The Last of Us

ℙ𝕦𝕟𝕥𝕠 𝕕𝕖 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕓𝕣𝕖

Al llegar a una cabaña pude asegurarla para subir al segundo piso, entramos a una habitación que parecía haberle pertenecido a una adolescente que tenía varias cosas que llamaron la emoción de la castaña mientras me encargaba de ver que nadie se acercara.

- ¿Una bitácora? -preguntó al encontrar un librito junto a la cama.

- Es un diario, -tomé asiento a su lado- aquí escribías lo pensabas, lo que sentías y metas a futuro. Varios secretos.

- Huh...

Permanecimos allí mientras Ellie seguía leyendo aquello con escepticismo, paso casi una hora en la que disfrutamos el silencio entre nosotrxs, el sol colándose por la ventana y la tranquilidad del lugar hasta que escuchamos como alguna persona entraba a la casa.

- ¡¿Ellie, Tn?! -mi pareja gritó desde abajo.

Podía reconocer el miedo en su voz, pude sentir como las manos me temblaban cuando la pequeña le indicó dónde estábamos y aumentó al verlo entrar por la puerta. Estaba muy molesto, el pecho le subía y bajaba a una velocidad increíble mientras sus ojos nos juzgaban con anticipo.

- ¿Solo de esto se preocupaban? -preguntó la ojiverde- Chicos, pelis... ver que falda se combina con que blusa.

- Arriba, nos vamos. -demandó él al acercarse- ¿Cómo pudiste ayudarla a escapar?

- ¿Crees que vamos a seguirte? -pregunté con voz temblorosa, a pesar de querer sonar valiente me moría de miedo por dentro.

- ¿Y si no quiero? -Ellie se enderezó a mi lado.

El ya exasperado moreno parecía sorprendido, no solo por la determinación de la pequeña sino la seguridad que yo mantenía firme junto a Ellie.

- Escapar, ponerse en riesgo de esa forma, -negó sarcástico con un tono amargo en la voz- vaya que fue algo estúpido.

- Pues creo que nos decepcionamos mutuamente.

- ¿Qué quieres de mí? -preguntó él derrotado.

- Admite que quisiste dejarme con Tommy todo este tiempo.

- ¿Joel...? -pregunté esperando que lo negara, no importaba si mentía ya que le creería.

- Tommy conoce mejor esta área. -trató de excusarse pobremente, no podía creer aquello, Ellie lo insultó bastante molesta- ¡Lo siento por confiar más en él que en mi mismo!

- Déjate de tonterías, ¿A que le tienes tanto miedo, que termine como Sam? -para tener catorce años, mi pequeña era firme y clara- ¡No puedo infectarme! Mamá no quiere dejarme atrás.

- ¿Cuantas veces hemos estado cerca de...- -sin el valor para terminar su oración decidió esperar a que la castaña siguiera.

- Hasta ahora hemos tenido suerte.

- No voy a dejarla, Joel. -apoyé a la menor.

- ¡Comprende, le irá mejor con Tommy! -por fin explotó, molesto se dio la vuelta decidido a salir.

- No soy ella, Joel. -habló Ellie.

- ¿Qué? -preguntó incrédulo.

- Ellie... -intenté detenerla.

- Tn y María me hablaron de Sarah y yo-

- ¡Ellie! -gritó el moreno acercándose- te paras sobre hielo muy delicado.

- Lamento lo de tu hija, pero también he perdido gente. -aún bajo aquella amenaza siguió sin detenerse.

- Tú no tienes ni idea de lo que es perder a alguien. -gruñó amenazante, por lo que me puse de pie detrás de mi niña.