extra #6

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Rosé estaba muy alegre, más de lo que recordaba haber estado alguna vez. ¿Cómo no? Hace unos dos días, la noche del baile de invierno, fue el momento más emocionante y hermoso de su vida. Pasaron muchas cosas, ella terminó bebiendo, comiendo alegremente y felicitando a Jisoo y a Lisa por ganar como reinas del baile.

Aunque el acontecimiento principal de aquella noche, fue la declaración más tierna y hermosa que le había dado Jennie Kim, su Jennie.

Bailaron juntas muchas veces, mirándose a los ojos con dulzura e ignorando las miradas curiosas de los otros compañeros. Sobra decir que también se dieron varios besos, Rosé amaba los suaves labios de la castaña.

Y no, no fue un sueño. Esa noche, después de que Jennie la despidiera tímidamente frente a su casa, ella se lanzó un balde de agua fría para asegurarse de no estar dormida. En realidad, fueron dos baldes, para rectificar. Una nunca sabe.

Al día siguiente no lograron verse, para la desgracia de las dos chicas. Rosé tuvo que asistir a una reunión familiar y estuvo todo el día de muy mal humor. Alice alzaba una ceja, riéndose un poco. Rosé evitaba mirarle a los ojos, como su hermana llegara a enterarse de lo sucedido con Jennie, en cuestión de segundos toda la familia lo sabría. (Hasta estaría en el periódico)

Y lo menos que necesitaba era que sus padres se enteraran sorpresivamente, Taeyeon seguro estaría montando una fiesta de celebración pero a Daesung no la agradaría la idea. Prefería decirles por su propia boca, cuando se sintiera preparada, o cuando Jennie se dignará tener ovarios y fuera a la casa a hablar con sus padres.

El domingo fue lo mismo, Jennie no podía dejar sola a sus padres, ya que querían almorzar juntos. Lo único positivo fueron los mensajes de texto que intercambiaron. Rosé sonrió al recibir el primero, preguntándose donde había encontrado su número la castaña. Sospechaba de cierta coreana.

Y aquí estaban, un lunes, en el instituto. Ya a estas alturas, todos debían saber que entre Roseanne Park y Jennie Kim había algo. No eran amigas, aún no, eran mucho más.

Rosé estaba sentada en una de las mesas del patio, mirando hacia el aparcamiento, esperando a cierta chica de ojos gatunos y sonrisa angelical.

-Estoy frustrada -fue el comentario inútil que hizo la chica rubia.

-¿Por qué? - Jisoo estiró los brazos, ella también esperaba a Lisa.

-Hace dos días que me he besado con Jennie y le dije que la amaba, no la he visto desde entonces -su tono fue sarcástico, se cruzó de brazos, mientras movía la pierna - ¿Qué se supone que somos ahora? -

-¿Rivales con ciertas actitudes cariñosas? -la coreana tentaba a la suerte con su chiste, vio los ojos chocolate asesinarla y alzó las manos - No me mates, era broma. ¿No querrás dejar a Lisa soltera, verdad? -

-La haría un favor -rodó los ojos.

-Pff, claro -chistó con gracia, echándose el cabello hacia atrás - Ya quisiera ella encontrarse otra novia como yo -

-No le deseo tanto mal, Jisoo. Espero que no existan dos como tú, con una me basta - Rosé movió las manos, esperando que la coreana se picara.

-¡Oye! Que tú no eres Miss simpatía -le dio un golpe en el brazo, la rubia sonrió - Soy increíble y estoy segura que Lisa piensa igual -

Una voz tras ellas respondió, divertida.

-Tienes razón, Chu - Lisa sonreía con dulzura a su novia, la sonrisa resplandeciente de la coreana se mostró en sus labios -. Eres maravillosa -se sonrojó.

- Aww, gracias, Li -la coreana le hizo ojitos.

Jisoo se lanzó a abrazarla, dándole besos en las mejillas y finalizando con un beso en los labios, Lisa reía como idiota, aún ruborizada.

Rivales - ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora