Sentimental Macchiato~ [Fanfic Mao x tn]

Capítulo 5: ¡Improvisada fiesta de pijamas!

Tras el mensaje de Melania, decidí volver a casa. Desanduve el camino que habíamos hecho horas antes Mao y yo para llegar a la cafetería Black&Coffee para regresar a la entrada del Black Rose Plaza. Una vez allí, esperé a que fueran las ocho menos cuarto para coger el siguiente autobús -ya que no conseguí llegar a tiempo de coger el que salía a y media.

Para cuando el autobús giró en la rotonda, yo ya estaba de pie lista para entrar en cuanto se parara en la parada.

Después de un viaje de unos diez minutos más o menos, el autobús volvió a detenerse, esta vez en la parada que quedaba cerca de mi casa. Bajé del autobús con cuidado de no tropezar en la escalera y, una vez puse los pies en tierra, corrí calle arriba para llegar a mi casa cuanto antes. Quería llegar antes de que lo hiciera Melania para poder avisarle a mi madre de que ésta se quedaría a dormir; la avisaría con poco tiempo de antelación, pero eso era mejor a que se encontrara sin previo aviso por mi parte a Melania en la puerta de casa.

Casi sin aliento, llegué a la puerta de mi casa y, mientras trataba de recuperar algo de fuerzas doblada hacia delante con las rodillas levemente flexionadas y la mano izquierda apoyada en la respectiva rodilla, con el dedo índice de la mano derecha pulsé varias veces el timbre. Estaba tan cansada y tan falta de tiempo que preferí llamar al timbre antes que entretenerme un rato en rebuscar en el bolso la llave de casa.

Al cabo de un par de minutos, mi madre abrió la puerta. Se mostró algo sorprendida de verme allí plantada casi sin aliento.

-¿Estás bien, hija? -quiso saber mi madre, plantada en el umbral de la puerta-. Parece que hubieras corrido una maratón.

-Más o menos -respondí, acompañando mi respuesta de un gesto de mano. Luego, haciéndole un gesto con la cabeza para que se hiciera a un lado y me dejara pasar, dije-: Quería avisarte de que Melania va a venir a quedarse a dormir esta noche -dije mientras me colaba al interior de casa por su lateral derecho-. ¿Te parece bien?

-¿Y dónde está Melania? -preguntó mi madre algo confusa, asomando la cabeza por fuera del umbral de la puerta y mirando a ambos lados para luego volverse hacia mí.

Le devolví una mirada confusa sin saber muy bien a qué se refería.

-¿Qué? -pregunté entre respiraciones hondas, aun tratando de recobrar el aliento.

-Pues eso -insistió mi madre, manteniendo aún la puerta de la casa abierta-. ¿Dónde está Melania? -al ver que yo no contestaba nada, añadió-: ¿No me habías pedido permiso esta mañana para salir con Melania esta tarde?

En ese momento se me congeló la sangre. Era verdad, había utilizado a Melania como excusa para salir esta tarde, no tenía sentido que, si yo había estado con ella por la tarde y había decidido venir a casa a dormir no estuviera conmigo.

-Oh, eso... -comencé a decir lentamente mientras trataba de pensar a toda velocidad en qué excusa inventarme que fuera lo suficientemente creíble.

Mi madre torció levemente el gesto de la cara, mostrándose algo desconfiada, pero justo cuando abrió la boca para decirme algo...

-¡_____, aquí estoy! -exclamó Melania apareciendo de la nada por el camino que llevaba hasta mi casa, para sorpresa tanto de mi madre como mía.

-Uuff, salvada por la campana -pensé mientras notaba cómo una gota de sudor frío descendía por mi frente.

La expresión en el rostro de mi madre cambió, haciéndome saber que, sino todas, al menos la mayoría de sus sospechas se habían difuminado con la aparición de Melania.

-Lo siento, señora -se disculpó Melania mientras se aupaba un poco la mochila a los hombros-. Estaba hablando con mi madre por teléfono para pedirle permiso y, como veía que la conversación se estaba alargando, le dije a _____ que se adelantara para avisarla de que me iba a quedar a dormir. Sé que es muy repentino, pero la idea fue mía, señora -dijo esto último como para excusarme de cualquier posible regañina que pudiera echarme más tarde mi madre.