Melania y yo nos encontrábamos sentadas en un banco de madera que había en el recinto del instituto durante el segundo tiempo de recreo. Ambas estábamos con un semblante ligeramente inexpresivo mientras mirábamos al frente -a ningún punto en concreto, realmente- en silencio. Ninguna de las dos había dicho nada en todo el rato que llevábamos ahí porque nuestros pensamientos estaban enfocados en lo mismo, la vuelta de SID a Japón.
Según había mencionado Mao durante la cena, su avión -a diferencia del otro que era el que habrían cogido si a Yuuya no le hubiera dado la intoxicación alimentaria- salía hoy temprano a eso de las nueve. Es decir, por la hora que era, ellos ya debían de encontrarse subidos al avión y de camino a Japón.
-¿Cuántas horas había hasta Japón en avión? -me preguntó Melania mirando al frente en dirección a la nada, con el semblante perdido, a modo de «¿me lo recuerdas?».
-Depende -contesté vagamente sin apartar la mirada de enfrente y, al igual que Melania, dedicándome a mirar a la nada-. Pero como alrededor de unas quince horas más o menos, pero claro, eso depende a qué parte de Japón se dirijan. Si fuesen a Fukuoka serían casi diecisiete horas...
Melania se echó las manos a la cara para hundir la cara entre ellas, sólo entonces fue cuando giré levemente la cabeza hacia ella para mirarla vagamente. A decir verdad, desde que todos los miembros de SID se fueron, mi ánimo había decaído bastante y mi interés por lo que me rodeaba se había casi esfumado por completo. Pero, ¿podía culparme alguien? Acababa de pasar los mejores días de mi vida y así, tan rápido como habían venido, se esfumaron. Sí, sabía desde un principio que esto pasaría, pero no pensaba que fuera a quedarme tan pillada después de todo.
Le pasé una mano por la espalda a Melania, acariciándola suavemente, tratando de reconfortarla. Sabía que no estaba llorando, pero no hacía falta ser un genio para saber que se sentía abatida por la situación.
-Podemos hablar con ellos por correo -dije, tratando de animarla, aunque mi tono no es que sonara muy animado-, consuélate con eso.
-¿Cómo voy a consolarme con ESO? -preguntó ella que parecía sonar ahora más desquiciada que otra cosa-. No puedo, no después de haber pasado dos días viéndole en persona, hablando con él cara a cara -su tono volvió a sonar apagado, toda la agitación que había tenido antes en la voz se había ido.
Melania desenterró el rostro de las manos para mirarme.
-¿...A ti te ha contestado Mao el correo que le escribiste deseándole un buen viaje? -preguntó Melania con voz muy pequeña y expresión esperanzada, pero triste.
Esta mañana le había escrito un mensaje a Mao deseándole un buen viaje, pero aún no me había llegado una respuesta por su parte.
-No, pero es natural que no lo haya hecho -Melania me miró con los ojos muy abiertos por el desconcierto-. Melania, están viajando en un avión -dije como intentando recalcar lo obvio, pero, al ver que no lo entendía, añadí-: Tanto Mao como Aki, al igual que Shinji y Yuuya, tendrán puesto el «modo avión» del teléfono. Y ya deberías saber lo que eso significa: que no te llegan mensajes ni nada al teléfono porque estás desconectado del Wi-Fi.
Melania apartó la mirada y se quedó en silencio unos segundos, pensativa.
-...Ya, tienes razón, ______ -dijo finalmente-. Seguro que es por eso.
Cuando Melania volvió a mirarme a los ojos, le dediqué una amplia sonrisa.
-Oh, ¡vaya! -exclamó Melania mostrándose algo molesta cuando escuchamos el timbre que anunciaba que había que volver a clases.
-Vamos -dije levantándome de manera algo vaga del banco.
Tras una usual y aburrida mañana de instituto, regresé a casa -como siempre había hecho- en autobús. Durante el trayecto estuve revisando las notificaciones del teléfono, pero no había ninguna de Mao; lo cual quería decir que aún seguían de viaje. Ladeé la cabeza en dirección a la ventana del autobús para mirar hacia el cielo, pensando en todas las horas de vuelo que les quedaban por delante.
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Sentimental Macchiato~ [Fanfic Mao x tn]
Fanfiction______ es una chica de 18 años con una vida normal. Como cualquier otra adolescente, va al instituto, queda con sus amigas, se va de compras, etc. Pero toda su vida da un cambio radical cuando descubre que su banda de música favorita, SID, viene a l...