de las dos caía en depresión siempre se consolaban entre ellas. Lisa durante el verano lloró varias veces y pasó la noche en casa de Jennie, las dos juntas mirando peliculas románticas y comiendo helado mientras se abrazaban.

Jennie amaba a Lisa y Lisa a ella, sufrir de amor por unas idiotas había fortalecido aún más su amistad.

Chahee lamentaba el momento en que sus tres amigas cayeron rendidas por unos idiotas, Yeji no podía parar de hablar de Ryujin tampoco.

Estaban en el carro de Félix, hablando tranquilamente, y listas para su primer día de clases.

Lisa estaba nerviosa, pero tenía en claro que iba a ignorar rotundamente a Kim Jisoo.

—Te apuesto que al final del día, está hablando con ella. —le dijo Yeji a Chahee y las dos apostaron.

—Pues perderán, no le voy a hablar. Está decidido, la superaré a como de lugar. —dijo muy decidida desde el asiento trasero, junto a Jennie, Yeji estaba de copiloto con su hermano.

—Descuida, chica. Cuando tú superes a Kim Jisoo, será el mismo día que Jennie deje de babear por Park. —dijo alegremente Félix, causando las risas de su hermana y Chahee, las otras dos no estaban muy felices.

Jennie bufó, frustrada. Ella también tenía su lucha interna, ya que después de dos meses del beso compartido con Rosé, la iba a volver a ver.

No estaba segura de si la rubia actuaría como si nunca hubiese ocurrido o se vengaría de ella, haciéndole la vida imposible.

Llegaron hasta el estacionamiento y se bajaron del coche. Lisa dio un portazo, aún furiosa, mientras sus amigas se reían de su reacción.

—Vamos, Lisa-yah. No te enojes. —le decía Chahee colgándose de su cuello y Lisa la ignoró.

—Jen, ¿vamos entrando?—preguntó Lisa a su amiga con una cálida sonrisa, ignorando por completo a Chahee, quien chillaba.

—Claro. —respondió Jennie y los cinco comenzaron a caminar hasta la puerta.

Ahora, Jennie tenía dieciséis años y estaba lista para superar este año escolar, pero para lo que aún no estaba preparada, era para Rosé. Y allí estaban.

—Mierda. —murmuró antes de detenerse a unos pasos de la entrada, Yeji siguió sus ojos y también la vio.

—Tendrás que pasar a su lado todos modos. —le dijo en un susurro mientras los cinco veían a la rubia.

Junto a los mesones de piedra estaba el grupo de Rosé, allí estaba ella, hablando con la chica de nombre Somi y se veía increíble.

Su cabello suelto y largo con algunos mechones dorados y un lazo adornándolo, la piel un poco más clara, unos jeans ajustados a los tobillos de color blanco y una blusa color turquesa manga larga que dejaba ver su abdomen. Rosé sonreía alegremente y la cabeza de Jennie estuvo a segundos de sufrir un cortocircuito.

Rivales - ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora