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Un mes.

No había transcurrido más de un mes desde que comenzaron las clases y ya Jennie había demostrado un punto. Bueno, dos.

Primero. Ella era, junto con varios chicos, el objetivo de las burlas en el salón y segundo, Rosé y sus amigas si eran unas idiotas.

Siempre la fastidiaban. No todo el tiempo era la castaña quien lo hacía, pero sí sus amigas y Rosé sólo se reía de Jennie.

Chahee, aunque nunca se hubieran metido con ella por su gran carácter, siempre permanecía con Jennie y Lisa para que así no las molestasen más de lo debido.

Lalisa Manoban. Era una chica que Jennie había conocido en el baño, cuando terminó embarrada de sopa. Un chico le había jugado una broma a la hora del almuerzo.

Chahee faltó ese día a clases y por esa razón estaba sola, o eso pensó, hasta que escuchó unos débiles sollozos provenientes del baño y descubrió a una castaña sentada en el piso.

Se colocó junto a ella. También tenía el cabello mojado y permanecieron en
silencio, hasta que Jennie habló.

-¿Qué te hicieron? -

-Metieron mi cabeza al inodoro - le sorprendió, ya que las chicas de su salón eran malas pero no llegaban a tales extremos -

- Fueron los de quinto -aclaró, al ver la mirada horrorizada de Jennie.

Ella suspiró, pensando estúpidamente que Rosé era mala pero tampoco tanto. Se regañó mentalmente al pensar en ella. ¿Pero qué le sucedía?

-Oh, ya veo...-

-¿Tú? - le preguntó, detallando su camisa manchada de un liquido espeso.

-Sopa de champiñones y pizza - arrugó la nariz y después olfateó la tela

- Lo peor es que odio la pizza -la chica soltó una risa débil.

-¿Cómo te llamas? -

- Lalisa Manoban, ¿y tú? -preguntó, estrechando su mano.

-Jennie Kim, pero dime Jen -

Eso fue hacía unas dos semanas atrás y las chicas de inmediato hicieron clic. Le presentó a su compañera alta y ahora las tres eran un trío de amigas inseparables.

Si alguien intentaba molestarlas, salía Chahee a su defensa e incluso dejaba en ridículo al mismo abusivo. Por ello Jennie y Lisa la adoraban.

Pero hoy, sus dos amigas se encontraban en clase de Arte mientras a ella Historia.

Se hallaba guardando unos libros en su casillero cuando observó una libreta azul en el piso. La recogió y pensó que era similar a la de Rosé. Ella sabía que era estúpido pero, siempre que la pelirosa estaba cerca de ella, Jennie no podía evitar mirarla.

Por esta simple razón podría asegurar que esa libreta debía pertenecer a Roseanne Park, la pelirosa la cargaba con ella casi todo el tiempo.

Escuchó unos pasos apresurados por el pasillo, acercándose, y una voz hablándole.

-¡Oye, eso es mío! - reconoció la voz de la pelirosa y se volvió para mirarla.

Allí estaba frente a ella y pasaba sus ojos de la libreta al rostro de Jennie.

- Devuélvemela -pidió, muy autoritaria.

A Jennie le molestó un poco su tono de voz, pero prefería no hacerla enojar.

Verá Dios que le hacían ella y sus amigas si no se lo entregaba.

Al recibirlo, Rosé lo abrazó contra su pecho y suspiró, aliviada. Después clavó sus ojos oscuros en Jennie, muy severamente.

Rivales - ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora