•.•Capítulo piloto•.•

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"Eres débil"

"No podrás tirar del gatillo"

"Eres incapaz de sobrevivir"

- Tn... -el dueño de la tienda habló, acallando así las voces del pasado.- ya casi puedes irte a casa, cerraremos por hoy.

Asentí agradecidamente, deseaba irme cuanto antes, toda esta locura del virus Cordyceps me tenía de los nervios, si las cosas pasaban a mayores debería atrincherarme en mi hogar.

26 septiembre, 2013.
17:45

Mientras guardaba mis pertenencias, Bob se acercó a mi, me extendió un Revolver 22 magnum con varias cajas de munición.

- Si las cosas se ponen difíciles, dispara, -dijo el hombre rubio con calvicie prematura.- no tengas miedo.

- Gracias, -guardé el arma en la parte de atrás en mi pantalón y las balas en mi mochila,- ¿irá a su cabaña? -pregunté mientras me acercaba a la salida, él tenía una casa con provisiones, armas y lo necesario en el bosque.

- Si las cosas van a peor lo haré... -tomó mi hombro delicadamente.- si lo necesitas ya sabes dónde está, te ayudaré con gusto.

Le agradecí y fui por mi auto, las calles estaban alborotadas, las tiendas de abarrotes eran vandalismo puro, los oficiales no se daban a basto.

Entré a mi departamento y trabé la puerta con una mesa, puse las noticias y me preparé dos sándwiches de queso fundido para cenar, acompañado de una cerveza.

- ¡Mochi! -llamé a mi gata, era totalmente negra, ojos verdes y muy peluda,- ven pequeña...

Subió al sofá y se acurrucó a mi lado, es una gatita muy pacífica y esponjosa, también tenía lista su mochila para cuando la llevo al veterinario.

Cerré mis ojos con pesadez y habiendo cenado, solo me sumí en un sueño profundo.

00:23

Desperté de un salto cuando escuché gritos afuera, en las noticias mostraban a varias personas infectadas con el virus cordyceps.

Bob...

Tomé una ducha rápida, me puse ropa cómoda y resistente, preparé una mochila de 72 horas, mi arma con sus balas y a mi gata.

Salí del departamento con el arma en mano, la mejor parte era que sabía disparar, intenté entrar al ejercito años atrás, pero no entré finalmente.

Dejando eso de lado, acomode mi mochila y a la felina en el asiento de adelante. La gente estaba como loca, tomé calles secundarias para no encontrar tráfico. Cuando llegué con Bob la tienda ya había sido atacada.

- Bob, -lo encontré en el suelo, tenía un disparo en el pecho, era reciente,- levántate, nos vamos. -intenté ayudarlo pero se negó.

- Vete, -extendió unas llaves y las dejó en mi mano,- ve a la cabaña y sobrevive... -sus últimas palabras se esfumaron como humo entre los dedos.

Escuché pasos, parecía ser solo una persona, en cuanto estuvo a la distancia correcta le disparé.

Busqué más munición, en la cabaña habían de sobra, pero igual podría ser necesario.

Por la carretera me encontré a una familia que pedía ayuda, dude por un segundo en ayudarles, pero ahora solo debía preocuparme en llegar a la cabaña.

- ¡Ahg joder! -había una fila de autos enorme, pero lo que más me asustó fue que los pacientes de hospital corrían hacia los autos, dos vehículos adelante atacaron a un hombre, puse reversa y busqué otra calle, logré escapar.- no podré avanzar en auto, hay que correr.

Acomodé la mochila de provisiones en mi espalda y a mi sedada gata en mi pecho.

Llegue hasta un claro cerca de la carretera, cuando a lo lejos vi a un soldado con un hombre, me acerqué pero me llevé una sorpresa cuando les disparo, también llevaba a una niña.

Corrí para ayudarlos, le disparé al soldado y un hombre de cabello largo atado en una coleta me apuntó.

- ¡Bájala! -alcé las manos en señal de paz.- ¿por que nos ayudaste?

- Era mejor a dejarlos morir, -dije guardando mi arma,- no todos en el mundo somos una mierda. -fijé mi mirada en la pequeña niña.

- ¡Sarah! -el hombre de cabello corto parecía ser su padre, y el hombre de coleta era su familiar.- no no no...

Guardé silencio en respeto a la pequeña, no pude evitar imaginar el dolor que debe sentir, una lágrima se resbaló por mi mejilla.

- Joel... -el hombre de coleta se acercó al padre desolado.- de verdad lo siento hermano...

Ambos se abrazaron y sentí qué tal vez ya estaba sobrando.

- Tommy, era todo lo que tenía. -su voz sonaba desgarrada y herida.

- Lo lamento... -hablé finalmente, no podía seguir viendo nada más.- ¿tienen un lugar a donde ir?

- No... -respondió Tommy, se puso de pie y se acercó a mi,- ¿y tú? -preguntó guardando su arma.

- Hay una cabaña, siguiendo la carretera unos setecientos metros y adentrándose al bosque otros trescientos, -hablé esperando que entendieran.- si no tienen a donde ir, les puedo ofrecer refugio, tengo lo necesario.

- ¿P-Puedo llevarla...? -se dirigió a mi Joel, tenía a su hija en brazos, su sangre se escurría por su cuerpo.

- Claro que sí... -respondí en susurro, me aclaré la garganta y hablé.- deberíamos irnos, antes que esos monstruos se acerquen.

•••

Llevábamos caminando casi dos horas, pero faltaba poco para llegar a la cabaña, Tommy estaba a mi lado, Joel venia detrás de nosotros, nadie decía nada.

Cuando pude divisar el lugar suspiré, "al fin" tomé las llaves y abrí la puerta, nadie sabía de este lugar, solo Bob y yo. Revisamos que fuera seguro, Joel aún tenía a la pequeña en brazos.

Dejé a mi gata en la habitación que sería mía y tomé sábanas para cubrir el sofá.

- Ponla aquí. -el hombre obedeció y dejó a Sarah en el sofá, acarició sus mejillas y dejó un beso en su frente.

- ¿Puedo sepultarla? -preguntó dirigiendo su mirada hacia mi persona.- por favor.

- Claro, -puse una mano en su hombro,- los ayudaré, hay palas en el cobertizo frente a la cocina. -Los guíe y ambos empezaron a cavar.

Tardaron treinta minutos en hacer un hueco apropiado para la pequeña, su padre limpio su rostro y la dejó en aquella hondura, tomé unas flores y me arrodillé frente a ella.

- ¿Puedo...? -pregunté mientras él lloraba amargamente, asintió sin decir nada.

Dejé las flores sobre su pecho y acaricié su mejilla. Tommy se acercó y dejó un pin con forma de balón de fútbol.


Ese 27 de septiembre, se volvió un día oscuro y lluvioso, como si el cielo llorara por la muerte de la pequeña.
Ese fue el inicio del fin.















Nueva historia desbloqueada...

Aún estoy algo retrasada con la anterior (con Jill y Carlos) pero, está idea de me ocurrió después de tener el mejor y peor sueño a partes iguales, espero llegue a gustarles y le den una oportunidad.

Pdt. En esta historia, rayita es del género que decidas.

The Last of UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora