Rivales - Chaennie

②⑤

Cómo sospechaba Jennie, la semana en la escuela había sido un infierno. No solo por el hecho de que cada vez que Jihyo la veía, se hacía la enojada y sus amigas de nueva cuenta la cacheteaban. Una por una.

Tampoco porque Jisoo la había vuelto a molestar y esta vez parecía peor que nunca. La verdadera razón era que, Rosé no la miraba.

No le hablaba, pasaba junto a ella y la ignoraba, ni siquiera la fastidiaba junto a Jisoo, la castaña parecia haber dejado de existir para la rubia.

En estos momentos, estaban en clase de Historia y Rosé se encontraba sentada, unas mesas adelante de ella, ignorándola al igual que todos estos días.

Jennie suspiró y extendió los brazos sobre la mesa, estaban en una clase muy aburrida, en su opinión.

-No me ha insultado ni una sola vez, Li -se quejó jugando con el lápiz, sus ojos gatunos estaban clavados en la espalda de la rubia.

-Puede que tenga mucho con los deberes y el equipo de animadoras — comentó su amiga, pero, después de ver a la rubia, comenzó a recapacitar — O... puede que esté enojada —

-¿Enojada?¿Por qué?-bufó fastidiada, — Park era un gran dolor de cabeza.

Lisa tardó unos minutos considerando su respuesta, ella también había estudiado el gran cambio de la actitud de Rosé durante estos días y tenía una idea, una idea que nunca en su vida se le hubiera ocurrido antes. Pero, las acciones de la rubia hablaban por si solas...

-Puede... que esté enojada contigo, por besar a Jihyo.

-¡No la besé! -se defendió-. ¿Y eso qué tiene que ver? —

-No sé, puede que no le gustó que abusaras de su amiga-comentó pensativa, sin querer llegar a la conclusión que era la más obvia.

-Qué yo no la besé -volvió a murmurar y Lisa se quedó perdida en sus pensamientos, últimamente siempre estaba así.

-... y deberán formar parejas para el siguiente ensayo de 200 páginas, con dibujos incluidos, que tratará sobre la Segunda Guerra Mundial -avisó la profesora, logrando entre todos sus estudiantes un abucheo-. Dejen el drama, alumnos, comenzaré a elegir las parejas... 

Dijo el nombre de varios estudiantes, pero Jennie no podía pensar, era una oportunidad.

Así que rezó todas las oraciones que se sabía y cruzó hasta los dedos de los pies.

Quería que le tocara con Rosé, debía de tocarle con Rosé, sus esperanzas aumentaron cuando la amiga rubia de la castaña se fue con Lisa, una menos.

La profesora duró un rato diciendo los nombres, hasta que llegó al de ella.

-Roseanne Park, deberá trabajar con la joven Jennie Kim -dijo con esa voz seria y prácticamente las dos saltaron de sus respectivos asientos.

-¡No quiero trabajar con ella! -

-¡Si usted insiste! - Rosé fulminó a Jennie con unos ojos oscuros mientras la castaña mostraba una sonrisa burlona (¡La suerte estaba con ella, esa noche fiesta en su casa!)

-Es parte del trabajo. Tienen que hacer el ensayo juntas, no quiero discusión, señorita Park -dijo zanjando el tema mientras el rostro de Rosé se fruncía.

-No pienso trabajar con este fenómeno -declaró cruzándose de brazos,

Jennie alzó las cejas repetidamente, logrando que se irritara más. 

-El lenguaje, joven -dijo la profesora reprochándole y luego observando a Jennie-. ¿Usted tiene algún inconveniente, señorita Kim? -

-Para nada -la castaña le regaló una de sus sonrisas gomosas más encantadoras, haciendo rabiar a Rosé.