The Last of Us

𝕍𝕠𝕝𝕧𝕖𝕣𝕖́ 𝕒𝕟𝕥𝕖𝕤 𝕢𝕦𝕖 𝕕𝕖𝕤𝕡𝕚𝕖𝕣𝕥𝕖𝕤.

11 años después.

- Gracias por traerme, -habló el chico detrás de mi,- otro día más en ese lugar y perderé la cabeza, -simuló una explosión desde las sienes de su cabeza. -¿Crees que papá me acepte como contrabandista?

- Josh, -me gire para verlo, el chico de cabello rubio me veía asustado,- si tu padre se entera, me va a matar. -le di un golpe en la cabeza.

Hank estaba muy lejos ahora, Josh y yo íbamos camino a un intercambio, un lote de armas y drogas nos dejarían bastantes cartillas de suministros, para varios meses. Joel no quería ser parte de esto y me escapé a mitad de la noche con el hijo del rubio.

Resulto ser que el chiquillo de dieciocho años quería probar de que estaba hecho, pues no quería unirse a la milicia sino a nosotros, el rubio mayor se negaba pero de cierto modo tampoco lo quería en el ejército.

- Tn... -habló él de tez oscura, sus compañeros veían de forma burlesca a Josh,- que alegría verte... pero, ¿y tu compañero? -preguntó intimidante.

- Está cansado, -hablé mientras dejaba la mochila con las cosas sobre la mesa,- aquí está lo que ordenaste, ahora quiero el pago. -algo se sentía mal.

- Oh pero, sería tan fácil matarlos y llevármelo gratis, -se paró frente a mi y cuando intento tomarme el rostro le di la vuelta tomándolo por el cuello con mi brazo libre y apunte con mi arma a su cabeza. Se carcajeó y habló.- tienes agallas, adoro eso.

Hizo una seña a sus hombres, los cuales le dieron las cartillas a Josh, las tomó y guardó en su bolsillo, solté a Daniel.

- Nos vemos contrabandista, -respondió este sobando su cuello, luego sus hombres los siguieron.- saluda a tu compañero.

Salimos del lugar para regresar a casa antes del amanecer, comimos unos sándwiches que preparé antes mientras conversábamos del futuro del chico. Pero unos hombres nos atacaron.

Eran solo dos, atacaron en el peor momento, recibí un puñetazo del primero mientras Josh peleaba con el otro, golpee sus pies para hacerlo caer y con mi cuchillo hice presión sobre su cuello.

Vi de reojo como mi acompañante mataba al otro tipo de una puñalada al pecho.

- ¿Qué quieres y quien te envío? -pregunté haciendo más presión,- dímelo o hasta aquí llegaste... -Josh apuntó con su arma a la cabeza.

- Robert nos envió a matarte, -habló rápido y con miedo,- él... no puede darles las armas y pensó que sería más fácil deshacerse de ambos. -y vaya que había sido un muy mal plan.

- Pues que idiota, -atravesé su garganta con mi cuchillo y me puse de pie,- hay que volver cuanto antes. -Josh asintió y apresuramos el paso.

•••

Dos horas después nos encontrábamos en las calles de Boston, algunos militares nos veían como si fuéramos basura, dejé a Josh en su casa y fui a casa esperando que Joel siguiera durmiendo.

Al llegar frente a la puerta noté que no tenía mis llaves, las había dejado en mi mueble al lado de la cama, acerqué mi oído a la puerta para ver si ya estaría despierto, pero como no escuché nada tuve que tocar.

Luego de unos segundos un Joel cansado apareció frente a mi, no dijo nada y solo entré, cerré la puerta y vi una botella de whiskey en la mesa.

- ¿A dónde fuiste? -preguntó mientras yo me servía un vaso de aquel líquido color ámbar.

- Fui a hacer la entrega, Josh me acompañó. -respondí antes de darle un trago a la bebida.

- Imagino que fue un desastre, -señaló el golpe en mi pómulo izquierdo.- ven aquí.

- Todo fue bien, -tomé lo último que quedaba en el vaso para acercarme a él y extenderle las cartillas.- suficientes para un par de meses.

Tomó mi rostro con cuidado y empezó a limpiarlo con un paño húmedo, tomé su mano y dejé un beso en ella.

- ¿Entonces solo te golpeaste contra un poste? -preguntó sarcástico, reí y me aparté un poco.

- En realidad, Robert envió a dos hombres para matarnos, -solté mientras buscaba otra mochila y juntaba varias cosas.- bueno, imagino que también te iban a matar pero, Josh y yo nos encargamos.

- ¿Nuestro Robert? -preguntó molesto, y con razón, nos debía el pago de algunas armas.- debe estar donde siempre, hay que ir por el.

- Toma lo necesario, -dije lanzándole su mochila.- debo traer algunas cosas.

(N.a. Si recuerdo que iban a otro lado para recoger sus cosas, pero no quisiera alargar más las cosas.)

Entré a nuestra habitación y preparé un par de chaquetas más, unas golosinas que he encontrado y el saco de dormir. Joel llevaría botiquines de emergencia, municiones y comida.

Salimos rumbo al muelle de Robert, pero las Luciérnagas atacaron, nos cerraron el paso y tuvimos que tomar el camino largo y al fin llegamos al lugar.